La incertidumbre que reinó este año en la economía mundial provocó que los inversores se planteen desde ya cuáles serán los mercados más atractivos para poner su dinero y acrecentar sus negocios, al tiempo que evitan los riesgos que se trazaron a lo largo de 2019.
En días pasados el Banco Mundial (BM) dio a conocer la edición 17 de su informe “Doing Business 2020”, con el cual evaluó el entorno para los negocios en 190 economías mundiales a partir del análisis de 12 áreas normativas de la actividad empresarial.
El “Doing Business 2020” toma en cuenta “las normas que afectan a las empresas desde su inicio y durante sus actividades hasta el cierre de sus operaciones”, explica el Banco Mundial. Por consiguiente, este análisis incluye una inspección a los procesos de “apertura de un negocio, manejo de permisos de construcción, obtención de electricidad, registro de propiedades, obtención de crédito, protección de los inversionistas minoritarios, pago de impuestos, comercio transfronterizo, cumplimiento de contratos y resolución de la insolvencia».
Grandes mercados desplazados
Si bien las grandes potencias mundiales tienen representación en el top 10 del informe, son los pequeños mercados los que están implementando las mejores políticas para fomentar los negocios, siendo Nueva Zelanda, un país de apenas 4,8 millones de habitantes, el primero en la lista con un puntaje de 86,8 de 100.
Nueva Zelanda junto con Georgia tienen el número más bajo de procedimientos requeridos y el menor tiempo para iniciar un negocio (0,5 días), factores que lo ubican como el mejor país para los inversores de cara a 2020. Más abajo en la lista aparece como segundo en la colocación Singapur (86,2), una nación catalogada de ingreso alto y que con solo 5,6 millones de habitantes es un «hub» de negocios en la región de Asia Oriental y el Pacífico con el cumplimiento de contratos como su principal carta de presentación.
Y en el tercer puesto aparece Hong Kong (85,3), la región administrativa especial de China que pese a las intensas protestas que vive en la actualidad se mantiene como un importante centro financiero. Más abajo en el top 10 aparecen Dinamarca (85,3), la República de Corea (84), Estados Unidos (84), Georgia (83,7), Reino Unido (83,5), Noruega (82,6) y Suecia (82).
Latinoamérica se mantiene rezagada
Pese a los esfuerzos de los gobiernos de Latinoamérica por facilitar los negocios, aún quedan muchos retos que se ven reflejados en esta edición de la clasificación en la que los mejor posicionados a nivel regional son Chile (casilla 59), que actualmente afronta una crisis social por cuenta de la inconformidad de los chilenos con el sistema de pensiones, la desigualdad, entre otros temas, y México (60), que de la mano del presidente Andrés Manuel López Obrador ha iniciado una agenda de reformas para impulsar el crecimiento del país. Precisamente, el BM señala en el reporte que se requiere «mantener el ritmo de las reformas para mejorar el clima de negocios», en tanto que «cuando son ineficientes o inadecuadas pueden obstaculizar la actividad empresarial y el crecimiento de las empresas».
«Por ejemplo, mientras que cumplir los requisitos fronterizos para las exportaciones en el caso del transporte marítimo lleva 10 horas en Singapur, la demora puede superar 200 horas en Camerún y Costa de Marfil. Los costos de los trámites en las zonas de frontera para las exportaciones en los puertos marítimos de Gabón ascienden, en promedio, a más de 1.600 dólares, mientras que en Mauricio representan poco más de 300 dólares», ejemplifica.
El mercado requiere mayores flujos de inversión
En un panorama de desaceleración y dudas por la guerra comercial también se afronta una caída de la inversión extranjera directa mundial (IED), y de hecho, esta «se contrajo drásticamente en el primer semestre de este año», tal y como lo informó Financial Times.
De acuerdo con los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en el primer semestre del año el flujo de inversiones se contrajo un 20% frente al segundo semestre de 2018 hasta llegar a 572.000 millones de dólares. Financial Times subraya que «la caída se concentró particularmente en el segundo trimestre, cuando los flujos se contrajeron en un 42 %».
«Los flujos de IED hacia EE.UU. disminuyeron en más de un cuarto desde la segunda mitad de 2018 hasta la primera mitad de 2019, a 151.000 millones de dólares, mientras que los flujos hacia la UE cayeron un 62 % a 107.000 millones de dólares. Por el contrario, los flujos a China aumentaron en un 5 % a 82.000 millones de dólares», apuntó.
Estos resultados «demuestran que, en casi todas las economías del mundo, hay un cierto margen para simplificar o agilizar las reglas a fin de aumentar la facilidad de hacer negocios, permitir que la actividad empresarial prospere y posibilitar que la actividad económica alcance su pleno potencial», se puede complementar con la información del BM.
Activar la economía, por ende, conlleva crear condiciones para que proveedores de vehículos de inversión versátiles, como FlexFunds, puedan generar una distribución efectiva de los mismos, promoviendo un ciclo positivo en los demás sectores productivos que se ven beneficiados por su actividad y flujo del dinero. Precisamente el programa de securitizacion de activos de esta firma permite acceder a inversores internacionales en cualquier tipo de economía.
También hay casos excepcionales. En Argentina, por citar un ejemplo, la incertidumbre por la transición política y la actual situación económica se ha traducido en oportunidades para sectores como el de los hedge funds, que según informó El Cronista «están poniendo más dinero a trabajar en el país, apostando a que los actuales precios bajos definitivamente van a subir».
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