El COVID-19 ha frenado el ritmo de inversión del capital privado en España tras varios años de resultados récord. Las incertidumbres sobre la evolución de la pandemia y su efecto en la economía global han provocado, pese a la liquidez disponible, una gran volatilidad en el mercado. Así, el volumen de inversión ha caído más de un 35% tanto a nivel nacional como a nivel global. Ésta es una de las principales conclusiones de la VII edición de la Conferencia anual para gestoras de capital privado y sus inversores (LPs & GPs Spanish Conference), que ha celebrado la firma de servicios profesionales EY y la Asociación Española de Capital, Crecimiento e Inversión (ASCRI).
En esta edición, el foro se ha realizado en formato híbrido desde la sede de EY en Madrid, cumpliendo con las medidas de seguridad establecidas para la lucha contra la COVID-19. Más de 300 inversores y fondos de capital privado se han dado cita en el evento, a través de una sesión virtual.
Juan López del Alcázar, socio responsable del área de Strategy and Transactions de EY, y Aquilino Peña, presidente de ASCRI, han sido los encargados de inaugurar la jornada y hacer balance de la industria de private equity y venture capital en lo que va de año.
López del Alcázar ha recordado que, en octubre de 2019, en el último evento de la firma, apuntaba a que 2020 iba a ser un año de ligera desaceleración para el private equity después de encadenar varios ejercicios consecutivos de récord de inversión. Sin embargo, el COVID ha sacudido radicalmente el tablero de juego, convirtiendo este año en uno de los más difíciles para la industria. “Nos enfrentamos a un escenario con alta incertidumbre donde prever las proyecciones financieras de las compañías es casi un ejercicio de ciencia ficción y donde poner precio a los activos resulta tremendamente complejo. Aun en este entorno, el private equity está llamado a jugar un papel esencial en la capitalización de las compañías españolas”, añade el socio responsable del área de Strategy and Transactions de EY.
No obstante, durante el evento Aquilino Peña aseguró que el capital privado estaba preparado para afrontar esta crisis, al igual que ha ocurrido en periodos de recesión anteriores. “Los datos de los primeros nueve meses del año relevan la confianza del inversor internacional por nuestro país, al igual que los LPs españoles, en las gestoras y pymes españolas. Tanto el middle market como el venture capital, que han demostrado su gran dinamismo a pesar de la situación actual, demuestran que el venture capital & private equity son parte de la solución y continuarán aportando capital y gestión al tejido industrial”, afirma Peña.
Gonzalo García, economista jefe de Analistas Financieros Internacionales (AFI), también ha participado en el foro para compartir sus previsiones macroeconómicas. “Este año la economía española estará entre las que más sufran, debido al peso de los sectores más expuestos al riesgo de contagio”, advierte el experto. Además, García añade que la respuesta europea a esta crisis ha sido contundente y está a la altura de su gravedad, tanto en lo monetario como en lo fiscal, gracias al Plan de Recuperación. “A pesar de la incertidumbre en el corto plazo, 2021 será un año de recuperación para la economía española. El Plan europeo es una oportunidad para transformar la economía que requerirá un gran esfuerzo compartido», subraya.
Por su parte, Andrés Saenz, responsable global de Private Equity en EY, ha señalado que “la industria del private equity ha vivido un momento de gran disrupción por la COVID-19, con implicaciones en su portfolio, sus perspectivas de inversión, en la forma de dirigir sus negocios, sus equipos y su papel en la sociedad en general. Se ha abierto una nueva era para el sector: ser más resiliente, más ágil, más tecnológico y más socialmente responsable”. Sáenz ha recordado también que a medio y largo plazo, las perspectivas y el atractivo de la industria del private equity son innegables. Así, añade que se observa una gran trayectoria para sus rendimientos y un cambio a diversas formas de capital privado. “Hay muchas empresas que necesitarán el capital y la experiencia que ofrece el private equity”, asegura el experto.
Jorge Quemada, socio y miembro de los Comités ejecutivos y de inversiones de Cinven, también participó en el encuentro, en el que se ha aportado una visión global sobre cómo puede crear valor la industria tras los efectos del COVID-19 y los retos más inminentes en un entorno de alta volatilidad.
Volatilidad, también en el mercado global de M&A
Las dudas sobre el desenlace de la pandemia también se han traducido en la volatilidad de las inversiones del capital privado a nivel global. El estudio Private Equity Pulse, elaborado por EY, cuantifica en un 36% la caída del importe de las adquisiciones anunciadas por estas firmas a nivel mundial en los primeros seis meses del año, hasta los 180.000 millones de dólares. Entre enero y junio se anunciaron un total de 152 operaciones de más de 100 millones, un 34% menos.
América fue la región que experimentó una de las caídas más pronunciadas al cerrar en el primer semestre operaciones por 61.000 millones de dólares (un 63% menos), mientras que la actividad en EMEA (Europa, Oriente Medio y África) y APAC (Asia-Pacífico) alcanzó los 89.000 millones y los 29.000 millones de dólares, respectivamente.
A pesar de la inestabilidad que provoca la pandemia, los private equity consiguieron levantar un total de 348.000 millones de dólares entre enero y junio, frente a los 385.000 millones conseguidos en las mismas fechas del año pasado. Concretamente, se cerraron 481 fondos, un 27% menos, pero el tamaño promedio de los mismos aumentó un 21%, con una media de 816 millones de dólares. El estudio cifra el capital disponible para invertir (dry powder) en los 765.000 millones de dólares.