¿Qué tiene en común el momento actual del ciclo con la década de los años 70? Para Ned Naylor-Leyland, gestor del fondo Old Mutual Gold and Silver, existen varios factores en la situación económica actual que guardan fuertes similitudes con lo sucedido a finales de esa década: una creciente inflación, una clase trabajadora desencantada, nuevas tensiones en Oriente Medio y la extinción de un sistema monetario.
Comenzando por la inflación, el gestor comenta dos términos a tener en cuenta: la estanflación conocida en inglés por el término ‘stagflation’ y la inflación escondida bajo el mismo precio, pero menos producto de los productos del supermercado o ‘shrinkflation’. “En Reino Unido, especialmente en las dos últimas semanas, la palabra estanflación ha vuelto a aparecer en la prensa, haciendo referencia a una situación en la que hay un crecimiento menor en la economía, pero hay inflación, siendo este el mejor entorno posible para invertir en oro. La principal razón es que el oro es una cobertura natural para la pérdida del poder adquisitivo del consumidor. En este tema se da una curiosa controversia, al mismo tiempo que las autoridades monetarias siguen diciendo que necesitamos una mayor inflación, los propios trabajadores del Banco de Inglaterra están amenazando con convocar una huelga porque sus salarios no están creciendo al mismo ritmo que el coste de la vida”.
Otra cuestión a tener en cuenta es cuando las empresas manufactureras mantienen los precios de sus productos, pero reducen la cantidad, la calidad o ambos para esconder el incremento de los gastos y la inflación, algo que se conoce como shrinkflation. “En Reino Unido, la chocolatina Toblerone es bastante popular, su tamaño fue reducido dejando el mismo precio y a los consumidores preguntándose qué había sucedido. Esto no sólo ha sucedido con la comida y es algo importante que hay que tener en cuenta, pues las estadísticas no reflejan la inflación real. Este fenómeno también se experimenta en los puestos de trabajo, que se categorizan de formas muy diferentes a las que se solía categorizar, afectando a los resultados de las estadísticas de empleo. Por lo que recomiendo que sean escépticos y tengan conocimiento de algo que está realmente sucediendo en el mundo real”.
Otro paralelismo, es el desencanto de la clase trabajadora, algo que obviamente se manifiesta en las huelgas, pero que también ha tenido repercusiones en la política. “A finales de los 70, un actor de serie B llega a la Casa Blanca, llegó sin carrera política previa, con el apoyo de la clase trabajadora media y media-baja de Estados Unidos, utilizando una campaña directa dirigida al electorado masculino en un momento en el que las personas estaban mucho más indignadas que en la actualidad. Unas motivaciones muy similares son las que conducen a Trump a la presidencia de Estados Unidos”.
Además, las nuevas tensiones en Oriente Medio junto con la extinción del sistema monetario actual son temas que ya se vivieron hace más de cuatro décadas, con la crisis de la OPEC y el colapso del sistema adoptado en Bretton Woods que supuso la cancelación unilateral de la convertibilidad directa internacional del dólar al oro.
“Los dos momentos de mayor relajamiento monetario en nuestra historia reciente son el programa de relajamiento cuantitativo conocido como QE y el ‘Nixon shock’, cuando el presidente Nixon comunicó por televisión que se suspendía la convertibilidad del dólar al oro, cesando así sus canjes de 35 dólares por onza y abandonando el patrón oro establecido tras la Segunda Guerra Mundial para las transacciones internacionales. La reacción directa de los inversores en ambos casos fue pensar que habría una fuerte pérdida en el poder adquisitivo del dinero y entraron a comprar oro. A pesar de que la respuesta fue correcta, los mecanismos de transmisión monetarios no son inmediatos. Tanto con al comienzo del QE como en el año 71, el precio del oro aumentó muy rápido por unos dos o tres años, para después corregirse en alrededor de un 50%. Entre el año 74 y el 76, los consumidores perciben que están perdiendo una gran cantidad de poder adquisitivo, el oro se dispara en un 700% – 800%. Si se regresa a la situación actual con la llegada el QE, podemos ver que hasta ahora el oro ha repetido el mismo comportamiento que en los años 70, con una subida inicial y una nueva corrección del 50%, pudiendo estar en la antesala de una fuerte subida”.
El regreso del oro
Para dar contexto a la situación actual, Ned Naylor recordó que tras el abandono del patrón oro, Nixon visitó al rey de Arabia Saudí y acordó dar protección militar a cambio de que el dólar se convirtiera en la única moneda en la que se comercializaría el petróleo y que se reinvertirían las ganancias en bonos del Tesoro. “Dos años después, la totalidad del mercado del crudo operaba con la divisa estadounidense, y esto creó un sistema que funcionó a base de petrodólares, que ha estado en vigor desde los años 70. Pero que en la actualidad se ve amenazado, particularmente por la actuación de China que está sorteando el sistema. Todo lo que sea ha visto en términos de geopolítica está relacionado con este punto, la pérdida del control del sistema de petrodólares. Hasta hace solo 3 años, todo el mundo seguía utilizando únicamente el dólar como mecanismo de transmisión para las ventas de crudo y gas a nivel global, pero esto ha comenzado a cambiar y no regresará al punto anterior. Existen tres posibles resultados a este entorno cambiante en el que todos ellos implican al oro, la solución oriental, la solución occidental y la solución global”.
Para explicar la solución oriental, el gestor se enfoca en la Bolsa Internacional de Oro de Shanghái para explicar cómo el sistema del patrón oro está regresando a China y el papel que Rusia, Irán, Catar y Arabia Saudí están desempeñando como productores de crudo. Estos países están vendiendo parte de su petróleo en renminbis para después convertir esta divisa en oro físico en el la Bolsa Internacional de Oro de Shanghái. “Es algo que está sucediendo ahora de una manera sustancial y que representa un enorme cambio con respecto al sistema monetario global. No esperen ver noticias en los grandes periódicos a cerca de ello porque es un giro estratégico muy importante en la cuestión de poder y es un regreso hacia un punto donde hemos estado anteriormente en la historia. No es algo nuevo, es el mismo patrón que se acordó tras la Segunda Guerra Mundial”.
La solución occidental pasa por tener más de un 25% de las reservas totales de los bancos centrales en oro, siendo éste el segundo mayor activo en su balance, estando soportada por el oro, aunque no esté explícitamente respaldada por el oro. “El oro es el único activo que no representa una obligación para la contrapartida. El euro tiene una enorme cantidad de oro respaldando sus activos, pues fue diseñado hace unos 15-20 años por los dirigentes de los bancos centrales en un contexto en el que solo se utilizaba el papel como instrumento monetario. En concreto, Alemania, Italia, Francia y Grecia tienen unas reservas de oro superiores al 60%”.
En último lugar, la solución global, muy probablemente tenga en cuenta el oro. El año pasado el Fondo Monetario Internacional admitió al renminbi como moneda aceptada dentro de los derechos especiales de giro (Special Drawing Units o SDR), generando un dinero más global, que reduce las fricciones y los costes de las transacciones, mejorando la capacidad de vigilancia de los países. De nuevo Naylor explica la importancia del oro en este modelo: “Este modelo no funcionaría si no estuviera el oro actuando como árbitro en medio de esta contienda, estableciendo disciplina y hacer que el modelo funcione correctamente. Esta inclinación por el oro está sucediendo en su mayoría en Asia y en Europa también se está yendo en esa dirección. Es posible que el periodo comprendido desde 1971 hasta hoy sea sólo una excepción”.
La llegada de las criptomonedas
En una portada de la publicación “The Economist”, con fecha de enero de 1988, la revista avanzaba la llegada de una divisa global utilizando un ave fénix con una moneda de oro colgando de su cuello, resurgiendo de las cenizas del papel moneda, prediciendo que la fecha de emisión sería 2018 y con un símbolo criptográfico, frecuentemente utilizado en la cultura de los hackers, en el centro de la moneda.
Según Ned Naylor, aquellas personas que no creen que la llegada de las criptomonedas no es una revolución no están comprendiendo bien lo que está sucediendo. “Bitcoin y Blockchain están cambiando todo el sistema de pagos, promoviendo una enorme desintermediación en el sistema financiero, en particular en Asia, donde se ha acelerado la aplicación de la tecnología Blockchain y del Bitcoin, que muy probablemente tengan consecuencias desinflacionarias”.
Para finalizar, el experto de Old Mutual habla de la parte positiva de la irrupción del Bitcoin y de la cadena de bloques o Blockchain, recordando a la gente lo que debe ser el dinero: un depositante de valor, una unidad de cuenta y método de cambio de valor. “Antes de 1971, el oro realizaba las tres funciones, pero fue siendo reemplazado por dinero de papel, que no es depositante de valor, pues no es un activo en sí mismo. A su vez, Blockchain resuelve parte de los problemas del oro, su portabilidad, su visibilidad y la facilidad con la que permite realizar transacciones, por lo que Blockchain está allanando el camino para que el oro resurja en el sistema financiero de manera formal como divisa global. El próximo sistema monetario será oro potenciado por la criptografía. Supone una enorme recompensa para el sistema cambiar a este tipo de monedas, con una supervisión total de los pagos”.