Se puede definir la financiación alternativa como toda aquella financiación no bancaria que complementa a la misma, y que puede ofrecer un valor diferencial por su flexibilidad, agilidad y capacidad de adaptarse a las necesidades reales y proyectos de las empresas.
España es un país altamente bancarizado, donde la financiación bancaria representa más del 80% del respaldo financiero de las pequeñas y medianas empresas. En cambio, esta realidad no es así en otros países. En EE.UU., por ejemplo, la financiación alternativa supera el 70% del total de financiación y en Europa se empieza a notar un relevante cambio de tendencia, ocupando un lugar mucho más significativo que en España.
Las empresas han sufrido un encarecimiento del crédito como consecuencia del nuevo escenario de tipos de interés. Según el Indicador CEPYME, la financiación bancaria a pequeñas y medianas empresas se ha reducido en una tercera parte. Además, tal y como recoge el indicador, en el último año se ha multiplicado por 2,5 el esfuerzo financiero, lo que ha supuesto para la pequeña empresa pasar de 9.600 euros en el tercer trimestre de 2022 a 23.300 euros en el mismo periodo de 2023. En una empresa mediana este esfuerzo financiero ha pasado de 231.800 a 605.900 euros en el mismo intervalo de tiempo.
Los bancos cada vez son más restrictivos en materia de financiación, debido, entre otros factores, a la concentración de entidades financieras y a un regulador cada vez más exigente. Como consecuencia, los bancos están dejando más hueco en el mercado para la financiación alternativa, que complementa la financiación tradicional y aporta soluciones eficaces de financiación a las empresas españolas en un entorno de escasez de alternativas reales.
Dentro de la financiación alternativa encontramos un amplio abanico de opciones disponibles, por lo que es esencial examinar detenidamente qué fórmula se ajusta mejor a las necesidades y circunstancias de cada empresa. Desde Beka Finance analizan las principales herramientas de financiación alternativa:
- Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF)
El MARF es el mercado de renta fija que, bajo el amparo de BME Bolsas y Mercados, facilita el acceso a financiación a empresas de mediano tamaño. Está especializado en la emisión de valores de renta fija (bonos, pagarés, cédulas hipotecarias y bonos de titulización) y resulta ser una buena opción para diversificar fuentes y estructuras de financiación.
Para Federico Silva, Partner de Beka Capital Markets, “la empresa española es hoy en día, más consciente de la necesidad de diversificar las fuentes de financiación. En este sentido, el MARF se consolida como una opción interesante debido a sus costes más baratos, procedimientos más abreviados y documentación más sencilla”. Existen además otros mercados de valores orientados a pymes en expansión con requisitos menos estrictos que los mercados tradicionales. En España el más relevante es el BME Growth, donde pequeñas y medianas empresas tienen la posibilidad de captar capital cotizando en bolsa.
- Direct Lending
El Direct Lending es una vía de financiación privada en la que un grupo de inversores institucionales como fondos de deuda, bancos privados o family offices prestan dinero directamente a la empresa. Estos inversores suelen ofrecer condiciones más flexibles que las exigidas en la financiación tradicional, lo que resulta muy interesante a la hora de cubrir necesidades de liquidez para, por ejemplo, pagar nóminas y proveedores, impulsar nuevos proyectos o reestructurar la deuda de la empresa.
Para Jerónimo Sánchez Delgado, director comercial y de desarrollo de negocio de Beka Credit, “la financiación alternativa complementa la oferta bancaria y llega donde ésta no puede llegar, entre otros factores, porque los bancos cada vez tienen menor capacidad de poder dedicar los recursos necesarios para entender en profundidad una compañía o para poder financiar en base a su plan de negocio y capacidad de generación de flujos”.
- Private Equity
La inversión, directa o vehiculizada en fondos, en instrumentos de capital de compañías no cotizadas lleva años marcando máximos históricos en España. Al gran atractivo de sus elevadas rentabilidades esperadas hay que sumar los excelentes resultados demostrados por la colaboración entre empresarios y gestores de private equity, que favorece el crecimiento y la eficiencia de las empresas. Este formato de inversión, que suele conceder derechos de voto a los inversores, ofrece la flexibilidad necesaria para adecuarse a diversas situaciones corporativas. Por ello, proyectos empresariales tanto emergentes como en fase de expansión, así como compañías necesitadas de procesos de reestructuración, pueden beneficiarse de la participación de inversores de private equity. Cabe destacar que, en los últimos años, esta fórmula de inversión alternativa ha contribuido muy activamente a la implementación de prácticas ESG en las compañías participadas.
En este sentido, Borja Menéndez, director de Inversiones Directas de Beka, afirma que “a pesar de un contexto macro que ha lastrado las condiciones de financiación de muchas compañías, existe una gran oportunidad para impulsar la transición de algunos sectores a los estándares y modos de hacer de la economía verde y digital”.
- Crowdequity
Los inversores (crowdfunders) adquieren una participación en el negocio, sin embargo, en esta ocasión, los que invierten el capital son un grupo de inversores minoristas. Esta alternativa se ha popularizado entre las startups debido al fácil acceso a capital, menores costes, requisitos flexibles y la promoción que se logra de la marca. Cuando los inversores en vez de capital (crowdfunding) proporcionan deuda a las startups, se denomina crowdlending.
- Factoring
Se trata de una operación financiera mediante la cual una empresa cede las facturas generadas por sus ventas a otra compañía para que se encargue de gestionar el cobro de manera temporal a cambio de unas comisiones e intereses por la gestión. En una línea paralela existen los llamados fondos de titulización. La titulización consiste en la venta o cesión de determinados activos a un fondo de titulización que, a su vez, financia la compra a través de la emisión de valores de renta fija que se coloca entre inversores cualificados.
Según Jesús Sanz, director general de Beka Titulización, “prácticamente cualquier activo que genere flujos de efectivo puede ser objeto de titulización. Los más comunes incluyen préstamos hipotecarios, préstamos al consumo o cuentas por cobrar, entre otros. La transmisión de esos derechos de cobro por parte de las compañías implica, no solo la obtención de liquidez, sino la posibilidad de contar con una financiación ajustada a las necesidades de negocio de la compañía y sus políticas de crecimiento comercial”.