La liquidez sin precedentes en los mercados de capitales de todo el mundo está animando a los inversores a explorar nuevos horizontes y los mercados inmobiliarios del África subsahariana se perfilan como un buen destino, según concluye JLL en su último informe «Emerging Beyond the Frontier».
Según se desprende del informe elaborado por JLL, el crecimiento económico y demográfico sostenido en esta región se conjuga para crear centros urbanos con relevancia internacional que precisan de un volumen de inversión considerable en sus infraestructuras metropolitanas. A medida que crece la demanda por parte de empresas y consumidores de oficinas e inmuebles retail y terciarios modernos, el África subsahariana se adentra en un periodo de desarrollo caracterizado por un marcado crecimiento.
“Al albergar algunas de las economías urbanas con mayor crecimiento del mundo, unas tasas de urbanización aceleradas y una floreciente clase media, esta región se encuentra ahora en el radar de numerosas multinacionales, operadores hoteleros y grupos de inversión— comentó Mark Bradford, presidente de JLL para el África subsahariana—. La inversión aún no está exenta de riesgos, sin embargo, los inversores con un enfoque a largo plazo y dispuestos a embarcarse en sólidas asociaciones para gestionar y mitigar los desafíos podrían obtener grandes recompensas en el futuro”.
Ante la saturación de los mercados más consolidados y unas rentabilidades en mínimos históricos, los inversores internacionales se ven atraídos por la trayectoria de crecimiento del África subsahariana. Además, a medida que este mercado va ganando transparencia y liquidez, la prima de rentabilidad potencial respecto de los mercados desarrollados constituye un interesante argumento de inversión a largo plazo en la zona.
Las plataformas de fondos regionales y los inversores internacionales que realizan sus primeras adquisiciones en el África subsahariana se centran en ubicaciones y sectores core (tanto en inmuebles de oficinas como retail) de las capitales comerciales con potencial de alcance y crecimiento. Con el paso del tiempo, a medida que los mercados se vayan consolidando, se prevé que estos grupos amplíen su búsqueda.
Los cinco mercados principales del África subsahariana que han realizado mayores mejoras en cuanto a transparencia son Sudáfrica, Zambia, Nigeria, Ghana y Kenia. Las diez ciudades de esta región que atraerán la mayor parte del volumen de inversión internacional y, por ende, mayor actividad de inversión y desarrollo son Abuya, Adís Abeba, Dar es-Salam, Kampala, Kigali, Lagos, Luanda, Lusaka, Maputo y Nairobi.
Se ha producido una aceleración en el número de nuevas plataformas de fondos inmobiliarios creadas con objeto de centrarse en el mercado de inmuebles terciarios del África subsahariana, y también existe una amplia gama de nuevas fuentes de capital, como fondos de capital riesgo, de pensiones o soberanos, fondos de inversión inmobiliaria e instituciones que se muestran cada vez más disponibles y activas. De éstas, JLL estima que el 20-25% de los compromisos de capital procederán de Norteamérica y un 15-20%, de Europa.
“Si bien las economías en rápida expansión de la región tienen mucho que ofrecer, invertir en el mercado inmobiliario del África subsahariana sigue conllevando importantes desafíos: por el momento, los títulos con calificación de grado de inversión siguen siendo limitados y la falta de liquidez, la reducida transparencia y las incertidumbres a corto plazo en muchos mercados podrían disuadir a los inversores con poca predisposición al riesgo —explica Anthony Lewis, director de Mercados de capitales de JLL para el África subsahariana—. Sin embargo, los progresos y el dinamismo son tangibles, dado que los promotores responden a la necesidad acuciante de inmuebles terciarios modernos y la gestión política y económica sigue mejorando en algunos países de la región”.