KLM ha anunciado que probará a utilizar tecnología de reconocimiento facial en el Aeropuerto Schiphol, Ámsterdam, para acelerar el tedioso proceso de embarque y mejorar además la seguridad de los viajeros.
La prueba, que durará tres meses, requiere que los pasajeros se registren con antelación y escaneen sus tarjetas de embarque, pasaportes y rostros en un quiosco especial, según explicó el aeropuerto en una declaración recogida por Bloomberg. Por el momento, este test se llevará a cabo en una sola puerta de embarque.
Aeropuertos y aerolíneas en todo el mundo están explorando el uso de nuevas tecnologías para acelerar el paso de los pasajeros por las terminales y lidiar además con los riesgos asociados a un viaje internacional. A principios del 2016, el gobierno de Japón ya invirtió en la instalación de sistemas de reconocimiento facial en los aeropuertos en todo el país para fomentar la seguridad.
En Estados Unidos, la firma de control biométrico Clear se está expandiendo a 22 grandes aeropuertos del país con pistas que usan escáneres de huellas dactilares o iris para comprobar las identidades de los pasajeros. El servicio elimina la necesidad de las tarjetas de embarque en los puntos de control de seguridad, así como los controles de identidad, y permite a los miembros dirigirse directamente al control de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés).