FlexFunds, la firma especializada en vehículos de inversión con sede en Miami (Estados Unidos), apunta el potencial de los fondos tradicionales de inversión frente a los hedge funds, que están asociados a un mayor riesgo y a una menor liquidez para los inversores.
Esta compañía crea estructuras de inversión para distribuir cualquier tipo de activo, incluidos los alternativos, como en el mercado inmobiliario, que proveen mayor liquidez a los gestores de activos en comparación a otros instrumentos como los UCITS o AIFMDs.
Básicamente, una de las ventajas de este mecanismo es la flexibilidad que ofrece tanto para gestores como para inversionistas, en tanto que quienes han comprado participaciones en el fondo pueden venderlas de forma más sencilla ya que su precio está determinado por un “valor liquidativo”.
“El valor liquidativo sirve de referencia para conocer la rentabilidad de la inversión y por tanto el beneficio que podrá recibir si el inversor decide vender sus participaciones y dar por finalizada su inversión”, explica la entidad bancaria española BBVA.
A la fecha FlexFunds ha fondeado cerca de 2.500 millones de dólares en América, Asia y Europa, demostrando así su capacidad como un vehículo de inversión efectivo para instituciones financieras, así como gestores de activos y family offices.
La industria de la gestión de activos es más que poderosa, según se recoge en una investigación publicada en octubre de este año por Willis Towers Watson y el Thinking Ahead Institute. En ella se explica que “el total de los activos bajo gestión (AuM, por sus siglas en inglés) de las 500 principales gestoras de fondos a nivel mundial ha crecido en 2017 un 15,6% con respecto al año anterior. Este porcentaje se traduce en 93,8 billones de dólares”.
A la otra orilla están los fondos de cobertura, un instrumento alternativo de inversión de alto riesgo y con menos carga regulatoria que busca alcanzar el mayor rendimiento posible mediante la adquisición de un amplio portafolio de activos financieros. Con esta herramienta, los inversores sacan ventaja de los períodos alcistas, pero también buscan generar ganancias en etapas en las que las cotizaciones caen por medio de las llamadas “ventas en corto”.
No obstante, los hedge funds se caracterizan por el apalancamiento, “que es esencialmente invertir con dinero prestado, una estrategia que puede aumentar significativamente el potencial de rendimiento, aunque también aumenta el riesgo de pérdida”, señala un reporte publicado en el portal de Feelcapital.
Pese a los altibajos, este instrumento logró obtener un récord en 2017, al aumentar en 59.000 millones de dólares, para alcanzar 3,21 billones de dólares (trillion en inglés) de capital total en 2017, según un reporte de Hedge Fund Research (HFR).
Popularizado en la década de 1950 por Albert W. Jones, los hedge funds están dirigidos a inversores certificados que por lo general quedan atados a un período de permanencia y por lo tanto su dinero puede quedar bloqueado mientras finaliza la operación proyectada, restándole en muchas ocasiones poder de maniobra a los gestores.
A lo largo de su historia, este instrumento ha sufrido una serie de altibajos debido a la quiebra de jugadores estratégicos como en 1998 ocurrió con Long Term Capital Management (LTCM), cuya caída provocó la desestabilización del sistema financiero mundial. Asimismo, la especulación generada en el mercado bursátil fue una de las razones por las cuales también se asoció este mecanismo a la caída de los mercados y la posterior crisis financiera de 2008.
En el año 2000 se contabilizaron un poco más de 3.100 de estos fondos de cobertura y el año pasado ese número ya había escalado a cerca de 8.335. No obstante, este crecimiento general ha contrastado con el porcentaje de gerentes de élite que “han abandonado la industria o planean hacerlo”.
Así lo destaca una reciente columna publicada en Bloomberg en la que se concluye que “la industria de los fondos de cobertura está perdiendo a sus gerentes estrella, pero está ganando la oportunidad de reconstruir su reputación maltratada”.
El mercado avanza hacia una etapa de mayor madurez y depuración con base en las lecciones aprendidas de la crisis financiera del 2008. Nuevos jugadores apuestan a los mecanismos de inversión de alto riesgo y hoy se lanzan a explorar nuevas tendencias como las criptomonedas.
No obstante, firmas como FlexFunds hoy siguen desarrollando vehículos de inversión eficientes y personalizados que brindan mayores garantías a los gestores de activos al proveer una estructura de inversión en la que los inversionistas pueden entrar y salir más fácilmente.
Es por esta razón que se ha convertido en el proveedor de la estructura de fondos que en la actualidad utilizan los gestores de activos para explotar oportunidades en diferentes nichos en el mercado y contribuir al desarrollo integral de diversos sectores económicos por medio de vehículos de financiación innovadores.
Para conocer más sobre los vehículos de inversión de FlexFunds, contáctalos en info@flexfunds.com o visíta su web