Los cierres inducidos por el COVID-19 y la actividad comercial paralizada durante los momentos más duros de la pandemia, junto con la creciente digitalización, han cambiando la composición de las asignaciones inmobiliarias de los inversores europeos, según el informe The Cerulli Edge-European Monthly Product Trends, elaborad por Cerulli Associates.
El sector comercial ha sido el centro de la reevaluación de los fondos inmobiliarios europeos a medida que los empresarios se replantean sus planes a largo plazo para el regreso del personal a la oficina. Los cierres han demostrado en gran medida que el trabajo desde casa es una opción práctica, lo que acelera la tendencia a largo plazo hacia una sociedad digitalizada.
Según los gestores de activos encuestados recientemente por Cerulli Associates a lo largo del año pasado, los inversores europeos se inclinan cada vez más por la exposición a inmuebles industriales y logísticos, dos áreas relativamente indemnes a los cierres. También están mostrando un creciente interés en sectores nicho como los inmuebles sanitarios, que se beneficiaron de la atención mundial al desarrollo de vacunas.
«Los gestores tienen que ponerse al día sobre la evolución de las necesidades de los inquilinos para crear productos atractivos para sus clientes», afirma Fabrizio Zumbo, director asociado de Cerulli.
Además de los efectos de la pandemia, el sector inmobiliario se ha visto favorecido por varios vientos de cola. Por ejemplo, el entorno de bajos tipos de interés ha llevado a los inversores europeos a buscar fuentes alternativas de flujos de caja estables, pero suficientes.
«Se ha producido una mayor asignación a inversiones alternativas, entre las que se encuentra el sector inmobiliario, impulsada por el deseo de obtener una mayor rentabilidad, aunque diversificada. Una quinta parte de los bancos privados de Europa encuestados por Cerulli esperan aumentar sus asignaciones al sector inmobiliario en los próximos 12 a 24 meses», añade Zumbo.
Además, los inversores institucionales también siguen diversificando sus participaciones inmobiliarias, y la exposición a Asia-Pacífico será especialmente interesante. Por ejemplo, el sector inmobiliario extranjero representa ahora el 13% de las inversiones inmobiliarias de los fondos de pensiones profesionales suizos, según la Oficina Federal de Estadística de Suiza, frente al 7% de 2010.
Aunque los inversores minoristas siguen siendo cautelosos con los fondos inmobiliarios abiertos en el contexto del actual ciclo económico, la sostenibilidad va a dominar las conversaciones en el sector inmobiliario en los próximos meses. Según la Comisión Europea, los edificios físicos consumen aproximadamente el 40% de la energía y contribuyen al 36% de las emisiones de carbono en toda la UE. Los gestores de activos de toda la región ya han manifestado su intención de responder al creciente interés de los clientes por la sostenibilidad.