Dicen algunos que innovar es una actividad de riesgo cuyo principal riesgo es no practicarla. Una máxima que parecen tener muy claro en la industria de gestión de inversiones, donde el cambio es una de las pocas constantes. En el universo de los fondos cotizados, los proveedores se han embarcado en una carrera de fondo –a dos velocidades, en EE.UU. y Europa- para “estar a la última” y responder con celeridad a las demandas de los inversores, quizá porque saben, como decía Steve Jobs, que “la innovación es lo que distingue a un líder de los demás”. El surgimiento de ETFs con vencimiento en renta fija, productos temáticos o de dividendos en renta variable, vehículos que dan acceso a mercados privados y al universo cripto, o que usan estrategias propias de los hedge funds, que invierten como los políticos o que llevan el nombre de los influencers que los crean, con permiso de los ETFs de gestión activa –máxima expresión de la innovación en el sector- , son buena prueba de ello.
Una mirada por el retrovisor, aunque solo sea una década atrás, es suficiente para advertir cómo la industria de los ETFs ha pisado el acelerador y, en su camino hacia el futuro, ha hecho suya la máxima de que estatismo equivale a muerte. La chispa de la innovación ha prendido con fuerza en un sector dominado hace solo unos años por vehículos de gestión pasiva de renta variable, renta fija o materias primas y que ahora presume de ser pionero en dar acceso a activos digitales o nichos de mercado muy específicos –incluso activos privados, y de generar ideas como la gestión activa dentro de la gestión pasiva, tratando de ofrecer soluciones sofisticadas y más propias de la gestión activa en formato de fondo cotizado en lo que ya puede considerarse toda una revolución para el negocio.
“El mercado de ETFs en su conjunto es un sector en el que el crecimiento ha sido sostenido y se ha acelerado en los últimos años. El potencial es considerable: tanto si nos fijamos en los territorios como en el tipo de estrategias, o en los inversores que los adoptan (retail o más profesionales), todos esos ámbitos seguirán desarrollándose. Cuando el mercado pensó que ya estaba todo hecho, surgieron nuevas áreas: ETFs de gestión activa, más precisión en los mercados emergentes con un mayor enfoque en países específicos, temáticas, profundizar en la renta variable estadounidense, explotar el factor dividendo de forma más sólida, conquistar nuevos tipos de inversores y continentes. En esta fase, apenas hemos empezado a arañar la superficie de las posibilidades que ofrecen los ETFs y, con la entrada de nuevos participantes y la innovación de productos, este va a ser un sector muy apasionante del mercado”, indica Caroline Barone, Head of EMEA ETF Distribution en Franklin Templeton. “El vehículo ETF es muy versátil y los proveedores pueden ser muy creativos en cuanto a lo que quieren replicar siempre que exista liquidez subyacente y que la cartera esté suficientemente diversificada”, añade.
Con todo, algunas de las entidades ofrecen una visión crítica y se mantienen fieles a una filosofía más conservadora con respecto al papel de los ETFs en las carteras, como Vanguard. Simone Rosti, responsable para Italia y el Sur de Europa en la gestora, advierte de caminos demasiado innovadores que pueden no ser adecuados para los inversores: “Desde su aparición hace unos 25 años, los ETFs han democratizado el terreno de juego. El vehículo ETF no sólo se ha convertido en el método elegido por los inversores profesionales y finales por igual, sino que además ha contribuido y sigue contribuyendo a convertir a ahorradores de todo el mundo en inversores. En Vanguard, creemos que el ETF, si se utiliza correctamente como forma de diversificar ampliamente e invertir a largo plazo y a bajo coste, es el medio perfecto para que cualquier inversor acumule patrimonio para la previsión de la vejez. Sin embargo, observamos algunas innovaciones en torno a los ETFs que pueden no servir bien a los inversores”, advierten.
En concreto, dice Rosti, “los productos de tendencia o nicho que utilizan el envoltorio de los ETFs tienden a tener una vida corta y pueden no apoyar adecuadamente a los inversores en su viaje”. Por eso, a pesar de las muchas “supuestas innovaciones” que vive el sector, en Vanguard mantienen una gama de productos muy centrada, ampliamente diversificada y orientada al largo plazo, adecuada para cada tipo de inversor, explican.
EE.UU., por delante
Más allá de estas advertencias, el grueso de la industria de gestión pasiva ha abrazado la innovación como un mantra, una senda en la que Estados Unidos lleva la delantera. “EE.UU. ha ido históricamente por delante de Europa. Las principales novedades se suelen desarrollar en ese lado del Atlántico y luego dan el salto cuando allí han alcanzado cierto punto de madurez. Europa, por lo general, suele avanzar en base a la incorporación de innovaciones estadounidenses”, comenta Silvia Senra, miembro del equipo de gestoras de fondos para BlackRock en Iberia. Como ejemplo más reciente están los mediáticos lanzamientos, vividos el año pasado, centrados en criptomonedas.
“En Estados Unidos, la innovación en el mundo de los ETFs es realmente destacable. Allí se han desarrollado productos que van mucho más allá de los tradicionales que replican índices bursátiles. Hoy en día existen ETFs temáticos que invierten en tendencias como la inteligencia artificial, la energía renovable o el metaverso y otros que se enfocan en activos como bonos, materias primas o criptomonedas. Además, se han creado ETFs con estrategias sofisticadas, como los apalancados (que amplifican las ganancias o pérdidas) o los inversos (que permiten ganar si los mercados bajan). Incluso se están empezando a lanzar ETFs de mercados privados, rompiendo así la barrera tradicional de la iliquidez de estos activos”, recuerda Pedro Santuy, director de ventas de ETFs e Indexados de BNP Paribas Asset Management, que también menciona el auge de los ETFs de gestión activa, iniciado en el país americano.
“Como en casi todos los aspectos del mundo financiero, Estados Unidos es la cuna de la innovación en ETFs. Aquí juegan un papel importante aspectos fiscales, regulatorios y de liquidez, que son más favorables que en Europa”, ratifica Álvaro Manteca González, CFA, miembro de CFA Society Spain y responsable de Estrategias de Inversión Banca Privada en BBVA Banca Privada, que enumera algunas de las innovaciones más importantes, como los ETFs activos de renta fija, ETFs de renta fija a vencimiento, ETFs de criptodivisas, vehículos que replican estrategias de inversión alternativa (arbitraje o estrategias long-short), ETFs de nicho en países y sectores muy específicos o ETFs semitransparentes que siguen estrategias activas, pero no revelan su composición.
Fiscalidad, regulación y tipo de inversor
El peso de la regulación es evidente: “Europa no cuenta con un único regulador, sino que cada país tiene el suyo, por lo que lanzamientos de nuevos productos tienen que asegurar que cumplen con los requisitos de todos los reguladores, sumando así una capa de complejidad que podría justificar en parte su posición con respecto a EE.UU.”, explica Senra. Para Manteca, “la fiscalidad y la regulación son factores clave. En el primer caso, la fiscalidad de los ETFs en Estados Unidos es más favorable, no porque el mecanismo operativo sea distinto, sino porque el sistema fiscal estadounidense maximiza las ventajas de las operaciones en especie. Del mismo modo, la fragmentación fiscal y normativa en Europa reduce estas eficiencias, dejando a los ETFs en desventaja relativa”.
«La fiscalidad y la regulación juegan un papel clave en el desarrollo y la proliferación de ETFs y estas diferencias entre EE.UU. y Europa pueden frenar ciertas innovaciones”, se muestra de acuerdo Santuy. “En Estados Unidos, la regulación es más flexible y fomenta la experimentación con productos financieros nuevos. Además, su fiscalidad favorece a los inversores individuales, lo que incentiva el desarrollo de ETFs que reparten dividendos o que exploran temáticas más específicas y nichos de mercado”. Y pone un ejemplo: los ETFs que siguen las inversiones de figuras públicas, como líderes políticos, han surgido en EE.UU. gracias a la transparencia obligatoria de ciertos registros financieros, como los reportes de inversiones de los congresistas. “Este tipo de producto probablemente tendrá barreras regulatorias o éticas en Europa, donde el uso de datos personales o financieros puede estar más restringido”, explica.
El experto hace referencia a ETFs surgidos el año pasado que replicaban las inversiones de líderes como Nancy Pelosi. “En Estados Unidos los congresistas pueden invertir en aquellas empresas cuyas industrias ellos mismos legislan. Eso ha hecho ricos a muchos y de manera totalmente legal. Hay un ETF que invierte en aquellas acciones que compran los miembros del partido demócrata (NANC) y otro que invierte en las acciones compradas por los miembros del partido republicano (KRUZ)”, explica Rueda. Otro tema interesante –y aunque sean productos muy nicho que ocupan un espacio limitado– es que incluso youtubers con millones de seguidores han sacado su propio ETF, aprovechando así el tirón que tienen.
“En Europa hay menos mercado para este tipo de productos porque la inversión minorista está menos desarrollada”, explica Tom Bailey, jefe de Investigación de HANetf. “Y es mucho más probable que estos productos sean comprados por inversores minoristas y mucho menos probable que un inversor institucional utilice un ETF de este tipo. Dicho esto, el mercado minorista está creciendo en Europa, por lo que es posible que en el futuro empecemos a ver vehículos similares”.
En la misma línea se pronuncian desde Franklin Templeton, donde piensan que la diferencia clave es el tipo de inversor, con Europa presentando un gran potencial de crecimiento en el segmento retail: “Los ETFs empezaron antes en el mercado estadounidense y han sido adoptados por diversos inversores, tanto institucionales como minoristas. En Europa, los ETFs siguen siendo utilizados principalmente por inversores más profesionales y por eso creemos que el mercado tiene un enorme margen de crecimiento, ya que acabamos de empezar a ver que más inversores retail prestan atención. Los ETFs tienden a atraer a los inversores más jóvenes, que ven en ellos un sistema ágil, fácil de usar y de supervisar incluso desde un teléfono. Alemania es un mercado en el que la aceptación de los planes de ahorro por parte de los perfiles retail ha sido significativa, y creemos que otros países seguirán su ejemplo”, explica Barone.
Un mensaje de avance para Europa
Con todo, los expertos recuerdan el potencial y la oportunidad de Europa en este ámbito. “Europa tiene una oportunidad para avanzar adaptándose a las nuevas tendencias de inversión siempre y cuando ajuste su marco normativo para no quedarse atrás”, defiende Santuy.
Paloma Torres, Ventas de ETFs y Fondos Indexados para UBS AM en Iberia y LatAm, recuerda que gran parte de la innovación en EE.UU. llega a Europa a través de otros vehículos: “En Europa, el mercado de ETFs comenzó a desarrollarse más tarde, y gran parte de la innovación que se produce en EE.UU. se cubre a través de productos de banca de inversión como certificados y notas estructuradas, ya que estos últimos tienen una regulación más flexible”.
Para César Muro, responsable de Xtrackers de España y Portugal en DWS, en Europa también se están dando muchas innovaciones que no hay que perder de vista: “El mercado de ETFs siempre ha destacado por su innovación y rapidez de respuesta en dar acceso a nuevas tendencias. El marco fiscal y el tratamiento dado a los fondos varían dependiendo de cada país. Tampoco tenemos unos mercados de capitales unificados sino fragmentados, donde el mismo ETF cotiza en varias bolsas. Sin embargo, la marca europea UCITS es muy fuerte y eficiente para muchísimos inversores, y gracias a ello se comercializa también en continentes como Latinoamérica o Asia. La regulación europea seguirá evolucionando y adaptándose. El ejemplo más claro es MiCA y el acceso a los activos digitales”, indica.
En la misma línea se pronuncian en HANetf: “Europa suele ir cinco años por detrás de EE.UU., y esto también puede aplicarse cuando se trata de innovar para ofrecer exposición a nuevas clases de activos”, reconoce Bailey. Pero también recuerda que muchas de las innovaciones están disponibles en el continente. Por ejemplo, en lo que respecta a los fondos temáticos, hay más de 200 fondos con casi 50.000 millones de dólares en activos y que a veces es Europa la que está a la vanguardia de la innovación, como en el caso del bitcoin. “En criptomonedas, Europa fue pionera. Un ETF UCITS no puede ofrecer exposición a una única materia prima como el bitcoin, pero la convención es utilizar la envoltura de materias primas cotizadas (ETC). Funcionan prácticamente igual que un ETF y se han convertido en la forma convencional de exponerse a clases de activos populares como el oro. Los emisores de fondos europeos pudieron utilizar esta envoltura para ofrecer exposición al precio al contado de bitcoin muchos años antes de que EE.UU. permitiera los ETFs de bitcoin al contado”, aclara.
No obstante, en lo referente a criptomonedas, Santuy matiza que la regulación europea ralentiza su adopción masiva, como sí ocurre en EE.UU.: “EE.UU. sigue siendo un líder en la innovación de ETFs basados en activos digitales. Aunque Europa tiene ya algunos ETFs o ETNs (productos cotizados) relacionados con criptomonedas, el marco regulatorio más estricto y las diferencias fiscales ralentizan su adopción masiva en comparación con el mercado estadounidense, donde la oferta es más variada”.
“El mercado de ETFs es, en general, muy dinámico. Vemos muchas innovaciones en EE.UU., pero Europa no se queda atrás, con muchas de ellas lanzadas bajo el formato UCITS en los últimos años, lo que refleja el aumento en términos de adopción por parte de los clientes”, explica Juan San Pío, director comercial de Amundi ETF, Indexing & Smart Beta para Iberia y Latam.
Este es el caso tanto de la renta variable como de la fija: en su caso, Amundi ha lanzado recientemente dos ETFs de renta variable diseñados para afinar la exposición a acciones estadounidenses de gran capitalización y el año pasado lanzó también la primera gama de ETFs UCITS de deuda pública euro con vencimiento fijo. Y recuerda que, «en el espacio ESG, Europa va a la cabeza: Amundi lanzó en 2024 uno de los primeros ETFs PAB (Paris-aligned benchmark) de bonos corporativos estadounidenses para apoyar la descarbonización de las carteras de renta fija».
En la misma línea, Muro también recuerda que a Europa se han traído muchas innovaciones, saca el caso del bitcoin, afirma que la exposición a índices desarrollados a nivel global como el MSCI World llegó mucho antes y pone algunos ejemplos de innovación en su gestora. “Por mencionar algunos hitos, en Xtrackers fuimos pioneros en dar acceso a cualquier inversor al tipo de interés a un día ofrecido por el BCE o la Fed a las entidades financieras. También en dar acceso al mercado de acciones A de la bolsa de Shangai y Shenzen, representado por el índice CSI 300. Recientemente, hemos dado también acceso a medianas y pequeñas compañías del mercado de acciones A chino a través del índice CSI 500 y hace unos años permitimos acceso por primera vez al mercado de bonos del gobierno chino en moneda local (renminbi). En inversiones temáticas ha habido muchísima evolución y hemos dado acceso a la segunda generación de inversiones sostenibles como índices enfocados en biodiversidad o a la cobertura de siete tipos diferentes de objetivos de desarrollo sostenible (ODS)».
En general, el mensaje es optimista en cuanto al potencial europeo de seguir la senda innovadora estadounidense: «Siempre que los ETFs se ajusten a los requisitos de los UCITS, pueden lanzarse en Europa. No creo que haya muchas limitaciones importantes. En Europa no se pueden incluir activos individuales como el oro o el bitcoin en un ETF, pero sí en una envoltura ETC. Esto no ha frenado la adopción de ETCs de oro o bitcoin en el continente», aclaran desde HANetf.
Los epicentros de la innovación
En los últimos años, la innovación en ETFs se ha centrado en activos y aspectos muy diversos, como la renta fija (con vehículos con income o fecha de vencimiento, o con gestión activa), la renta variable (con ETFs temáticos o de nichos geográficos), la inversión sostenible, los activos digitales y las criptomonedas, los mercados privados y estrategias alternativas, la personalización o la gestión activa, por poner algunos ejemplos. “Creo que es la parte de la industria de inversión más innovadora que existe hoy en día”, dicen en Invesco.
Para Senra, además del desarrollo de los fondos cotizados de gestión activa (que analizaremos más adelante), los puntos clave de innovación están en la renta fija y en el hecho de dotar de capilaridad a los productos tradicionales. “En renta fija, estos desarrollos se dan en ambas regiones y destacan especialmente los ETFs con vencimiento definido, que tienen algo más de recorrido en EE.UU., por lo que la gama es más amplia allí. BlackRock ha lanzado 25 de estos productos en Europa, que se enmarcan en la gama iBonds, favorecida por el entorno de tipos”, asegura. Sobre el segundo aspecto, la capilaridad, destaca que en su caso la innovación pasa principalmente por la ampliación de la gama de productos temáticos, con lanzamientos de ETFs centrados en la estructura de IA, por ejemplo, o el refuerzo de la gama de índices plain vanilla.
Santuy menciona los ETFs ESG, la tokenización y el blockchain, los ETFs personalizados, los de inteligencia artificial, o los ETFs mixtos como ejemplos de innovación fundamentales. Sobre estos últimos, los ETFs que combinan renta fija y renta variable, dice: “También conocidos como ‘ETFs todo en uno’, estos productos ofrecen soluciones simplificadas de asignación de activos. Están diseñados para equilibrar automáticamente el riesgo y el rendimiento, lo que los hace ideales para inversores que buscan diversificación sin complicaciones”.
Y sobre los sostenibles, ETFs que integran criterios de sostenibilidad en sus estrategias de inversión, explica que “están ganando terreno rápidamente, pues los inversores buscan cada vez más alinear sus carteras de inversión con sus valores y los ETFs ESG ofrecen una manera eficiente y transparente de hacerlo. La innovación aquí radica en la metodología de construcción de los índices, con ETFs que filtran empresas específicas o priorizan métricas muy concretas, como la huella de carbono”. Como ejemplo, BNP Paribas AM ha evolucionado desde índices sostenibles al lanzamiento de productos que replican índices tradicionales pero que aumentan las características sostenibles gracias a la metodología interna de su Centro de Sostenibilidad. De esta manera se seleccionan activamente las compañías que optimizan la cartera en dos sentidos: minimizando el tracking error a la vez que se maximizan criterios de sostenibilidad. Son los llamados ETFs con enfoque ESG activo, tanto en renta variable como fija.
Por su parte, en Franklin Templeton hablan de fondos cotizados que dan acceso a algunos mercados emergentes, como la India, o el espacio cripto: “Tenemos un par de estrategias de ETFs de criptomonedas en EE.UU., donde el uso de esta clase de activos se ha desarrollado recientemente. Se trata de un espacio aún incipiente en Europa, donde la regulación todavía se está configurando”.
En Xtrackers mencionan innovaciones temáticas en los campos de la inteligencia artificial, el big data, la movilidad futura o la innovación en el genoma humano, sin olvidar tampoco los activos digitales: “Ha sido un grandísimo avance el acceso a los activos digitales como las criptomonedas a través de un vehículo regulado que permite la conexión entre el mundo offchain (bolsa de valores) y onchain (blockchain). La siguiente fase será la tokenización de activos y el rol de los ETFs en dotar una capa adicional de liquidez”, dice Muro. Además, en renta fija destaca que se sigue viendo mucha innovación, por ejemplo en los ETFs Target Maturity (con vencimiento definido) o en el acceso a bonos de países emergentes impensables hace unos años, como los bonos gubernamentales de la India y emitidos en rupias. Otro hito, recuerda, “ha sido dar acceso a los derechos sobre emisiones de carbono mediante la estructura ETCs o ver en el año 2024 el primer ETF UCITS que da acceso a mercados desarrollados excluyendo EE.UU. (Xtrackers MSCI World ex USA UCITS ETF)”.
Sin olvidar los ETPs con apalancamiento: “Los ETPs con apalancamiento existen en Europa desde hace mucho tiempo. Nuestro CEO Hector McNeil fue pionero detrás de estos productos con su antigua empresa Boost ETP”, recuerdan en HANetf.
Además, hay ETFs que buscan beneficiarse de la disrupción que se está produciendo en diferentes industrias, con posicionamientos típicos de los hedge funds. A modo de ejemplo, si se piensa que Nvidia va a ser el líder mundial de su industria a costa de Intel, hay ETFs que se ponen largos en acciones de Nvidia y cortos en acciones de Intel. Son estrategias de valor relativo que han usado los hedge funds y fondos tradicionales y que ahora están disponibles en formato ETF. Algunos tienen posiciones apalancadas, por lo que estos serían más para el corto plazo, explica Rueda.
Para Torres, los puntos clave de innovación en el espacio europeo de ETFs son los ETFs activos y las estrategias alternativas. Santuy habla también de los ETFs personalizados, que están en auge: “En EE.UU., ya están apareciendo plataformas que permiten a los inversores crear su propio ETF personalizado. Estos productos ofrecen la posibilidad de diseñar carteras a medida basadas en las preferencias del cliente, ya sea en términos de exposición geográfica, sectorial o temática, al tiempo que mantienen la estructura eficiente y flexible del ETF”.
Gestión activa en ETFs
Pero si hay una innovación patente en esta industria es la gestión activa dentro del mundo de los fondos cotizados, de forma que gestores expertos toman decisiones para intentar superar al mercado en lugar de limitarse a seguir un índice. Estos vehículos han alcanzado un nuevo récord global en 1,17 billones de dólares a finales de 2024, según datos de la firma global de análisis liderada por Deborah Fuhr ETFGI. “Estos productos combinan la flexibilidad, liquidez y bajos costes típicos de los ETFs con un enfoque activo que busca aprovechar oportunidades específicas. Por ejemplo, hay ETFs activos que seleccionan cuidadosamente empresas con alto potencial de crecimiento o que gestionan el riesgo de forma dinámica según las condiciones del mercado”, explican en BNP Paribas AM.
“En estos momentos, la gran innovación en el ámbito de los ETFs, especialmente en Europa, sigue siendo este desarrollo, rompiendo con el mito de que ETF es sinónimo de gestión pasiva. Sin duda, los ETFs de gestión activa suponen una auténtica revolución en la industria, por su coste, transparencia, eficiencia y flexibilidad”, afirma Lorena Martínez-Olivares, responsable de ETF para España y Portugal de JP Morgan Asset Management.
“El mercado de fondos cotizados gestionados de forma activa ha experimentado un crecimiento constante en los últimos años: hoy suponen en torno al 6% de todo el mercado mundial de ETFs, pero en 2024 los flujos de ETFs activos han representado el 20% del total de los flujos netos en ETFs”, añade. Para la experta, una de las áreas con más potencial de desarrollo y crecimiento en ETFs es la renta fija –un mercado que podría alcanzar los 6 billones de euros en 2030, y casi una tercera parte de ese volumen (1,7 billones) corresponderá a ETFs de gestión activa. Por ello, en JP Morgan AM están poniendo especial foco en ETFs activos de renta fija.
“Una tendencia que hemos observado a lo largo de los años en EE.UU. y que está creciendo significativamente es el apetito por los ETFs de gestión activa. Franklin Templeton ha sido uno de los primeros en lanzar varias estrategias activas de renta variable y renta fija utilizando el vehículo ETF para llevarlas a cabo, lo que ha despertado el interés de los inversores hasta el punto de que han empezado a ser considerablemente importantes en proporción con el resto de la gama, que está más basada en índices. En Europa nos encontramos al comienzo, ya que los ETFs de gestión activa representan algo más del 2% del AuM total de ETFs”, afirma Barone.
“Dicho esto, la tendencia es similar, aunque el foco se ha centrado principalmente en estrategias de bajo tracking error frente a las de alta convicción”. La gestora es también en Europa pionera de los ETFs gestionados activamente y uno de los 10 principales proveedores en esa categoría. “Los proveedores todavía tienen que formar a los inversores para que comprendan plenamente este nuevo tipo de estrategia y cómo pueden utilizarse los ETFs activos”, advierte la experta.
En BlackRock destacan, en la misma línea, que su gama en EE.UU. es más amplia que la europea: “Los lanzamientos en Europa de BlackRock se han centrado en tres estrategias: renta fija a corto plazo/efectivo, productos de alfa (donde BlackRock cuenta con una gama de cinco productos que usan gestión sistemática y recientemente ha lanzado un producto de IA y otro centrado en la rotación de factores a nivel global), y estrategias centradas en generación de rentas. En esta categoría, BlackRock tiene un producto de renta variable global y otro estadounidense”, explica Senra.
“Los ETFs activos han sido populares entre los inversores estadounidenses que buscan exposiciones específicas, así como ante la ventaja desde el punto de vista fiscal frente a los fondos mutuos. Algunos inversores también buscan una gestión activa en determinadas clases de activos y estrategias, por ejemplo, en renta fija e inversión temática. En cuanto a Europa, algunos proveedores de ETFs con sede en EE.UU. han lanzado ETFs de gestión activa como una forma de diferenciar su oferta”, añade Torres, lo que demuestra que este camino de innovación ayuda a los proveedores a diferenciarse y a aportar valor.
“En conjunto, la innovación en la industria de los ETFs sigue creciendo a medida que las gestoras buscan satisfacer las nuevas demandas de los inversores y aprovechar los avances tecnológicos. Esto no solo amplía las opciones disponibles, sino que también acerca los mercados globales a todo tipo de inversores, democratizando aún más el acceso a la inversión, que es la razón principal que sustenta el crecimiento sostenido de este vehículo en las tres últimas décadas”, apostilla Santuy.
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