Ante los profundos cambios del mercado, tanto los ya existentes como los que se prevén, los inversores institucionales de todo el mundo están tomando medidas para posicionar mejor sus carteras de cara al futuro: desde aumentar las inversiones en infraestructuras y activos privados y reformular las hipótesis del mercado de capitales, hasta cuantificar mejor los riesgos y oportunidades del cambio climático y comprometerse con las inversiones de impacto. Estas son algunas de las conclusiones extraídas de la tercera Encuesta EQuilibrium a Inversores Institucionales Globales, que anualmente explora las percepciones y acciones de 800 inversores institucionales internacionales.
Según explica Mike Perry, responsable del Global Client Group de Nuveen, generalmente, los inversores mundiales están reevaluando sus puntos de vista sobre el riesgo y la rentabilidad y preparándose para un nuevo entorno de mercado: «Los inversores institucionales suelen adoptar un enfoque moderado y gradual de los cambios de cartera. Eso hace aún más sorprendente el grado en que los inversores contemplan o realizan hoy cambios muy significativos».
En lo que respecta a las estrategias de cartera, el 59% de los inversores de todo el mundo están replanteándose activamente, redefiniendo y reasignando o pulsando el botón de reinicio de sus carteras, siendo las aseguradoras más propensas que otros inversores institucionales a hacerlo. Concretamente, un 70% de estas ya lo está haciendo. La cifra más alta se registra en Alemania, donde el 74% de las aseguradoras están realizando o considerando realizar cambios significativos dado el actual entorno de mercado.
En la región EMEA el 49% de los inversores institucionales está reformulando su forma de calcular las hipótesis del mercado de capitales, el 41% está haciendo cambios significativos en la asignación táctica y el 30% está realizando cambios fundamentales en su asignación estratégica de activos.
Los inversores están respondiendo a un panorama de inversión extraordinariamente turbulento, marcado por el incremento de la inflación y la extrema volatilidad de los mercados, las guerras, las catástrofes climáticas y el malestar político y social. Además, los inversores señalaron que las perturbaciones en el suministro de energía, los cambios demográficos y la desglobalización son las principales megatendencias que afectarán a sus carteras en los próximos cinco años.
8 de cada 10 inversores mundiales opinan que nuestro mundo está cambiando radicalmente y las estrategias de cartera deben seguir el ritmo. A su vez, el 74% afirma que la influencia de la geopolítica, en particular, en las estrategias de inversión es mucho mayor hoy que en los últimos 30 años. Y más de la mitad, el 56%, coincide en que el actual entorno de inversión no se parece a nada que hayan visto antes.
«El entorno actual ha llevado a los inversores a identificar y aprovechar oportunidades en sectores que quizás antes habían pasado por alto. También se están centrando en objetivos de cartera más novedosos y en evolución, como el riesgo climático y el impacto», ha afirmado Perry.
Intensificar la mitigación del riesgo de inflación y las inversiones privadas
A escala mundial, el 64% de las instituciones están dedicando más esfuerzos a mitigar el riesgo de inflación y esperan emplear estrategias para combatir la inflación durante dos o más años. El consenso de los inversores es que la inflación seguirá siendo una amenaza para la rentabilidad de las carteras al menos hasta 2024.
A la hora de fijar una serie de activos para capear la inflación, se vio como primera opción las infraestructuras privadas. Otras opciones populares fueron la renta variable, las materias primas, los bonos vinculados a la inflación y el sector inmobiliario privado. Asimismo, los inversores siguen apostando por los mercados privados.
A pesar de que el descenso de las valoraciones en los mercados cotizados ha provocado un mayor desplazamiento de los saldos de las carteras hacia los mercados privados, el 63% de los inversores mundiales prevén un aumento gradual de los activos privados en los próximos cinco años y el 8% espera que sea significativo.
Notable aumento de las asignaciones alternativas previstas, sobre todo en infraestructuras
En comparación con los últimos años, el interés por los activos alternativos se ha disparado: en 2020 y 2021, entre el 25% y el 35% de los inversores mundiales afirmaron que tenían previsto aumentar sus asignaciones a las principales categorías de clases de activos alternativos. En 2022, las cifras aumentaron hasta situarse en el rango del 43% al 58%.
El activo más habitualmente elegido por los inversores que planean aumentar sus asignaciones alternativas fueron las infraestructuras, elegidas por el 59% de los inversores en la región EMEA. Los inversores indicaron que están utilizando las infraestructuras para toda una serie de soluciones. Las infraestructuras privadas fueron las más elegidas para mitigar el riesgo de inflación y la deuda de infraestructuras fue la primera opción para las asignaciones a crédito alternativo. Además fueron elegidas con mayor frecuencia como la clase de activos que los inversores están priorizando para su estrategia de riesgo climático. Los inversores están recurriendo a las infraestructuras para ayudar a proteger las carteras de la inflación, entre otras necesidades fundamentales como aumentar la rentabilidad y mitigar el riesgo climático, tal y como explicó Perry: «La capacidad de las infraestructuras para desempeñar múltiples funciones es un motor clave del aumento de las asignaciones».
También ha aumentado notablemente el interés por las inversiones en terrenos agrícolas y forestales. El 21% de los inversores institucionales de la región EMEA tiene previsto aumentar sus inversiones en madera y el 18% en tierras de cultivo, lo que supone un aumento significativo con respecto al 2%, en ambos casos, de 2021.
Además, escala mundial, crece la importancia de la gestión y notificación de riesgos climáticos. La mayoría de los inversores tienen en cuenta el riesgo climático a la hora de tomar decisiones de inversión y un 22% tiene previsto hacerlo. Esta cifra es mayor en EMEA, donde el 90% de los inversores ya tienen en cuenta o prevén tener en cuenta el riesgo climático
«Estas consideraciones pueden traducirse en medidas como invertir en nuevas oportunidades de energía verde, reducir las asignaciones a empresas o sectores con elevadas emisiones de carbono y comprometerse activamente con los equipos directivos para abogar por políticas más respetuosas con el clima», indicó Amy O`Brien, Global Head of Responsible Investing de Nuveen.
En cuanto a los inversores que tienen en cuenta el riesgo climático o planean hacerlo, dos de cada tres afirman que el riesgo climático es a día de hoy un factor más determinante en la gestión del riesgo que hace cinco años y en la región EMEA el porcentaje alcanza el 72%.
A escala mundial, el 44% afirma que informa sobre los riesgos y parámetros climáticos, y el 38% indica que aún está estudiando cómo crear un marco de divulgación. Sólo el 16% dice no informar sobre el riesgo climático a las partes interesadas o a los reguladores, pero esta cifra aumenta significativamente, hasta el 41%, en Estados Unidos.
O`Brien anunció que, aunque la mayoría de los inversores están empezando a desarrollar procedimientos específicos de información sobre el riesgo climático, hay un alto porcentaje que se centra en el riesgo climático, entendiéndolo como fundamental para los objetivos de su cartera «.
Inversiones de impacto alineadas con los objetivos de la Estrategia Climática
En EMEA, el 81% de los inversores tiene en cuenta o prevé tener en cuenta el impacto en el medio ambiente y la sociedad a la hora de tomar decisiones de inversión, un porcentaje ligeramente superior al mundial, que se sitúa en el 74%. De este grupo global de inversores centrados en el impacto, el 61% está de acuerdo en que las inversiones de impacto serán una asignación cada vez más importante para ellos en los próximos años. El 45% afirma que espera obtener la misma rentabilidad de una inversión de impacto que de una inversión tradicional comparable, el 23% no lo espera y el 32% se muestra neutral.
Y es que la inversión de impacto sigue siendo un área nueva para muchos inversores, pero a medida que aumenta el número y la variedad de las inversiones y se amplía el historial, adquiere cada vez más importancia y los inversores están cada vez mejor informados y se sienten más cómodos en este ámbito. O`Brien garantiza: «La asignación a inversiones de impacto es una cuestión tanto de rentabilidad financiera como de credibilidad, y podemos solucionar ambas cosas mediante un cálculo, una transparencia y una información más sólidos y normalizados».
Entre los inversores centrados en el impacto, el 48% alinea el impacto con sus objetivos de estrategia climática, por lo que no sorprende que las principales opciones de inversión de impacto fueran las innovaciones energéticas, con un 69%, y los proyectos de infraestructuras con un 62%. Pero también se seleccionaron las inversiones sociales, ya que el 33% de los inversores manifestaron interés por la vivienda asequible.