El banco de inversión y gestión de activos Miraltabank ha registrado en la CNMV Pulsar II, un FIL especializado en la financiación de pymes. Al igual que su predecesor, Pulsar I, este producto se centrará en la inversión deuda euro con la vista puesta en las emisiones de las pequeñas y medianas compañías principalmente españolas. Su plazo de inversión es de ocho años y está dirigido a inversores profesionales con una inversión mínima inicial de 100.000 euros.
El fondo cuenta con mayor rentabilidad al tratarse de deuda a pymes por debajo del radar de fondos y bancos. Además, cuenta con calendarios de pago de intereses y principal preestablecidos y dividendo trimestrales del 5% anual.
“Desde Miraltabank consideramos que Pulsar II sigue la línea de éxito de su fondo predecesor y la experiencia nos muestra que es la propuesta adecuada para aquellos inversores que estén interesados en rendimientos atractivos y predecibles en un entorno macro donde la inversión en la renta fija tradicional está siendo muy compleja”, señala Ignacio Fuertes, director de Inversiones de Miraltabank.
La firma ha decidido seguir apostando por el direct lending tras el éxito de Pulsar I, que ha cerrado recientemente concediendo 32 millones de euros en crédito a pequeñas y medianas empresas principalmente españolas. En total, han completado 24 inversiones en diversos sectores de la economía y cuyo uso de fondos ha variado desde el crecimiento y/o capex hasta refinanciación o circulante.
Con una rentabilidad cercana al 7,5%, Pulsar logró posicionarse como uno de los mejores fondos de inversión a nivel internacional en un año catastrófico para la renta fija.
“El endurecimiento de las condiciones financieras por parte de bancos centrales, unido a unos estándares crediticios más exigentes por parte de la banca, dificulta el acceso a la financiación a empresas y en especial a pymes, inmersas en un proceso de relocalización de la producción. Sabemos que la inversión en deuda con garantías reales ofrece una gran mejora en términos crediticios así como una diversificación y descorrelación con los mercados financieros tradicionales”, concluye Fuertes.