Durante los últimos seis años, las acciones estadounidenses experimentaron un repunte casi ininterrumpido. Un entorno de política monetaria inusualmente expansiva junto con un crecimiento económico y de las ganancias impulsaron el mercado de valores en los EE.UU., sin embargo, las cosas están empezando a cambiar.
La Reserva Federal (Fed) ha señalado su intención de normalizar la política monetaria, lo que podría empezar a suceder tan pronto como este mes. Al mismo tiempo, el crecimiento de los ingresos, fuera del sector energético, es modesto y las valuaciones son caras. Por tanto, es probable que los inversores de cara al futuro no sólo tendrán que ajustarse a rendimientos más modestos de acciones de Estados Unidos, sino también pueden tener que prepararse para una mayor volatilidad en momentos en que los mercados de renta fija en Estados Unidos continuarán otorgando bajos niveles de rentabilidad.
Con el fin de mantener el mismo nivel de rentabilidad, los inversores tendrán que cambiar sus estrategias. Una forma de hacerlo en el mercado de renta variable sería buscar beta en mercados más baratos (sectores, factores, geografías) con buenos fundamentales, así como estrategias a largo plazo. Por ejemplo, la exposición en Europa o Japón, otros países desarrollados donde mejora de la actividad económica, continúan con una política monetaria acomodaticia, las monedas son más baratas y hay un fuerte crecimiento de los beneficios.
Otra estrategia sería combinar gestión activa y pasiva. Si bien la gestión pasiva ha superado a la gestión de activa en los últimos años, eso se hizo en un momento en el que el mercado de valores se movía al alza y en un entorno de baja volatilidad, donde la generación de alfa resulta ser más difícil. Hoy en día, los inversores pueden potencialmente beneficiarse más de la selección de riesgos y activos , ya sea a través de fondos cotizados de gestión activa (ETFs), gestores de multiactivos, estrategias long/short o gestores de renta variable activos tradicionales. Sin embargo se debe tener en cuenta dos cuestiones esenciales de la gestión activa:
- No está garantizado, el encontrar a un gestor de inversiones de primer nivel que se beneficiarán de este cambio en el clima de inversión
- La generación de alfa es básicamente un juego de suma cero en el tiempo. En conjunto, los inversores compiten para generar alfa, creando ganadores y perdedores.
Aunque el conjunto de datos es ciertamente pequeño, los datos históricos muestran que en las empresas estadounidenses de gran capitalización, los períodos en los que la generación de alfa mejora coinciden con períodos de tensión en los mercados financieros. Así, mientras que la generación de alfa puede pensarse como una oportunidad para generar un mayor retorno, puede igualmente ser considerada como una de menor riesgo durante momentos de gran estrés financiero y económico. Por lo tanto, podría ser más seguro, de cara al futuro, combinar estrategias de alfa y beta.
En lo que respecta a la renta fija, (donde dado el bajo nivel de las tasas de interés no se necesita un gran retroceso en las tasas de interés para borrar los ingresos por cupón de un año), con el fin de aumentar los rendimientos y generar ingresos suficientes, los inversionistas pueden sentirse obligados a emigrar a créditos más riesgosos, extender el vencimiento / duración o exponerse a valores menos líquidos. Sin embargo, al igual que con las acciones, hay una opción además de la beta pura. En lugar de tomar más riesgos, los inversores podrían considerar cómo incluir herramientas de generación de alfa en su cartera de renta fija. Una forma de hacerlo sería empleando soluciones globales multiactivos como una manera de limitar la volatilidad al mismo tiempo que se persiguen objetivos como ingresos y rentabilidad total. Herramientas tales como los fondos de bonos sin restricciones, el crédito global long /short o ETFs de crédito puede ser una buena manera de diversificar las fuentes de ingresos de renta fija.
Con el mundo regresando a la ‘normalización’ viene la preocupación de una mayor volatilidad. Sin embargo, también se presenta una oportunidad para la generación de alfa que ha evadido un poco los mercados en los últimos años. Los inversores pueden tomar ventaja de esto al escoger al gestor activo correcto, así como, a través de carteras flexibles de multiactivos y al mismo tiempo utilizando estrategias beta para aumentar los rendimientos a través de estrategias por sector, geografía y cambios en la curva.
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