La inversión extranjera en inmuebles en España experimentará un incremento adicional en lo que queda de año, hasta superar los 7.000 millones de euros al cierre de 2014, el doble que en 2009, según un análisis de DBK, la filial de Informa D&B, que recoge Europa Press.
Esta inversión se cifró en 6.453 millones de euros en 2013, un 16% más que en la contabilizada al cierre de 2012. El estudio explica que los principales indicadores del sector inmobiliario han mostrado una «ligera mejora» a lo largo de la primera mitad de 2014, pero no por la activación de la demanda de particulares, sino por la llegada de inversores extranjeros.
Esto es así por el elevado endeudamiento de las sociedades inmobiliarias españolas y la falta de liquidez, que dejan espacio a inversores foráneos que se aprovechan unos precios «atractivos».
«En este sentido, en los próximos meses el volumen de operaciones de particulares se mantendrá en niveles bajos, mientras que seguirán realizándose operaciones importantes de venta de paquetes y grandes inmuebles», señala DBK.
Menos viviendas
En este contexto, el informe señala que el valor de la producción de la construcción residencial retrocederá todavía alrededor de un 5% al cierre de 2014, registrándose nuevos descensos tanto en el número de viviendas iniciadas como en el de terminadas.
DBK señala que la estructura de la oferta del sector sigue caracterizándose por un alto grado de fragmentación, dado el gran número de pequeñas empresas que operan en el sector, que conviven con un reducido número de compañías de gran dimensión.
Así, las 10 primeras empresas del sector en términos de facturación en 2013 registraron ingresos por valor de 5.242 millones de euros en ese año, mientras que los grupos de las 20 o 30 primeras compañías alcanzaron unos ingresos conjuntos de 6.857 millones de euros y 7.413 millones, respectivamente.
Mercado no residencial
Por otro lado, el estudio indica que se ha registrado una «moderada recuperación de la demanda» en el mercado no residencial en los primeros meses de 2014, aunque sin cambios significativos de precios.
De hecho, se espera un nuevo descenso de la construcción de edificios no residenciales, de forma que el valor de la producción en este segmento podría reducirse alrededor de un 4% en el ejercicio 2014.