La búsqueda de retornos más allá de los activos tradicionales -en un contexto de tipos cero- y también de una mayor descorrelación en las carteras ha azuzado el apetito por los alternativos líquidos, es decir, los hedge funds en formato regulado y con liquidez diaria. Un segmento que está atrayendo con especial intensidad a inversores minoristas y bancas privadas, que buscan diversificar sus carteras más allá de las acciones y los bonos. Según Karim Leguel, Client Portfolio Manager de Hedge Fund Solutions en JP Morgan AM, frente a éstos, los inversores institucionales siguen más interesados en el espacio de los hedge funds u otros activos alternativos tradicionales, menos líquidos, puesto que sus inversiones son de largo plazo y no necesitan con urgencia esa liquidez -algo que les permite captar una prima mayor-.
Pero la liquidez diaria es clave para bancas privadas e inversores no institucionales y de ese interés se deriva la reciente apuesta de la gestora por JP Morgan Funds-Multi-Manager Alternatives Fund, un vehículo dentro del espacio de hedge funds líquidos con estrategia multigestor. No se trata de un fondo de fondos, explica Leguel en una entrevista a Funds Society en las oficinas de la gestora en Londres, sino de un vehículo que contrata a diferentes gestores en los que subasesora un porcentaje determinado de los activos. Una estrategia de este tipo, explica, permite mejorar la transparencia, asegurar la liquidez y resulta más económica para el cliente que un fondo de hedge funds tradicional.
De hecho, el vehículo solo tiene comisión de gestión y costes totales del 2%, y no cuenta con comisiones de rentabilidad, tan típicas en los fondos de hedge funds tradicionales. Porque, para el experto, las comisiones son clave en los fondos alternativos líquidos: “Estos vehículos no cuentan con la prima de iliquidez de la sí se benefician los hedge funds tradicionales, y necesitan también diversificar más y tener menos apalancamiento para cumplir con la normativa UCITS”. Así, el vehículo ha de generar alfa en estas nuevas condiciones, más restrictivas, de forma que los retornos también suelen ser menores. “Los costes tienen mayor importancia para permitir que estos fondos ofrezcan rentabilidad al inversor”, dice Leguel.
La clave: la selección del gestor
El proceso de construcción de la cartera del fondo de JP Morgan AM empieza detectando dónde están las mejores oportunidades en términos de rentabilidad-riesgo dentro del universo de gestión alternativa, por activos y estrategias, y se les designa un peso en la cartera. Actualmente, Leguel ve oportunidades en segmentos como el arbitraje de la volatilidad, estrategias de renta variable long-short no direccionales, arbitraje de fusiones o CTAs.
Y en segundo lugar, se busca a gestores que operen en esos segmentos, y se les otorga un peso basado en dos factores: la convicción (cuando más alta, mayor peso) y el riesgo (cuando más alto, menor peso). De hecho, la clave para formar la cartera es, sin duda, la selección de los gestores, responsable de entre un 65%-70% de su rentabilidad. Y máxime considerando la gran dispersión existente entre el universo de fondos alternativos líquidos, compuesto por unos 600 productos. La apuesta de JP Morgan AM es una cartera de gran convicción, sin sobre-diversificación, que actualmente está formada por tan solo nueve gestores, todos externos, y pretende tener un número comprendido entre 9 y 12 y un máximo de 15. Actualmente, dos gestores son europeos y el resto, de EE.UU.
El equipo de 35 analistas que se encarga del análisis y la selección ha de vigilar de cerca a los gestores, explica Leguel. JP Morgan AM lleva 21 años gestionando productos multigestor en el espacio de los hedge funds y tiene un gran conocimiento de ese universo. Para el experto, las ventajas de los multi-managers frente a los fondos con un solo gestor son la capacidad de ofrecer una cartera más diversificada, buena (si se es capaz de elegir a los mejores gestores y evitar problemas), líquida y eficiente en términos de costes, con una asignación dinámica de los activos y un universo de inversión más amplio.
Un gran diversificador
El principal riesgo para las estrategias de este tipo, defiende Leguel, es que se malinterprete el objetivo del fondo, que no es competir con los retornos de la renta variable, sino actuar como diversificador, debido a su baja correlación con los activos tradicionales (tiene una beta menor a 0,3). A lo largo de un ciclo pretende lograr retornos absolutos, que históricamente en las estrategias similares han sido de en torno a libor +6%/7% en términos netos.
Otro riesgo de la estrategia podría ser el entorno, más complicado para los hedge funds si hay un fuerte rally en los activos tradicionales, pues muchas estrategias, además, suelen dejar de contar con el favor de los inversores. Sin embargo, el experto habla de un escenario en el que la volatilidad seguirá siendo alta, y en el que las valoraciones de la renta variable son ajustadas y a la renta fija le queda poco recorrido tras las fuertes ganancias pasadas. Un entorno que sería propicio para estas estrategias alternativas. Leguel también considera que la regulación europea en materia alternativa (AIMFD) ayudará a la distribución y comercialización de este tipo de fondos.