El banco de inversión GBS Finanzas ha firmado un acuerdo de colaboración con la fundación Creas, comprometida en el campo del llamado capital riesgo social, con el objetivo de promover el desarrollo de este tipo de inversiones en España.
Con este acuerdo, GBS se compromete a estudiar la viabilidad financiera de los proyectos que le presente la fundación y a diseñar un plan de acción para llevar a cabo el proyecto si éste es viable, lo que incluye también la búsqueda y puesta en contacto con inversores que potencialmente puedan estar interesados. GBS Finanzas se ha comprometido a estudiar la viabilidad financiera de hasta tres proyectos al año.
El capital riesgo social es una fórmula de inversión que, aunque busca rentabilidad, prioriza el impacto social y medioambiental, es decir, que sin ser una ONG o una acción filantrópica, tiene un componente social muy importante. Eso es lo que distingue del capital riesgo puro y duro.
“Trabajamos diariamente con fondos de capital riesgo centrándonos en la consecución de la máxima rentabilidad financiera para nuestros clientes. La alternativa de aportar nuestra experiencia con un enfoque social nos pareció el pequeño grano de arena que desde GBS Finanzas podíamos aportar a la sociedad”, dice Pablo Díaz Lladó, socio de GBS Finanzas.
“El acuerdo supone un impulso para seguir mejorando un aspecto crítico en nuestra organización como es el análisis de las inversiones”, apunta Luis Berruete, coordinador de la fundación Creas.
El capital riesgo social, también conocido como inversiones de impacto, está llamado a tener un fuerte crecimiento en los próximos años, en un mundo en el que los recursos de los gobiernos son cada vez más escasos para atender los problemas sociales y la filantropía privada se inclina cada vez más por apostar por proyectos comprometidos pero con sentido empresarial y viabilidad financiera, explican desde GBS.
En España, el capital riesgo social ya está presente con algunas iniciativas ligadas, en su gran mayoría, a fundaciones, entidades financieras y organismos públicos. Sin embargo, esta actividad se lleva a cabo todavía de forma bastante testimonial comparado con el gran desarrollo que el capital riesgo social tiene en el mundo y las perspectivas que se le auguran. Según un estudio realizado a finales de 2010 por el banco de inversión JP Morgan y la Fundación Rockefeller bajo el título «Impact Investments. An emerging asset class», el capital riesgo social puede llegar a gestionar en 2020 entre 400.000 millones y un billón de euros, es decir, que representaría entre el 5% y el 10% del total de inversiones en el mundo. Este estudio apunta cinco sectores a priori más susceptibles de atraer este tipo de inversiones sociales: vivienda asequible, acceso al agua potable, salud materna, educación primaria y microfinanzas.