Mirando las perspectivas de los activos reales para este año, HMC Capital subrayó tres categorías en particular: activos inmobiliarios multi-family e industriales, además de infraestructura. Si bien recalcaron en su Asset Allocation Report 2025 que hay que considerar las particularidades de cada estrategia y gestora, estos son algunos espacios donde ven viento a favor.
En el reporte, la firma latinoamericana delineó sus perspectivas para distintas categorías de activos reales. Entre los activos inmobiliarios, marcaron el mercado multi-family como el espacio que más sobreponderan, seguido por los activos industriales.
Por el contrario, la firma ubicó a las oficinas y los inmuebles de retail entre neutro y subponderar.
En el caso de la infraestructura, la visión es clara: sobreponderar.
Perspectivas inmobiliarias
Sobre el mercado inmobiliario global, desde HMC destacaron las señales de recuperación, las tasas de interés, un efecto positivo en las tasas de capitalización, restricciones de oferta y fundamentos fuertes como viento a favor para el sector.
Eso sí, también hay factores que les juegan en contra. Hay desbalances de oferta y demanda en segmentos específicos, como oficinas y retail, junto con el riesgo de una inflación persistente. Además, agregaron, los costos financieros siguen relativamente altos.
Entre estos altos y bajos, HMC tiene identificados tres puntos de foco. En primer, enfatizaron en las oportunidades del segmento residencial. “Hay una demanda sostenida para viviendas multi-family, particularmente en EE.UU., donde el inventario accesible limitado y el alza de los costos de construcción crean un desbalance entre oferta y demanda”, indicó la firma en su reporte.
Esto genera un escenario en que las unidades multi-family se vuelven opciones de vivienda críticas para quienes no pueden comprar hogares. “Además, la baja de las tasas de hipoteca probablemente apoyará el crecimiento en este segmento”, agregaron.
Otro punto de foco es la demanda por propiedades industriales y logísticas. “El crecimiento del e-commerce, el nearshoring y el reshoring siguen impulsando la demanda de propiedades industriales”, explicaron. En particular, los centros logísticos y los data centers –potenciados por los avances como la inteligencia artificial– deberían tener una dinámica favorable.
“Este segmento está reforzado por la escasez de nuevas construcciones industriales, lo que puede generar mayores tasas de ocupación y un crecimiento en rentas.
Finalmente, la financiera latinoamericana destacó los desarrollos de uso mixto, citando una tendencia que está “remodelando los paisajes urbanos, con espacios comercial cada vez más integrados por espacios residenciales, oficinas y lugares de entretención”.
Esto, detallaron, aumenta el tráfico peatonal, diversifica los ingresos y aumenta la resiliencia de las fluctuaciones de mercado. “Impulsada por la demanda de ambientes ‘vivir-trabajar-jugar’ (live-work-play), se espera que esta tendencia crezca, ofreciendo conveniencia, sostenibilidad y oportunidades de ingresos diversos”, acotaron.
El mundo de la infraestructura
En el caso de los activos de infraestructura, la visión de HMC Capital ve cuatro grandes factores que apoyarán a la clase de activos: energía y sostenibilidad, dado que las inversiones de este tipo son “esenciales” para las metas globales en estas materias; la inflación, donde la clase de activo destaca por preservar retornos reales; una demanda resiliente, especialmente en activos ligados a servicios básicos; y un crecimiento impulsado por las políticas, con una inversión pública robusta.
En cuanto a las cosas que no le favorecen a los activos reales de este tipo, la firma resaltó la sensibilidad a las tasas de interés y la alta competencia en el mercado, dado el creciente interés en la infraestructura como clase de activos.
Mirando 2025, el área de foco para este mercado se enfoca en dos áreas, según delineó HMC: las oportunidades ligadas a tendencias y el giro hacia los activos brownfield.
Sobre el primer punto, el informe enfatizó en “los gestores que puedan capitalizar las tendencias estructurales y seculares dentro de la infraestructura, como la transición a la energía renovable, la expansión de la infraestructura digital y la modernización de activos antiguos. Estas tendencias presentan oportunidades de largo plazo para la creación de valor y la resiliencia en un mercado competitivo”.
En esa línea, la gestora latinoamericana indicó que los gestores de activos que puedan navegar estos cambios y desarrollar estrategias innovadoras “están bien posicionados para entregar retornos sostenibles y cumplir las necesidades globales en evolución”.
Por el otro lado, HMC profundizó en el giro que han visto hacia activos brownfield, es decir, activos ya existentes y operativos. “Los inversionistas deberían priorizar activos core y core + brownfield, como carreteras, aeropuertos y servicios básicos regulados, que ofrecen flujos de caja estables y riesgos de ejecución más bajos comparados con los proyectos greenfield, cubriendo la demanda de inversiones resilientes”, señalaron.
A eso se suman las estrategias de valor agregado, particularmente en energías renovables e infraestructura digital. En estos espacios, la firma latinoamericana ve “oportunidades atractivas para quienes estén dispuestos a aceptar riesgos moderados a cambio de retornos potenciales más altos”.