La inversión inmobiliaria ha dado un giro revolucionario gracias a la tokenización de activos, permitiendo a pequeños inversores participar en el mercado con apenas 100 euros. Según estimaciones de Boston Consulting, la tokenización de activos ilíquidos podría alcanzar un valor de 16 billones de dólares para 2030, representando un 10% del PIB mundial. En este sentido Robin Decaux, CEO de Equito, explica que, aunque esta forma de inversión es aún incipiente en España, su popularidad está en auge.
“Las plataformas dedicadas a la tokenización buscan propiedades para alquilar y garantizan una rentabilidad media anual a los inversores. Este modelo de negocio está democratizando el acceso a un sector que anteriormente requería grandes sumas de capital, permitiendo la participación de un mayor número de personas”, afirma Robin Decaux, CEO de Equito, startup especializada en la tokenización de inversión inmobiliaria a través de tecnología blockchain que permite invertir desde 100 euros.
La tokenización de un inmueble, mediante la tecnología blockchain, divide la propiedad en partes pequeñas representadas por tokens. Los inversores pueden adquirir estos tokens digitalmente y reciben mensualmente los beneficios generados por el alquiler o la venta de la propiedad, proporcionando un flujo de ingresos constante.
Sin embargo, el experto hace hincapié en que “lo que se tokeniza no son las propiedades físicas en sí, sino los flujos de ingresos que pueden generar. Los inversores no compran una parte del inmueble, sino una participación en los beneficios derivados de la inversión, incluyendo ingresos por alquiler y posibles ganancias por la apreciación del valor del inmueble con el tiempo”.
Un mercado para las nuevas generaciones y bienes inmuebles para todos
La premisa de este modelo de negocio es romper con el estigma de que el sector inmobiliario es exclusivo para los grandes inversores, ofreciendo opciones más económicas para que todo el mundo pueda obtener rentabilidad del sector. “Nosotros nos encargamos de buscar los inmuebles, comprarlos y alquilarlos. De este modo, podemos emitir participaciones digitales en forma de tokens para que los inversores interesados puedan adquirirlas a través de nuestra app”, detalla Decaux.
“Si bien es cierto que nuestro público objetivo es muy amplio, ya que queremos llegar a todas aquellas personas que con el sistema tradicional no tendrían acceso a la inversión inmobiliaria, la mayoría de nuestros clientes tienen entre 18 y 30 años”, revela el COO de la empresa, Naji Bizri.
“La popularidad de este modelo entre las nuevas generaciones se debe a su naturaleza digital, ya que solo está disponible a través de una app, y a la preferencia de este sector poblacional por acceder a sus servicios financieros a través de los smartphones”, añade Decaux.
La regulación, clave
La regulación desempeña un papel clave en la estabilidad y expansión de la tokenización inmobiliaria. En España, los contratos que regulan la compra de tokens están sujetos a la normativa de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La reciente Ley del Mercado de Valores y de los Instrumentos Financieros (LMVSI) reconoce específicamente los valores negociables representados mediante tecnología de registros distribuidos, proporcionando el marco jurídico necesario para garantizar la seguridad legal en estas transacciones.