Bain & Company ha publicado la última edición de su Private Equity Midyear Report, que analiza la evolución mundial del mercado de private equity en lo que va de año. Hasta el 15 de mayo de 2024, el sector ha recaudado 422.000 millones de dólares, en comparación con los 438.000 millones del mismo período del año pasado.
De esta manera, el informe revela que la captación de fondos de private equity podría llegar a 1,1 billones de dólares este año, un 15% menos que el año anterior. Los fondos buyout van en cabeza, con 199.000 millones de dólares recaudados, y se espera que alcancen 531.000 millones de dólares para fin de año, un aumento del 6% en comparación con 2023. Respecto al volumen de operaciones, aunque la actividad parece haberse estabilizado, el estudio señala que todavía se mantiene en niveles históricamente bajos; sobre todo, teniendo en cuenta los 3,9 billones de dólares de dry powder disponibles y, de los cuales, 1,1 billones corresponden a capital comprometido pendiente de invertir de fondos buyots.
Bain & Company explica que, a 15 de mayo de este año, el número de operaciones de buyout había disminuido un 4% anualizado respecto al año anterior, lo que sugiere que 2024 podría registrar cifras similares a las de 2023. Sin embargo, el valor total de estas operaciones está en camino de terminar el año en 521.000 millones de dólares, un 18% más en comparación a los 442.000 millones de dólares de 2023, debido, en gran medida, al incremento del tamaño medio de las transacciones (de 758 a 916 millones de dólares).
Al mismo tiempo, las desinversiones de participadas de fondos buyout registraron un crecimiento anualizado estable. Aunque se espera que el valor total de estas salidas alcance los 361.000 millones de dólares en 2024, lo que representaría un aumento del 17% respecto a 2023, este año podría ser el segundo peor desde 2016. Además, el estancamiento de las desinversiones está dejando a los fondos de private equity con activos “envejecidos” y limita el retorno de capital a los inversores, que se encuentran presionando para ver incrementadas sus distribuciones sobre el capital desembolsado.
En opinión de Cira Cuberes, socia de Bain & Company, el creciente interés de los inversores por un grupo reducido de fondos de capital privado está cambiando el panorama. «En el caso de los buyouts, los 10 mayores fondos han recaudado alrededor del 64% del capital total hasta la fecha. A su vez, el más grande, EQT X, valorado en 24.000 millones de dólares, captó el 12% del total. Esto deja a la mayoría de los fondos buyout luchando por el 36% del capital restante disponible y, al menos uno de cada cinco de estos fondos, está por debajo de su objetivo de captación”, señala.
Para Álvaro Pires, socio de Bain & Company, las perspectivas para la inversión en capital privado han mejorado y es probable que el valor total de las operaciones en 2024 se aproxime al de los años de auge previos a la pandemia. No obstante, advierte que deberíamos esperar, al menos 12 meses, para que el incremento de las desinversiones provoque también un cambio de tendencia en la captación de fondos. «Incluso si las operaciones se recuperan este año, podríamos tener que esperar hasta 2026 para ver una mejora real. En un mercado tan competitivo, las empresas deben adaptarse a los nuevos retos macroeconómicos y entender completamente las expectativas de los inversores para desarrollar planes integrales en sus carteras que atiendan a sus demandas y agreguen valor”, añade Pires.