El 57% de las familias tiene intención de aumentar sus inversiones directas en negocios operativos o real estate en 2017; el 81% de los family offices ya tienen por lo menos una persona dedicada exclusivamente a inversiones directas; y el 51% de ellos tienen dos o más profesionales dedicados íntegramente a esta tarea, según el 2017 FOX Global Investment Survey, publicado recientemente por Family Office Exchange.
“Desde la crisis financiera, hemos visto cómo las familias buscan alternativas a la inversión tradicional en renta variable y bonos y reevalúan su asignación a hedge funds», dice Sara Hamilton, fundadora y CEO de FOX. «La inversión directa proporciona a los family offices la oportunidad de invertir -como líder o co-inversor- en empresas que conocen bien y de las que, de media, esperan retornos de doble dígito».
«Las familias centradas en la inversión privada directa suelen optar por construir su propio equipo interno. De los 118 encuestados, la media para el equipo del family office es de 13 empleados a tiempo completo, tres de los cuales participan en el proceso de inversión y dos de ellos se concentran en la búsqueda y evaluación de inversiones directas”, señala Kristi Kuechler, presidenta del Centro de Inversores Privados de FOX.
La muestra global reportó una rentabilidad de la cartera del 7,2% para 2016, que el 64% dijo ser un resultado satisfactorio. Las materias primas -incluidas commodities- tuvieron la mejor rentabilidad de entre todas las clases de activos reportadas, con un 15% de media, seguidos por la renta variable estadounidense, con un 13%, real estate e inversiones directas, cuyas respectivas rentabilidades fueron del 9 y del 8%.
Además, los datos de los 70 family offices que compartieron su asignación en 2016, muestran que dedicaron más recursos a inversión directa a través del private equity que a través de fondos de private equity (7% frente a 5%). Dicha tendencia se agudiza entre los family offices que asignan más del 20% de sus activos a Private Equity, con porcentajes del 22% y el 8%, respectivamente.
Por último, el estudio señala que la actuación de los family offices centrados en private equity fue mejor que los del conjunto del estudio, con rentabilidades del 10% frente a la media del 7,2%; y que cada vez son más las familias que segmentan sus carteras con diferentes asignaciones de activos para apoyar diferentes objetivos o perfiles de riesgo, y hasta el 58% reportó hacerlo.