Los inversores en criptoactivos viven con euforia este final de año. El bitcoin inicia la semana superando los 98.000 dólares y acercándose cada de vez más a la barrera de los 100.000. Según los expertos, con la contundente elección de Trump como el 47.º presidente de los Estados Unidos, la incertidumbre ha llegado a su fin, y la principal fuente de inestabilidad ha desaparecido. «Como resultado, una de las más grandes economías del mundo, como es la estadounidense, está preparada para implementar una regulación liberal y favorable para el sector de las criptomonedas. Lo que supone un paso adelante significativo», afirma Mireya Fernández, Country Lead de Bitpanda para el Sur de Europa y CEE.
Según esta portavoz de Bitpanda, los avances positivos de los últimos años, como el incremento de la adopción de activos digitales por parte de inversores minoristas, la regulación del mercado cripto en Europa, los recortes en las tasas de interés de los bancos centrales y la integración de las criptomonedas en los sistemas financieros tradicionales y las carteras bancarias, están comenzando a demostrar todo su potencial. «El mercado está ávido y los precios siguen marcando una tendencia alcista. El hecho de que el bitcoin alcance los 100.000 dólares no representa simplemente una cifra, sino un auténtico punto de inflexión para el sector cripto”, añade.
En opinión de Manuel Villegas, analista de Activos Digitales en Julius Baer, los precios se mantienen fuertes, cerca de los 90.000 dólares, respaldados por sólidos fundamentos. «La demanda de productos al contado, las posiciones en derivados y las intenciones corporativas de añadir bitcoin a las reservas del tesoro son elementos clave que enmarcan esta situación. De cara al futuro, es probable que haya volatilidad. Los precios son altos y el mercado está relativamente sobreextendido, pero con una sólida base de demanda, es posible que esta tendencia se mantenga. Vemos pocos obstáculos significativos en el corto plazo para bitcoin», apunta el analista.
La cuestión del custodia
Este fuerte comportamiento de la criptomoneda pone de relevancia uno de los aspectos que más preocupa a los inversores, en particular a los institucionales: la custodia. Según una encuesta elaborada por Nickel Digital Asset Management (Nickel), a inversores institucionales y gestores de patrimonios en EE.UU., Reino Unido, Alemania, Suiza, Singapur, Brasil y los Emiratos Árabes Unidos -que en conjunto gestionan más de 800.000 millones de dólares en activos- la custodia es un problema mayor que la volatilidad. Durante el estudio, Nickel pidió a los encuestados que clasificaran seis barreras para invertir en activos digitales y calificaron la falta de una autoridad centralizada como la segunda barrera más grande, seguida por los problemas de ESG y el riesgo de manipulación del mercado. Por su parte, la incertidumbre sobre el entorno regulatorio fue calificada como sexta y menos importante.
Destaca que el 97% de los encuestado afirmó que el respaldo de una importante institución financiera tradicional es importante antes de considerar invertir en cualquier fondo de activos digitales o vehículo de inversión. La reciente volatilidad también está ayudando a animar a los escépticos a invertir: un 19% está muy de acuerdo en que las dislocaciones de precios han presentado oportunidades sólidas para invertir por primera vez o aumentar las asignaciones, con otro 76% ligeramente de acuerdo.
“La industria ha logrado avances significativos en la mitigación de los riesgos de custodia y contraparte a través de la adopción de soluciones de liquidación fuera de bolsa -una forma avanzada de custodia de activos digitales- en los últimos años, sin embargo, este conocimiento parece estar limitado fuera de la comunidad nativa digital. La participación cercana y el amplio apoyo de grandes instituciones financieras tradicionales es claramente un factor importante para muchos inversores, lo que hace que la mayor participación de BlackRock y Fidelity sea un movimiento muy bienvenido», señala Anatoly Crachilov, CEO y socio fundador de Nickel Digital.
Nuevos pasos
En este sentido, los inversores están viendo nuevos pasos. Según explica Villegas, dejando a un lado las expectativas sobre la mejora en el panorama regulatorio y legislativo en EE.UU., donde se espera que el Congreso actúe con rapidez, el optimismo de los inversores ha sido impulsado por las últimas nominaciones de Trump, el anuncio de nuevos departamentos como el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés, coincidiendo con el acrónimo de la moneda meme de criptomonedas), y, por último, las reservas corporativas. En su opinión, estos factores mencionados han llevado a los mercados a «poner el dinero donde se pone la boca», y los precios están, de hecho, bien respaldados por la demanda al contado.
«La dinámica del mercado está mejorando, y el 15 de noviembre, la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas (CFTC) aprobó las solicitudes de gestores de activos sobre opciones en algunos de los ETF de bitcoin al contado en EE.UU., lo que otorgará a los inversores mejores herramientas para cubrirse contra riesgos direccionales o especular aún más sobre el desempeño futuro del precio del bitcoin. Estos derivados deberían comenzar a negociarse en cualquier momento. De cara al futuro, es probable que haya volatilidad. Los precios son altos y el mercado está relativamente sobreextendido, pero con una sólida base de demanda, es posible que esta tendencia se mantenga. Vemos pocos obstáculos significativos en el corto plazo para bitcoin», concluye el analista de Julius Baer.