En 2020, la captación de fondos para infraestructuras privadas se mantuvo fuerte a pesar del COVID-19, y en 2021 parece que la pauta es similar, según el informe Private Infrastructure Equity Strategic Outlook elaborado por DWS. Muestra de este buen estado de salud un dato: en mayo de 2021, las infraestructuras privadas recaudaron un total de 40.500 millones de dólares, asegurados por 33 fondos en todo el mundo.
“La captación de fondos sigue siendo fuerte en lo que va de 2021, en línea con el año anterior. A medida que la presión inflacionista a corto plazo impulsa el interés por las estrategias core y core plus, observamos una expansión del universo de inversión y una ampliación de la gama de estrategias de infraestructuras, con una regulación que apoya cada vez más la ESG”, explican desde DWS.
Los fondos centrados en Europa y Norteamérica lideraron el mercado de captación de fondos, asegurando un total de 35.500 millones de dólares hasta julio de 2021. Y los fondos centrados en las estrategias core y core plus obtuvieron 29 400 millones de dólares de capital, lo que corresponde a cerca del 73% del capital total obtenido en lo que va de año. Según indica la gestora en su informe, los inversores siguen viendo las infraestructuras privadas como una clase de activo que puede ofrecer ventajas de diversificación, una prima de iliquidez y un perfil de rendimiento favorable a largo plazo.
A medio plazo, la gestora prevé una expansión de esta clase de activos gracias a que se está desarrollando un conjunto más amplio de estrategias y propuestas de inversión. Así lo explica en las conclusiones de su informe: “Por lo que respecta a la oferta de activos, esto se debe principalmente a las megatendencias, como la transición energética y la digitalización, que conducen a una ampliación del conjunto de oportunidades de transacción hacia el espacio de valor añadido. En este espacio, los inversores pueden centrarse más en el crecimiento y la revalorización del capital en comparación con las estrategias core y core plus, en el contexto de un retorno anticipado al crecimiento económico tras la pandemia y varias megatendencias que apoyan las expectativas de crecimiento de los beneficios. Además, los inversores con una cartera existente de activos de infraestructura core y core plus pueden buscar cada vez más complementar sus carteras con propuestas de riesgo/rendimiento más específicas. A este respecto, también esperamos una expansión de las estrategias temáticas y sectoriales específicas, como los fondos centrados específicamente en las energías renovables o la infraestructura digital”.
Por último, DWS espera una mayor atención a las estrategias centradas en ESG, a medida que los responsables políticos tomen medidas para dirigir el capital hacia objetivos de sostenibilidad, y que la ESG se convierta cada vez más en un motor estratégico clave de la industria de gestión de inversiones.
“El Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles de la UE (SFDR) proporciona una herramienta de clasificación para establecer el grado en que una inversión puede considerarse sostenible. Proporciona orientación sobre la integración de los riesgos de sostenibilidad en el proceso de decisión de inversión y la divulgación correspondiente (artículo 6). La normativa de la UE se centra inicialmente en los aspectos medioambientales, pero puede ampliarse a los factores sociales y de gobernanza con el tiempo. Esperamos que el SFDR conduzca a una aceleración de las estrategias que promuevan objetivos de inversión sostenibles (artículo 8) o con inversiones de impacto como objetivo (artículo 9)”, explica el documento.
Un entorno económico favorable
Estas tendencias de cara a la segunda mitad del año, se enmarcan dentro de un entorno económico que será favorable para esta clase de activos. La gestora espera que las vacunas y las políticas fiscales apoyen la recuperación económica, apuntalando la demanda de transporte y energía, mientras que la infraestructura digital continúa su expansión, impulsada por la pandemia.
En este sentido, destaca que el comercio ha seguido apoyando las operaciones portuarias y de transporte de mercancías por ferrocarril a lo largo de la pandemia, con las cadenas de suministro mundiales funcionando casi a su máxima capacidad durante la primera mitad de 2021.
Además cree que las políticas cada vez más ambiciosas de cero emisiones y el rápido aumento de los precios del CO2 en Europa han acelerado el proceso de transición energética, apoyando las energías renovables, el papel esencial del gas para equilibrar la red, e incentivando la innovación tecnológica para el transporte y la descarbonización.
“Nuestras expectativas de retorno para las infraestructuras privadas se mantienen prácticamente estables en comparación con enero de 2021. La recuperación económica impulsa las expectativas de crecimiento de los beneficios y las valoraciones de los activos de infraestructuras core plus, mientras que las valoraciones de las infraestructuras core pueden verse limitadas por el aumento gradual de la rentabilidad de los bonos y el limitado potencial de crecimiento de los beneficios por encima de la inflación”, concluye el informe.