El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) publica un nuevo informe sobre las denominadas stablecoins o criptomonedas estables donde recoge las recomendaciones revisadas de la entidad para estas monedas y establece que deberán ser consideradas como un activo virtual o tradicional, en función de su naturaleza. El informe responde a la petición realizada por el G-20 en octubre de 2019.
Asimismo, el documento subraya la falta de una definición común acordada para estos activos y recoge la del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés), que las define como un “tipo de criptoactivo que tiene el objetivo de mantener un valor estable en relación con un activo específico, o un conjunto o cesta de activos en relación con otros”. Señala que las características de estos activos difieren dependiendo de la tecnología en que están desarrolladas, de si es pública o privada o si puede utilizarse por el público en general o de forma limitada. Por último, las diferencia de las divisas digitales de los bancos centrales ya que, estas están excluidas del ámbito de aplicación de las recomendaciones revisadas del GAFI sobre activos virtuales y sus proveedores de servicios.
No obstante, desde GAFI advierten de los principales riesgos de blanqueo de capitales y de financiación del terrorismo (BCyFT) generados por las stablecoins como son el anonimato, su alcance global, la estratificación y su potencial adopción masiva. Por ello, recomienda analizar estos riesgos, para mitigarlos antes del lanzamiento de las stablecoins y su adopción masiva.
“Si bien la estabilidad del valor de las stablecoins por sí sola no plantea un riesgo específico de BCyFT, puede haber riesgos específicos asociados con sus mecanismos de estabilización (por ejemplo, la creación de nuevos mecanismos para la manipulación del mercado)”, advierten desde la entidad. En este momento, estos riesgos siguen siendo teóricos, pero según el GAFI, podrían analizarse con más detalle en el futuro y en el caso de que aparecieran.
A nivel global, se trata de las primeras recomendaciones sobre estos activos en la prevención del BCyFT. Para analizar cómo se han aplicado las recomendaciones a las stablecoins y si son suficientes para mitigar los riesgos, el GAFI ha analizado cinco emisiones que se han considerado relevantes (Thether, USD COin, PAX, TrueCoin y Dai) y dos propuestas de emisión (Libra y Gram).
Tras el análisis asegura que sus recomendaciones son aplicables a stablecoins, que se podrán considerar un activo virtual o tradicional (y por tanto, dentro del ámbito de aplicación de las recomendaciones), y considera directrices que aborden los problemas prácticos que surjan de su aplicación. Por último, en lo referente a las stablecoins centralizadas y descentralizadas el informe incluye,dentro de las centralizadas qué funciones tienen obligaciones de prevención del BCyFT.
Desde la entidad consideran que las recomendaciones son suficientes en este momento para mitigar los riesgos asociados a las stablecoins en las jurisdicciones que las han implementado, basándose en los modelos conocidos. No obstante, identifica algunos riesgos residuales de ellas como el riesgo de operaciones peer-to-peer anónimas y con monederos no alojados, la regulación débil o inexistente sobre prevención de BCyFT en algunas jurisdicciones y el riesgo derivado de la existencia de una estructura de gobierno descentralizado.
“A pesar de la aplicación de las recomendaciones para las stablecoins, el GAFI es consciente de la necesidad de mejorar el marco de prevención de BCyFT en este aspecto. Por eso, trabajará en colaboración con el FSB y otros organismos globales para garantizar una respuesta internacional a las stablecoins que integre las necesidades de PBCyFT”, aseguran desde la entidad.
Para ello, se llevarán a cabo diferentes acciones de promoción de las recomendaciones así como se continuará con la la implantación y el análisis de impacto de las recomendaciones para determinar si es necesario modificarlas. Además, la entidad pretende mejorar el marco internacional para la cooperación e intercambio de información entre los supervisores de los proveedores de servicios de activos virtuales.
Asimismo, el informe contiene dos anexos que incluyen las definiciones del GAFI y su interpretación de la recomendación 15 con respecto a los proveedores de servicios de activos virtuales y el listado de divisas digitales de bancos centrales.