El apetito de los inversionistas por el private equity se ha mantenido alto en 2018, a pesar de las preocupaciones sobre los precios y los rendimientos futuros. El 92% de los inversores encuestados por Preqin indicaron a finales de 2017 que tenían la intención de comprometer tanto o más capital en 2018 como en el año anterior, y más de un tercio tenía la intención de involucrar a más fund managers en sus proyectos.
Esto se ha confirmado en el primer trimestre, ya que los inversores han buscado compromisos más grandes con una mayor cantidad de fondos.
La proporción de inversores activos con compromisos previstos superiores a 50 millones de dólares durante los próximos 12 meses aumentó desde el 51% del primer trimestre de 2017 al 63% un año después, mientras que la proporción de inversores comprometidos con más de tres fondos subió al 60%.
Los inversores parecen estar apuntando a estrategias de private equity, y todas las categorías como inversiones en adquisiciones, venture capital y fondos de crecimiento han registrado aumentos, junto con el interés en Asia-Pacífico y las inversiones en mercados emergentes. Por el contrario, el interés en los fondos de fondos y vehículos secundarios cayeron marcadamente desde el año anterior.
Aunque los inversores buscan diversificarse en regiones más allá de Norteamérica y Europa, aparentemente prefieren hacerlo a través de fondos de renta variable, en lugar de vehículos secundarios o indirectos.
“El primer trimestre de cada año generalmente registra una desaceleración en el fundraising tras lo que suele ser una oleada de cierres de fondos al final del año. Sin embargo, en el primer trimestre de 2018 hemos registrado la cifra más baja de cierre de fondos cinco años. El capital permanece concentrado entre los principales gestores: más de la mitad (59%) del capital recaudado en el primer trimestre fue a parar a los 10 fondos más grandes”, explica Christopher Elvin, responsable de productos de Private Equity de Preqin.