Si bien las empresas han puesto en marcha protocolos para evitar la propagación del brote, en realidad sólo un 49% de las mismas cuentan con un Plan de Continuidad de Negocio (PCN) ante el coronavirus, según la última encuesta de Mercer. Debido a la creciente propagación del virus Covid-19 y sus efectos en la economía mundial, Mercer ha encuestado a más de 300 empresas con oficinas en 37 países para estudiar cómo abordan este suceso las corporaciones y cómo afecta a su personal, tanto expatriado como local.
Desde la entidad, recomiendan a las empresas una respuesta que se base en la recopilación de información de fuentes fiables, una comunicación frecuente y la revisión de su Plan de Continuidad, Además, aconsejan seguir las directrices de organismos oficiales, tratar al personal, local y expatriado de forma igualitaria, escuchar las preguntas y preocupaciones de los empleados y proporcionar las medidas y elementos de protección y prevención adecuados.
Por ahora no se han producido evacuaciones masivas de trabajadores expatriados. No obstante, en caso de que se diese este suceso, las empresas ofrecen distintas respuestas según la decisión venga de la empresa o del trabajador. En la mayoría de los casos el seguro del empleado cubre tanto gastos de traslado como de alojamiento. Las compañías que deciden repatriar a sus empleados mantienen intactos los conceptos salariales siempre y cuando no se supere un cierto umbral temporal en un 43% de los casos. Sin embargo, hay casos en los que los salarios y otros beneficios pueden verse congelados hasta que vuelvan a ocupar sus puestos de trabajo. “Los retornos se examinarán caso por caso, pero casi la mitad de las empresas coinciden en no traer de vuelta a sus trabajadores hasta que no sea seguro”, subraya el informe.
“El fenómeno del coronavirus está afectando a las corporaciones de forma transversal, limita su capacidad de operación, genera costes adicionales en la gestión de sus empleados y reduce su capacidad de alcanzar los objetivos financieros fijados. “En esta situación las claves deben ser proteger, evaluar y prevenir. Debemos pensar rápido y actuar de forma ordenada para asegurar el bienestar de los empleados, locales y expatriados”, afirma Juanvi Martínez, líder del área de Career de Mercer en España.
Muchas de las empresas encuestadas han adoptado medidas drásticas, como el cierre de sus plantas de producción en China continental (58%) así como la restricción de viajes a países donde hay casos confirmados (72%). Casi la mitad están evaluando la evacuación de los expatriados, pero sólo un 20% lo ha llevado a cabo.
Por otro lado, algunas compañías están enfrentado la situación con acciones prácticas como proporcionar mascarillas (48%) y desinfectante para manos (68%) en el lugar de trabajo o permitiendo una mayor flexibilidad para trabajar de forma remota en las ubicaciones más afectadas. Así, por ejemplo, el 58% de las empresas están implementando los sistemas necesarios para flexibilizar el teletrabajo.
“Debido al inusual período de incubación, que puede extenderse hasta dos semanas, otra práctica común es la imposición de períodos de cuarentena”, destaca la encuesta de Mercer. Casi la mitad de las empresas, un 42,8%, obliga a sus empleados a permanecer en casa al regresar de un país afectado, tanto por viajes de negocio como personales. En estos casos la mayoría de los empleados continúan trabajando en remoto desde sus hogares y perciben su salario completo.
Sin embargo, se han detectado casos en los que la cuarentena se detrae del período de vacaciones. Una vez completado el período de cuarentena, sólo el 46% realizan pruebas médicas a sus empleados. A pesar de la preocupación, por ahora la gran mayoría de las empresas no se plantea modificar ni sus objetivos de compensación a largo plazo (76.9%) ni sus planes de incentivos (83%).
Casi todas las empresas (86%) anticipan además un impacto negativo en su cuenta de resultados derivado de un exceso en los costes de gestión de la salud y bienestar de sus empleados, así como una reducción en las ganancias debido a la reducción de sus operaciones por falta de personal y la caída global de los mercados, según los datos de Mercer.