La inteligencia artificial otorga a los ordenadores capacidades humanas y cognitivas que pueden conducir a un incremento de la productividad. Además, la utilización de sistemas de aprendizaje automático (ML) permitirá evaluar problemas y necesidades.
En los últimos años, se ha avanzado mucho con la inteligencia artificial: Watson, Siri y el aprendizaje profundo son sólo algunos ejemplos que muestran cómo los sistemas de inteligencia artificial pueden realizar tareas que pueden clasificarse como inteligentes y creativas. Las empresas que quieren optimizar su negocio o ahorrar costes difícilmente podrán prescindir de la inteligencia artificial. Un ordenador, al igual que un ser humano, ahorra el conocimiento recogido de las experiencias y puede entonces derivar soluciones independientemente – basadas en algoritmos – a problemas nuevos y desconocidos. Para ello, un programa informático analiza muestras y, utilizando algoritmos de autoaprendizaje, trata de reconocer ciertos patrones y regularidades en los datos.
El mundo se está volviendo cada vez más complejo, lo que significa que un uso bien pensado y sabio de nuestros recursos humanos es necesario. Aquí es donde los sistemas informáticos de alta calidad pueden ayudar. También se aplica a las aplicaciones que requieren inteligencia. La desventaja de la inteligencia artificial es que la posibilidad de máquinas inteligentes es algo que asusta a muchas personas que argumentan que la inteligencia es algo único, algo que distingue al Homo sapiens de las meras máquinas.
Los economistas esperan que esta tecnología aumente enormemente la prosperidad. Los estudios recientes se han limitado a investigar el impacto de la automatización inteligente, por ejemplo, cuando las máquinas en las fábricas en red se comunican entre sí o cuando vehículos autónomos, transportan mercancías o personas sin conductores. Esta visión, sin embargo, descuida otros efectos estimulantes del crecimiento de los sistemas inteligentes: la inteligencia artificial apoyará a las personas en su trabajo y las hará más productivas.
Crecimiento económico a través de la inteligencia artificial
Según un estudio reciente de la consultora Accenture, la inteligencia artificial aportará a la economía alemana un enorme crecimiento. Muchos procesos de trabajo se harán más eficientes y el personal podrá concentrarse más en tareas de alto valor agregado, ya que las máquinas y los programas cuidan de muchas actividades de rutina hasta entonces realizadas no sólo por los trabajadores de la línea de montaje, sino también por los trabajadores del conocimiento. Según otro estudio de McKinsey, el mercado global de servicios de inteligencia artificial tiene una tasa de crecimiento anual de hasta el 25% y se proyecta que rondará los 125.000 millones de euros en el año 2025.
Mientras que los programas de autoaprendizaje sólo se encontraban en universidades, instituciones de investigación y algunas empresas de tecnología hasta hace unos años, hoy en día están encontrando su hueco en las empresas. Nuestra vida cotidiana y nuestra vida empresarial están cada vez más determinadas por programas inteligentes que aprenden de los datos y extrapolan de lo que han aprendido.
El reconocimiento de voz en los teléfonos móviles, por ejemplo, está esencialmente controlado por algoritmos de aprendizaje automático, al igual que los filtros de spam en PCs y portátiles o detección de rostros en la gestión de fotos. Estamos a menudo en contacto con sistemas de aprendizaje sin ser conscientes de ello – como la publicidad on line personalizada. Cada vez son más las empresas que están reconociendo el valor del aprendizaje automático cuando se trata de optimizar su negocio y ahorrar costes.
¿Qué trabajo les quedará entonces a los humanos?
Aunque los robots pueden hacerse cargo de las comunicaciones, la computación y el pensamiento, habrá límites incluso aquí. Existirá todavía la necesidad de profesionales altamente cualificados, como ingenieros, arquitectos o jueces. También las tareas, cuya destreza sigue siendo más allá de los dedos del robot seguirán siendo para el futuro previsible.
Las máquinas no pueden reemplazar la inteligencia emocional de una persona. Las ocupaciones que requieren habilidades sociales, creatividad o representan un servicio personal de alta calidad no pueden ser sustituidas por inteligencia artificial. Es evidente que algunas profesiones desaparecerán por completo y, en muchas áreas, los requisitos cambiarán bastante. Sin embargo, no hay necesidad de entrar en pánico todavía.
Empresas de tecnología como Apple y Microsoft quieren automatizar tantos procesos de trabajo como sea posible con máquinas de aprendizaje. Los empleados del futuro deben ser, por lo tanto, más flexibles, porque en el futuro el hombre tendrá que adaptarse a los ordenadores y no al revés.
Los empleados tendrán que ajustarse a prácticas de trabajo más flexibles: a menudo ya no se requiere fijación en lugares y horas permanentes. Esto implica más flexibilidad y libertad, por un lado, pero, por otro lado, que el trabajo y el tiempo personal se entremezclan.
Además de la experiencia técnica, el personal especializado y de gestión debe aportar un conocimiento más profundo del proceso y tener una mayor disposición para someterse a una formación independiente y permanente en las tecnologías adecuadas.
Según Bernhard Rohleder, Director Gerente de BITKOM, se crearán nuevos puestos de trabajo interesantes y estimulantes. Sin embargo, requieren una buena educación y ofrecen mucha libertad creativa y responsabilidad. El número de trabajadores con calificaciones de baja calificación caerá, pero el personal con las habilidades correspondientemente altas, principalmente digitales, está ahora cada vez más en demanda.
El número de empleados en la industria de tecnologías de la información ha aumentado continuamente durante años, al igual que el número de vacantes en este sector que son difíciles de llenar. Y hay más: incluso si la inteligencia artificial significa que estamos hablando de aprendizaje automático, se requiere una combinación armoniosa de inteligencia de máquina e inteligencia trabajando como una sola unidad para desarrollar teorías y enfrentar nuevos desafíos.
Trabajando sobre la base de los datos existentes, es posible desarrollar ideas empresariales específicas, ya sea en forma de productos, procesos o nuevos modelos de negocio basados en datos. En conclusión, la inteligencia artificial provocará un tremendo cambio en el mercado de trabajo por lo que es importante permanecer flexible y estar abierto a nuevas ideas.