El sector de la deuda privada luxemburguesa muestra un crecimiento extraordinario, según el informe anual “KPMG Private Debt Fund Survey 2023”, encargado por la Asociación de la Industria de Fondos de Luxemburgo (ALFI, por sus siglas en inglés). El documento señala que los activos bajo gestión se dispararon un 51% en 2023, hasta alcanzar los 404.400 millones de euros. Un porcentaje llamativo si tenemos en cuenta que en 2022 registró un crecimiento del 45,4%, en un entorno geopolítico y macroeconómico profundamente transformado.
“A pesar de las incertidumbres, el mercado luxemburgués de fondos de deuda privada ha demostrado una vez más su atractivo al expandirse a un ritmo notable y las perspectivas para esta clase de activos son optimistas. El centro financiero luxemburgués ha logrado captar este crecimiento fenomenal gracias a sus conocimientos en materia de captación de fondos transfronterizos e inversión. Estamos viendo cómo la deuda privada alcanza nuevos niveles de aceptación general en comparación con los préstamos bancarios tradicionales, lo que repercute en la forma en que los prestatarios acceden a los paquetes de deuda y los negocian. La demanda de financiación de deuda sigue siendo sólida, como la financiación de proyectos sostenibles en muchos sectores económicos y grandes infraestructuras. El atractivo de esta clase de activos no deja de crecer», explica Julien Bieber, socio de Impuestos, Inversiones Alternativas y codirector de Deuda Privada de KPMG en Luxemburgo.
Para Britta Borneff, directora de Eventos, Comunicaciones y Desarrollo Empresarial de ALFI, la deuda privada es una próspera oportunidad de inversión. “Aunque los retos y las oportunidades en medio de las turbulencias geopolíticas y macroeconómicas exigen cautela, el apetito de los inversores por los fondos de deuda privada ha seguido creciendo. El compromiso con las estrategias ESG y la integración de la tecnología, desde la tokenización a la IA, señalan un futuro en el que los inversores minoristas podrían disfrutar de un mejor acceso a la deuda privada y una mayor liquidez”, añade Borneff.
El documento también revela algunos datos interesantes. Por ejemplo, el 86% de los fondos de deuda privada son de tipo cerrado, mientras que el 14% son de tipo abierto. Además, los fondos de inversión alternativos reservados (RAIF) han superado a los fondos de inversión especializados (SIF) como el vehículo de fondo más popular, representando la mayoría con un 53% frente al 38%. La mayoría de los fondos siguen estando regulados (55%), mientras que el 45% no lo están.
Una tendencia que continúa sin cambios es que la mayoría de los inversores en fondos de deuda privada son inversores institucionales, en concreto el 81%, seguidos de inversores minoristas, que representan un 8%, y bancos privados, que son el 4,5% de los inversores. “Sin embargo, se observa un descenso del 3% y el 1% en los inversores institucionales y minoristas, respectivamente, y un aumento del 2,5% en los bancos privados en comparación con el año pasado. Al igual que el año pasado, la mayoría de los inversores proceden de la UE (46,5%) y de la Europa ampliada (22%)”, señala el documento en sus conclusiones.
La estrategia de inversión de los fondos de deuda privada luxemburgueses se centra principalmente en tres estrategias de deuda, cuyas proporciones siguen siendo las mismas que el año pasado, a pesar del aumento del número de fondos subyacentes: préstamos directos (64%), deuda distressed (13%) y mezzanine (13%).
También destaca que los fondos de deuda privada invierten ampliamente en diversos sectores, con la mayor proporción invertida en infraestructuras y transporte (18%), seguidos de cerca por energía y medio ambiente, y productos químicos, TI, telecomunicaciones y comunicaciones (ambos 16%), y sanidad y ciencias de la vida (15%). “El 98% de los fondos de deuda tieneun enfoque de inversión multinacional y, al igual que el año pasado, la UE (42%) y la Europa ampliada (27%) siguen siendo el objetivo de inversión preferido, seguidas de Norteamérica (13%)”, añade el informe.
Respecto al enfoque de sostenibilidad en este tipo de fondos, la mayoría de los vehículos son del artículo 6 sin objetivos ESG formales, mientras que los fondos del artículo 8 con consideraciones sostenibles constituyen una parte significativa. En cambio, los fondos del artículo 9 con objetivos sostenibles claros representan el 6% restante.
En opinión de Bieber, el mercado de deuda privada puede beneficiarse aún más de una cierta sofisticación. “La UE sigue siendo muy atractiva para las inversiones, ya que otros mercados se enfrentan a una sobresaturación, especialmente en Estados Unidos. La deuda privada es especialmente ágil en el nuevo entorno, con inflación elevada, tipos de interés nominales altos y bajo crecimiento económico: Los inversores están encontrando una opción interesante para proteger su capital con fuertes rendimientos ponderados por riesgo generados por estrategias de inversión tales como préstamos con tipos de interés variables a prestatarios bien capitalizados. Además, la UE está reforzando su marco regulador y la integración de ESG como impulso para ofrecer productos paneuropeos de alta calidad. No debe subestimarse el potencial de la digitalización y la tokenización para revolucionar este mercado, ya que encierra promesas de minorización, reducción del riesgo y, en última instancia, ayuda a tomar mejores decisiones”, concluye Bieber.