El crédito privado puede ser una fuente de inversión importante, pero para que el sistema funcione para todas las partes, tanto los prestamistas como los beneficiarios del crédito, la cadena no puede romperse.
Sin embargo, el fraude en los préstamos a pequeñas y medianas empresas (PYMES) ha aumentado en un porcentaje de dos dígitos año tras año, y la mayoría de los prestamistas esperan que los niveles de fraude sigan aumentando en los próximos meses, según el estudio sobre Fraude en Préstamos a Pequeñas y Medianas Empresas de LexisNexis Risk Solutions.
Más del 80% de los encuestados afirmaron que el fraude en los préstamos a PYMES ha aumentado casi un 14% durante el último año, a pesar de que los prestamistas están menos dispuestos a conceder nuevos créditos.
El fraude en los préstamos a PYMES está aumentando a un ritmo constante, pero se está alejando gradualmente de la influencia de la pandemia. En particular, el fraude suele detectarse en el primer mes de la relación con un nuevo cliente.
La mayoría de las pérdidas por fraude se atribuyen a los canales digitales, por esta razón, el 70% de las organizaciones han ajustado sus estrategias para detectar y mitigar el fraude.
“Este cambio pone de relieve un enfoque proactivo dentro del sector, con muchos prestamistas que endurecen sus políticas de transacciones móviles y en línea. Mientras que los bancos más pequeños y las cooperativas de crédito están equilibrando sus políticas, las instituciones más grandes están adoptando medidas más estrictas”, dice el comunicado.
En cuanto a los principales métodos para los incumplidores, el robo de la identidad legítima de la empresa y el robo de la identidad del consumidor/propietario han surgido como el tipo más común de fraude en los préstamos a PYMES, lo que hace que su detección sea especialmente difícil.
El estudio sugiere recomendaciones para prevenir el fraude en los préstamos a PYMES tales como mejorar los controles para comprobación de identidad, utilización de sistemas avanzados de detección del fraude que vayan más allá de los métodos manuales.
Además, llama a adoptar un enfoque multicapa mediante la combinación de diferentes soluciones para hacer frente a los riesgos únicos de los diferentes canales, métodos de pago y productos. Este enfoque debe integrar la ciberseguridad con los esfuerzos de prevención del fraude y emplear soluciones avanzadas como la autenticación OTP/de dos factores, la biometría y la biometría del comportamiento.
Por último, los prestamistas deben centrarse en la detección temprana del fraude y compartir inteligencia. Las empresas deben aprovechar el poder de la inteligencia colectiva a través de consorcios y redes de identidad digital. Al participar en un consorcio, las empresas pueden compartir datos valiosos, creando una capa de inteligencia entre iguales que les permite obtener un mayor contexto, proteger sus canales digitales contra las redes de ciberdelincuentes y tomar decisiones de riesgo más inteligentes y en tiempo real.