En un entorno volátil, inflacionista y con restricciones monetarias, los activos privados pueden proporcionar protección contra las subidas de tipos y rentabilidades atractivas. La regulación, que facilita el acceso a los minoristas, es otro factor que está allanando el camino a estas inversiones. Por eso las gestoras y las bancas privadas españolas están poniendo sofisticando e impulsando su oferta. En esta entrevista con Funds Society, Milagros Méndez, directora en Mercer Investments y especialista en Inversión Sostenible, nos habla de las principales tendencias en los mercados privados, que admiten además una perspectiva ESG.
Los mercados tradicionales se están complicando, con las consecuencias negativas de las subidas de tipos para la renta fija y la fuerte volatilidad en bolsa. En este escenario, ¿son los activos alternativos privados e ilíquidos un “must” en las carteras de los inversores?
Los activos alternativos privados son ahora y siempre un «must». Deben formar parte de una cartera con una estrategia de inversión robusta y bien diversificada. Los activos alternativos permiten el acceso a oportunidades fuera del mundo cotizado que aportan un tipo de retorno con cierta descorrelación con los mercados tradicionales y añaden diversificación, rentabilidad y estabilidad a las carteras.
¿Qué ventajas ofrecen estos activos en este entorno, qué rentabilidades se esperan, pero también cuáles son los riesgos?
Algunas de las estrategias de los mercados alternativos ofrecen baja volatilidad, tipos de interés variables para navegar en un entorno de subida de tipos y otras (activos reales) protección frente a la inflación.
¿Es la iliquidez un importante hándicap?
Para invertir en estos activos, antes hay que analizar el perfil del inversor y, si su horizonte de inversión lo permite, la iliquidez no debería ser un problema, y sí una fuente más de rentabilidad al estar primada.
Es cierto que hasta ahora la inversión en estos activos estaba más reservada a los inversores profesionales, pero con los cambios legislativos, el acceso para el minorista es más fácil. ¿Son para todos los públicos estos activos?
Siempre que el volumen de la cartera del cliente permita una diversificación adecuada, es importante que estos activos formen parte de ella por los beneficios que aportan (anteriormente mencionados). Por ello la “democratización” de los activos alternativos con la reducción del ticket mínimo es fundamental.
En este marco de mayor necesidad debido a la situación de los mercados y también mayor facilidad legal, las gestoras nacionales e internacionales están impulsando sus estrategias y sus capacidades. ¿Veis una clara tendencia en este sentido?
Estamos viendo recientemente una clara tendencia de sofisticación de oferta en las bancas privadas españolas, apoyándose para ello, en muchos casos, en entidades internacionales con amplia experiencia en la selección de los mejores gestores.
¿Creéis que es una “obligación” también de las gestoras, que en este entorno tienen que ofrecer productos alternativos ilíquidos o acceso a los mercados privados?
Siempre y cuando la cartera de los clientes permita una diversificación adecuada y su horizonte de inversión esté acorde a este tipo de productos, consideramos fundamental que las gestoras lo tengan como parte de su oferta.
¿Creéis que las gestoras españolas están reaccionando bien, lanzando nuevos fondos, contratando personal especializado, lanzando nuevos departamentos de inversión, o falta mucho por hacer? ¿Hay una buena oferta en España para acceder a los mercados privados?
Las gestoras españolas están empezando con precaución, pero con firmes apuestas. De momento generalmente subcontratando los servicios de casas con experiencia tanto en la gestión como en la selección de gestor.
La oferta ha estado muy concentrada en los últimos años, pero recientemente están surgiendo nuevas alternativas que van a permitir al cliente final, tanto institucional como particular, tener una cartera diversificada de este tipo de activos.
Y los asesores financieros: ¿están respondiendo bien y asesorando bien sobre este mercado? ¿Qué retos tienen por delante?
Las bancas privadas y las instituciones financieras en las que se apoyan estos asesores están haciendo un esfuerzo importante de formación en este tipo de activos.
Aunque siempre depende del perfil de riesgo… ¿qué porcentaje aproximado deben tener los inversores en alternativos ilíquidos?
Como bien dices, depende mucho del perfil de riesgo, pero en la sesión que presenciamos recientemente en nuestro Global Investment Forum, conocimos de mano de nuestros ponentes invitados que el porcentaje en clientes de banca privada oscila entre un 10% y un 20% de la cartera. En el caso de los inversores institucionales recomendamos un porcentaje similar.
¿Qué estrategias os parecen más atractivas en la actualidad: private equity y mercados privados, infraestructuras, real estate, deuda privada….?
Va a depender mucho del perfil del cliente, sobreponderando deuda privada e infraestructura los más conservadores, y private equity y real estate los que tienen objetivos de rentabilidad más ambiciosos.
En este entorno todos los activos tienen sentido: la deuda privada por estar referenciada a tipos variables puede aprovechar un entorno de subida de tipos; la infraestructura y el real estate por ser un hedge natural frente a la inflación; y el private equity por dar acceso a un espectro cada día mayor de oportunidades (en EE.UU. el 80% de las empresas no cotizan).
¿Es posible, e incluso más importante todavía, la inversión en alternativos desde una óptica sostenible? Es decir, ¿es posible aplicar los criterios ESG a la hora de invertir en activos privados?
La inversión en activos no cotizados permite un mayor control de las compañías en las que invierten y por tanto el gestor tienen mayor capacidad de influencia en imponer factores ESG en las políticas internas de dichas compañías.