El economista noruego y premio Nobel de Economía Finn E. Kydland alertó el pasado viernes del peligro que supone para España la falta de gobernabilidad actual. Kydland, galardonado en 2004 junto a Edward C. Prescott por su contribución al análisis de los ciclos reales de la economía, acudió a Madrid para inaugurar el Foro de la Economía del Agua, una iniciativa auspiciada por la Universidad de Alcalá y que busca analizar los desafíos nacionales y globales del ciclo integral del agua.
En su conferencia, Kydland destacó la relevancia de que “los Gobiernos se atengan a planes económicos de largo plazo para garantizar el desarrollo económico presente y futuro”. Preguntado por si la falta de gobierno supone una amenaza para la economía española, el premio Nobel fue contundente: “Claramente. Cualquier tipo de incertidumbre es un peligro. A los inversores les gusta moverse con un horizonte de seguridad que tenga al menos tres o cuatro años. Entonces está claro que la situación actual va a dañar la economía y va a perjudicar a la actividad de la inversión”, subrayó el economista.
Para Kydland se ha creado un “riesgo innecesario”. Por otra parte, Kydland expuso su análisis de la evolución económica de los países de la Unión Europea durante las últimas décadas y puso el énfasis en cómo el grupo de países compuesto por España, Grecia, Irlanda y Portugal crece a un nivel inferior que economías como Alemania, Francia o Reino Unido. En este sentido, el premio Nobel puso de manifiesto que uno de los grandes problemas es la falta de productividad. “Es muy difícil tener un desempeño bueno de forma sostenible en ausencia de crecimiento de productividad de los factores”.
Kydland destacó la importancia de la independencia de los bancos centrales como garantía para mantener una política monetaria consistente en el tiempo y puso a Argentina como el ejemplo de lo que no se debe hacer: “En 70 años han tenido 55 gobernadores del Banco Central. En esas condiciones es imposible pedir una política comprometida y consistente en el tiempo.
Por otra parte, el premio Nobel también llamó la atención sobre el hecho de que “la política fiscal es incluso más importante que la monetaria para garantizar un crecimiento económico sostenible” y que ésta debe guiarse por un compromiso ajeno a “tentaciones políticas de corto plazo que cambien el rumbo”, aunque reconoció que “incluso los países con una gran credibilidad política se ven tentados”, dado que los efectos de las políticas de largo plazo tardan años en verse.
Kydland también criticó el exceso de intervencionismo y en este sentido, calificó el rescate bancario de Irlanda como “horrible” por sus efectos en la deuda y en el riesgo moral que entraña. El economista recordó el caso de México en los ochenta, cuyo sistema financiero también fue rescatado, pero luego no se volvió a privatizar, sino que se mantuvo en manos públicas. “Pusieron los bancos en manos de burócratas y el resultado es que México lo ha hecho mal estos años, económicamente hablando”.
Por último, Kydland animó a España a que, más allá de diatribas políticas, se olvide de “utilizar a la UE como excusa” para sus problemas económicos, analice en profundidad las causas de su falta de productividad y se ponga a trabajar cuanto antes para corregirlas.