De acuerdo con la Encuesta de Inversores Institucionales Globales de Fidelity, los inversionistas institucionales están buscando formas de diversificar las fuentes de inversión en preparación para un rendimiento potencialmente más bajo o un entorno de mercado más volátil.
La encuesta examina qué es lo más importante para 905 inversores institucionales en 25 países que representan 29 billones de dólares (trillion en inglés) en activos bajo gestión (AUM).
De cara al año 2025, cuando se les pide que compartan sus estrategias de construcción de cartera, las instituciones con 1.000 millones o más en AUM generalmente esperan realizar los cambios más significativos en su asignación de activos, incluido el aumento de las inversiones en gestión activa, pasiva no tradicionales, alternativos, estrategias sin restricciones y derivados.
La encuesta de Fidelity encontró que las instituciones están siguiendo diferentes enfoques de construcción de cartera en parte debido a sus expectativas para el futuro. Los inversionistas institucionales dijeron que al considerar sus carteras de inversión, su principal preocupación era un entorno de bajo rendimiento (21%), seguido de cerca por la volatilidad (17%).
«Las instituciones se dan cuenta de que a largo plazo, la actividad del mercado ya no puede ser suficiente para generar retornos, por lo que tienen que trabajar más inteligentemente para alcanzar sus objetivos», dijo Jeff Mitchell, director de inversiones de Fidelity Institutional Asset Management. «Las instituciones están reestructurando sus carteras para reflejar este ecosistema de inversión cambiante, ya sea aumentando las asignaciones a ciertos estilos de inversión o clases de activos, o adoptando nuevas estrategias de inversión».
Si bien muchas instituciones de todos los tamaños planean realizar cambios en sus enfoques de inversión, la encuesta de Fidelity encontró que las instituciones más grandes, definidas como aquellas con 1.000 millones o más en AUM, tienen muchas más probabilidades de planificar los siguientes cambios en la asignación de activos que las instituciones con menos de 1.000 millones en AUM:
Las instituciones más grandes esperan disminuir las asignaciones pasivas y aumentar las asignaciones en gestión activa y pasiva no tradicional, incluidas las estrategias basadas en factores, no ponderadas por capitalización u otras «smart beta». Las instituciones más pequeñas también planean usar cada vez más estrategias pasivas no tradicionales, pero como grupo tienen menos probabilidades de reducir la exposición pasiva tradicional y aumentar el uso de estrategias activas; sin embargo, actualmente tienen asignaciones más altas de estrategias administradas activamente (58% contra 44% de las instituciones en general).
Las instituciones más grandes dijeron que planean aumentar el private equity y las asignaciones de infraestructura con más frecuencia que las instituciones más pequeñas. Sin embargo, las instituciones de todos los tamaños pretenden disminuir las inversiones en capital de mercados desarrollados y aumentar las participaciones de capital de mercados emergentes.
Las instituciones más grandes esperan usar más estrategias no restringidas y derivados en el futuro, mientras que las instituciones más pequeñas tienen menos probabilidades de usar estas estrategias.
«Las instituciones más grandes pueden estar liderando la tendencia hacia la reestructuración de sus carteras, pero esperamos que estas tendencias se adopten de manera más amplia en toda la industria de la gestión de la riqueza», dijo Judy Marlinski, presidenta de Fidelity Institutional Asset Management.
Según la encuesta, las instituciones también reconocen la influencia de la tecnología en los mercados y las estrategias de cartera: el 62% espera que los avances en tecnología, como los algoritmos de negociación de alta frecuencia y las estrategias de inversión cuantitativas, hagan que los mercados sean más eficientes.
«La tecnología sigue cambiando fundamentalmente la industria y la forma en que pensamos en invertir», dijo Marlinski. “Alentamos a las instituciones a colaborar con sus socios de inversión, tanto los inversionistas como los administradores de activos pueden trabajar para fomentar una cultura de innovación en la inversión y apoyarlo mediante el desarrollo de procesos adecuados para la due diligence y el monitoreo de los resultados».
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