La mejora de las condiciones económicas y del mercado laboral en 2014 se ha trasladado de forma positiva a los mercados de oficinas de Europa. La contratación en las 38 ciudades europeas analizadas en el estudio de BNP Paribas Real Estate supuso cerca de 11,7 millones de m2 el pasado ejercicio, un 10% más en términos anuales.
La vuelta de las operaciones de gran tamaño contribuyó a los buenos resultados en la mayoría de los mercados, especialmente en París, Berlín y Bruselas. La reducción de costes y la racionalización siguieron siendo los principales impulsores de la demanda, de la misma manera que los usuarios continuaron prefiriendo edificios de nueva planta en buenas localizaciones.
Pese al significativo incremento de la contratación de oficinas, la tasa de disponibilidad media de las 35 ciudades analizadas sólo retrocedió 10 puntos básicos, y todavía se encuentra por encima del umbral del 10%. Esto se explica porque la reducción de espacio disponible se vio en parte compensada por un mayor volumen de nuevos desarrollos y por la superficie de segunda mano liberada tras las operaciones de relocalización de usuarios.
No obstante, la escasez de nueva oferta en las áreas centrales mantuvo las rentas bajo presión en el caso de los edificios de categoría ‘prime’. Como consecuencia, la renta ‘prime’ media creció un 3% estimulada por el incremento de la actividad en mercados al alza, como Londres y Dublín. Los distritos periféricos, por su parte, siguieron estableciendo un fuerte contraste al sufrir todavía una disponibilidad elevada que obliga a los propietarios a ofrecer incentivos que prevengan caídas en los precios.
Las previsiones apuntan a que el crecimiento económico y del empleo ganará impulso en Europa en 2015. En consecuencia, los fundamentales del mercado de oficinas tenderán a fortalecerse en el conjunto de las principales ciudades europeas.
Nuevo récord postcrisis en el mercado de inversión
La inversión inmobiliaria no residencial en los 38 mercados analizados por BNP Paribas Real Estate ascendió a 108.000 millones de euros (74.000 millones en oficinas), un volumen que convierte el pasado ejercicio en el mejor desde 2007. El dato además supone un significativo incremento (16% y 20% en el caso de las oficinas) respecto al ya notable ejercicio 2013.
Asimismo, 2014 fue testigo de la recuperación de los mercados más duramente castigados por la crisis. Dublín y Madrid son los mejores ejemplos de esta recuperación, con un crecimiento anual del 120% y del 278% respectivamente. Pocos países europeos sufren todavía las incertidumbres económicas y políticas. Londres, sin apenas cambios desde 2013, atrajo el mayor volumen de inversión en Europa, con casi 30.000 millones de euros.
El pasado ejercicio se caracterizó por el aumento de la inversión transfronteriza y por el descenso progresivo de la aversión al riesgo. La fortaleza global de la inversión inmobiliaria en los mercados europeos se concentra todavía en los activos ‘core’ y líquidos, aunque se registran más operaciones value-added y especulativas.
Las políticas para consolidar la recuperación económica apoyarán todos los mercados europeos. Además, el anunciado programa de compra masiva de bonos (QE, por sus siglas en inglés) de 1,1 billones de euros del Banco Europeo tendrá un impacto significativo en los mercados inmobiliarios. Al mantener una baja rentabilidad de los bonos, el QE reafirmará el atractivo del mercado inmobiliario. Por tanto, es previsible ver más interés de los inversores en activos de buena calidad con contratos a largo plazo e inquilinos solventes, empujando aún más a la baja las rentabilidades ‘prime’ en 2015.
Para acceder al informe completo (en inglés), a través del siguiente enlace.