Citigroup, cuyos clientes están financiando la construcción de muchos de los edificios de apartamentos más altos de Nueva York, está buscando proyectos similares en California y la entidad espera que estas ofertas distingan su oferta de la de su competencia.
“Muchos clientes, especialmente internacionales, tienen un muy significativo apetito por el Real Estate, en general, y por el Real Estate en Norte América, en concreto, pero querían una forma más específica de realizar sus inversiones” dijo Peter Charrington, responsable global de Banca Privada de Citi, en el Reuters Wealth Management Summit, celebrado en Nueva York.
La base internacional de clientes de Citigroup permitió al banco ofrecer en exclusiva inversiones en la torre neoyorkina a través de un acuerdo con la firma de Private Equity CIM Group y el constructor Harry Macklowe. El edificio, conocido como 4-3-2-Park Avenue, por su dirección, está casi terminado y contará con 104 apartamentos en 96 plantas y una altura de 426 metros, nueve metros más que el World Trade Center, sin su aguja, según Citigroup.
“La divisa refugio es el dólar estadounidense y el próximo será el Real Estate londinense” apuntó Charrington. Dejando Nueva York y Londres aparte, San Francisco y Los Ángeles encabezan la lista de ubicaciones preferidas de los clientes, especialmente de los asiáticos que buscan inversiones en bloques residenciales. Vancouver y Seattle también están en el punto de mira.
Los clientes de Banca Privada de Citi, que normalmente tienen un patrimonio neto mínimo de 25 millones de dólares, pudieron invertir en la promoción de Nueva York desde 250.000 dólares. Estas operaciones, incluida la torre de 60 plantas de Boston en el barrio de Back Bay, atraen a clientes con patrimonio que quieren retornos más rápidos que los que ofrecen las posiciones en Equity que normalmente les son ofrecidas, declaró Carrington.
Para el rascacielos de Manhattan, Citi levantó 400 millones de dólares en tres semanas en junio de 2012. Los clientes esperan retornos en el plazo de cuatro a seis años de la venta de los apartamentos y de los locales comerciales de la planta baja. En Boston, los clientes ya han comprometido 200 millones de dólares para construcciones residenciales y un hotel.