Hace un año, Citi GPS publicó su cuarto informe perteneciente a la serie de “Citi GPS. El coche del futuro”. Dicho informe se centró en el futuro de la movilidad, augurando un futuro con robotaxis, el auge entre 2020 y 2021 de los vehículos con características propias de los coches autónomos o la expansión de los modelos de suscripción para usar estos vehículos.
¿Qué ha cambiado en 12 meses? Hoy en día, los fabricantes de automóviles se ven obligados a adivinar las características que los consumidores demandan y, a su vez, los consumidores se ven obligados a tomar una decisión en el momento de la compra, pudiendo no tener claro qué características prefieren. Según los autores del informe, para acabar con esta dinámica, el desarrollo de un modelo de suscripción permitirá a los fabricantes ofrecer paquetes con las características de los coches autónomos a precio de coste, mientras que ellos se beneficiarían de las suscripciones a servicios de conducción que se activarían más tarde.
En el campo de la tecnología, el informe señala que la regulación de los ADAS (sistemas avanzados de asistencia al conductor) hasta ahora se había centrado en el frenado de emergencia automático y, en menor medida, en las advertencias de salida del carril. El ADAS 2.0 implicará una perspectiva de cobertura de detección más amplia y un software cada vez más exigente.
Respecto al consumo, según detalla el informe, hoy en día la mayoría de los automóviles que circulan son propiedad de los usuarios o alquilados por los consumidores a través de una red de concesionarios. Sin embargo, en el futuro, los consumidores de las zonas urbanas y suburbanas tendrán más probabilidades de utilizar el robotaxi o unirse a una red de suscripción de vehículos autónomos para trasladarse de un punto a otro.
Según subraya Enrique Porta, socio responsable de Consumo y Retail y soluciones digitales de KPMG, las marcas de fabricantes se han ido convirtiendo cada vez más en proveedores de movilidad y de soluciones para desplazarse de un punto X a un punto Y. “Ya no es tan importante producir un coche eficiente destinado a cubrir una serie de capacidades emocionales y funcionales. Ahora hay que proveer la mejor alternativa de movilidad para cada persona en cada momento». Por ello, para las empresas, lo más importante es conocer al cliente, anticiparse a sus necesidades y asegurar que la organización se va adaptando a proveer lo que necesita. “Esto es más relevante que controlar todo el proceso productivo end to end y aquí reside el gran cambio de paradigma”, señala Enrique Porta.
Sin embargo, según apunta Begoña Cristeto, socia responsable de Automoción de KPMG en España, en el informe Urbe-Movilidad de KPMG, la autonomía es un proceso gradual y la plenitud no va a llegar de hoy para mañana. “Ahora estamos en un nivel II. Se alcanzará la autonomía plena cuando un vehículo se pueda comunicar con todos los elementos del resto de la ciudad y para eso es necesario el despliegue definitivo de la red 5G, que la gente piensa que es algo fácil, que se puede cursar sobre el cableado ya establecido de 4G, pero no. Requiere un despliegue totalmente nuevo. Para que nos entendamos, hay que mallar España de nuevo y eso demanda una importante inversión”.
En este sentido, ya son muchas las gestoras que consideran estas predicciones como una clara tendencia de futuro, algo que han reflejado en sus fondos de inversión temáticos como el de Amundi o BNY Mellon.