Los últimos 12 meses han sido turbulentos para todos los activos de riesgo, en opinión de Preqin. “La diferencia entre los acontecimientos de 2023 y el frenesí del mercado alimentado por los estímulos que vimos en 2021 no podría ser más marcada. Algunas teorías sugieren que los gobiernos se excedieron en sus paquetes de ayuda, lo que provocó un repunte extremo en 2021 seguido de una fuerte caída en 2022”, afirma en su informe anual sobre el mercado de private equity.
En consecuencia, señala que el mercado mundial de private equity se encuentra en un periodo de ajuste, y ve probable que la actividad siga siendo significativamente más débil en 2022 y 2023 en lo que respecta al flujo de operaciones, los resultados y la captación de fondos. “A pesar de estos retos, seguimos pronosticando un fuerte crecimiento para el mercado mundial de private equity, con un crecimiento de los activos gestionados del 10,2% desde 2021 hasta alcanzar los 7,6 billones de dólares en 2027”, indican.
Christoph Knaack, CEO Preqin, destaca que en una época de incertidumbre económica y agitación geopolítica, el capital riesgo sigue siendo relativamente resistente. “Aunque el efecto denominador está frenando el apetito de los LPs por nuevos compromisos de capital, y los GPs están encontrando más dificultades para recaudar fondos, los activos gestionados de capital riesgo siguen creciendo”, afirma Knaack. Según los datos del informe, en los nueve primeros meses de 2022 se produjeron 1.360 salidas de capital riesgo en todo el mundo, por un valor total de 324.300 millones de dólares. Esto representa sólo el 45,5% y el 40,0% de los totales de 2021, respectivamente.
Una de las conclusiones del informe es que una mayor proporción de inversores institucionales está asignando o está sobreponderado en private equity. Según explican, el efecto denominador ha agravado esta situación al hacer que las asignaciones porcentuales aumenten por defecto a medida que se reduce la parte de las carteras totales ocupada por la renta fija pública y la renta variable.
“Está claro que la edad de oro de la captación de fondos de private equity de los últimos años puede estar llegando a su fin y que el entorno es más difícil para los gestores de carteras, especialmente para los nuevos participantes. Es probable que una mayor proporción de la captación total de fondos adopte ahora la forma de renovaciones de las relaciones con gestores existentes, lo que significa que los gestores generales tienen que desbancar a los titulares si quieren conseguir nuevos LPs”, matizan.
Además, el informe advierte de que los asignadores sopesarán la perspectiva de una menor rentabilidad de los activos de riesgo, lo que podría limitar aún más su apetito por los fondos de capital riesgo/inversión. Durante los nueve primeros meses de 2022, los fondos de private equity captaron 404.600 millones de dólares, lo que representa el 58,2% del importe total captado en 2021 en su conjunto. “Nuestra encuesta a inversores indica que el número de inversores que esperan asignar más a esta clase de activos en los próximos 12 meses ha descendido del 43% en la encuesta de noviembre de 2021 al 31% en noviembre de 2022”, indica el documento.
Desde Preqin reconocen que sus propias previsiones para el rendimiento del private equity también se han ralentizado considerablemente: para el periodo de 2021 a 2027, esperan que las estrategias globales de private equity generen una rentabilidad anualizada del 13,5% durante el periodo, frente al 15,4% de 2015 a 2021.
Impacto en el negocio
Otra de las conclusiones que apunta el informe de Preqin es que, en general, los gestores se enfrentan a nuevos retos en la captación de fondos, ya que se están adaptando al nuevo entorno de mercado. En sentido, afirman: “Llevamos algún tiempo observando que los grandes gestores están creando plataformas de private equity, tras haberse centrado tradicionalmente sólo en el capital inversión. También hemos visto cómo los GPs adquirían activos de seguros en busca de una fuente duradera a largo plazo de capital de inversión. Sin embargo, también estamos empezando a notar cierta tracción en lo que respecta a la captación de capital del segmento de patrimonio privado”.
Por último, aunque las turbulencias del mercado también pesarán en la confianza de los inversores minoristas hacia el private equity, Preqin espera que esto proporcione un crecimiento estructural a largo plazo para los gestores privados. “Aunque algunos grandes gestores han creado con éxito canales de distribución directa para captar capital de este espacio, también estamos viendo surgir plataformas intermediarias como interfaz entre los GPs y los gestores de patrimonios privados. No cabe duda de que el sector mundial del private equity está atravesando un proceso de ajuste, por lo que es probable que la rentabilidad y la captación de fondos sigan bajo presión. No obstante, los inversores pacientes seguirán encontrando oportunidades de inversión atractivas a medida que el mercado se recupere”, indica en su informe.
La visión del entorno
Según su visión, los acontecimientos geopolíticos también han contribuido a la notable volatilidad de los mercados financieros mundiales. En este sentido, su informe anual señala que la guerra en Ucrania ha interrumpido gravemente el suministro energético en Europa y ha dejado a los buques cisterna de gas natural licuado (GNL) intentando tapar el déficit.
“Esto se ha sumado a las ya poderosas presiones inflacionistas que recorren la economía mundial. La Reserva Federal, tras haber sido percibida como demasiado lenta para responder a las presiones iniciales, se esfuerza ahora por adelantarse a la curva con agresivas subidas de tipos. Algunos consideran que la Fed teme perder credibilidad si las expectativas inflacionistas se afianzan y puede incluso estar dispuesta a arriesgarse a un aterrizaje brusco en la economía real como consecuencia de ello. Pero, al mismo tiempo, la Reserva Federal podría verse obligada a relajar las condiciones monetarias una vez más si se acumularan tensiones significativas en el sistema financiero”, explican acerca de su visión del entorno actual.
Respecto al comportamiento del mercado, Preqin destaca que el impacto en los mercados de renta variable ha sido profundo. “El índice MSCI ACWI bajó un 21,1% hasta octubre de 2022, mientras que el índice Bloomberg de bonos agregados también cayó un 15,7%. En comparación, los índices de referencia a nivel de activos de Preqin indican que los rendimientos mundiales de los buyouts disminuyeron solo un 0,82% durante el primer semestre del año”, señala en su informe.
Además, apunta que el creciente diferencial de tipos de interés entre EE.UU. y el resto del mundo ha fortalecido el dólar, exportando así inflación adicional al resto del mundo. “Se ha abierto una desconexión entre las valoraciones de los valores públicos y privados, que tardará algún tiempo en reconciliarse. Mientras tanto, el proceso de descubrimiento de precios en curso puede pesar en el flujo de acuerdos, en nuestra opinión”, indican.
Un dato que consideran relevante es que el mercado de OPV también ha sufrido un fuerte deterioro, lo que, en su opinión, ha dado lugar a que las ventas comerciales desempeñen un papel aún más importante, aunque tomando como referencia para la fijación de precios lo que está ocurriendo en los mercados públicos.