Aunque la volatilidad se ha instalado en los mercados en el segundo trimestre de 2022, un nuevo estudio de Cerulli Associates, realizado en colaboración con Blue Valt, destaca que no todo es pesimismo y que puede ser una importante oportunidad para los gestores activos. Desde Cerulli consideran que el actual entorno de mercado es lo que se denomina un escenario “goldilocks” (ricitos de oro) para una distribución de inversiones alternativas.
La demanda de ingresos, de protección contra la inflación, de mayores rendimientos y de amortiguación de la volatilidad está coincidiendo con un aumento de la oferta de productos que pueden ayudar a conseguir estos resultados.
Según el estudio, los asesores están incrementando de manera activa la inversión en alternativos, al tiempo que dan la bienvenida a una ola de productos de gestores que respetan. Los asesores señalan a la reducción de la exposición a mercados públicos como su principal razón para invertir en alternativos en 2022 (un 69% lo señaló como su meta). Sortear la volatilidad y la protección contra el riesgo a la baja son la segunda razón más contemplada (66%).
«Se está recordando a los asesores patrimoniales que es prudente adoptar una estrategia de inversión global que emplee una amplia diversificación, que incluya estrategias de no correlación con el mercado. Esto parece que al final siempre funciona», afirma Stacy Chitty, socia directora de Blue Vault.
Fondos y ETFs: los vehículos favoritos
En cuanto a las estructuras de inversión, los fondos de inversión alternativos líquidos siguen siendo el método más usado para acceder a inversiones alternativas, ya que el 68% afirma que los utiliza actualmente. Los ETFs alternativos líquidos no se quedan atrás, con cerca de la mitad (54%) de los asesores que informan de alguna asignación.
«Las alternativas líquidas seguirán siendo un punto de entrada muy atractivo», afirma Daniil Shapiro, director de Cerulli, pero señala que existe una gran oportunidad para las alternativas menos líquidas.
En los últimos años se ha producido una enorme acumulación de exposiciones a través de las estructuras de liquidez intermitente que Cerulli considera sensatas. «Está claro que existe una oportunidad de mercado para los productos que ofrecen algo entre los bloqueos a largo plazo de las estructuras de orientación institucional y la liquidez diaria de la mayoría de los fondos de acciones y bonos», añade. El resultado es un fuerte crecimiento de los activos en los REITs no cotizados (NTRs), los fondos a intervalos (interval funds), los fondos de oferta pública (tender offer funds) y las empresas de desarrollo empresarial (BDCs).
La nueva oleada de productos de liquidez intermitente es ciertamente mejor que lo que había antes y las asignaciones de inversiones alternativas parecen haber alcanzado su punto álgido en las carteras de los inversores. Sin embargo, Cerulli sigue instando a los asesores a no considerar estas ofertas como una panacea. «Será imprescindible una evaluación cuidadosa y un análisis de idoneidad astuto», dice Shapiro. «Las firmas que quieran asignar más a los alternativos tendrán que estar preparadas para los desafíos de distribución únicos y tener personal especializado a mano para entender estos productos y su encaje dentro de las carteras».