Recientemente, Greenward presentaba en Madrid un novedoso informe sobre cómo obtener rentabilidades atractivas a largo plazo a través de la financiación de la eficiencia energética en edificios. Este mercado, que todavía está dando sus primeros pasos en España, representa unas necesidades superiores a los 40.000 millones de euros para los próximos 10 años, según cifras del propio Gobierno. De cara a los inversores institucionales a largo plazo, como fondos de pensiones o aseguradoras, es una oportunidad de obtener rentabilidades de en torno al 5% en un producto de renta fija descorrelacionado de otros mercados.
La ausencia de instrumentos atractivos de financiación es el principal obstáculo para llevar a cabo las inversiones en el parque inmobiliario español necesarias para alcanzar los objetivos de eficiencia energética establecidos por la Unión Europea, inversiones que se cifran en más de 40.000 millones para los próximos 10 años: es una de las principales conclusiones del informe presentado por Greenward Partners, la primera empresa especializada en la “activación de capital ecológico” en España. Los edificios generan un tercio de las emisiones de CO2. Entre otros, la Comisión Europea ha establecido como objetivo una mejora de al menos el 32,5% de la eficiencia energética para 2030 con respecto a los niveles de 2007.
Pese a los compromisos alcanzados en el ámbito europeo, “la actividad en renovación de edificios para hacerlos más eficientes y sostenibles ha sido muy escasa hasta la fecha en España”, advierte Eduardo Brunet, CEO de Greenward y precursor en España del venture philanthropy, inversión de impacto social que aplica las prácticas del capital riesgo para la consecución de objetivos filantrópicos. Según Fernando de Roda, managing partner de la compañía, los principales obstáculos se centran en “la ausencia de financiación” para abordar estos proyectos y “la falta de instrumentos reales para monetizar el ahorro derivado de la inversión en eficiencia energética”.
De acuerdo con el informe de Greenward, cuatro de cada cinco edificios en España (un 82%) son ineficientes desde el punto de vista de la calificación energética y más de la mitad de las viviendas (el 55%) es anterior a 1980. Es decir, la mayoría de los hogares españoles alcanza o supera los 40 años de antigüedad y, por tanto, tienen unos niveles muy reducidos de eficiencia.
Una oportunidad de más de 40.000 millones
“Existe una clara oportunidad de mercado”, afirma Brunet, que toma como referencia las cifras oficiales del propio Gobierno. De acuerdo con el Ministerio para la Transición Ecológica, España necesitará 40.191 millones de euros en los próximos 10 años para financiar proyectos de mejora de la eficiencia energética en edificios.
Por otra parte, el informe destaca que en el mercado existe una necesidad desatendida de productos de inversión con las características que ofrecen estos proyectos de financiación en términos de plazo, rentabilidad, estabilidad, garantías y descorrelación, entre otros.
Ahorro energético y rentabilidad
Para hacer frente a las “barreras sociales, técnicas y administrativas” que existen hoy, Greenward ha diseñado un conjunto de soluciones que conectan a propietarios de inmuebles e inversores. La primera de estas soluciones, lanzada ahora en España, es el Préstamo para la Activación de Capital Ecológico en Edificios (e-PACE).
Estos préstamos se conceden con unos plazos tan amplios (en torno a 20-25 años) que aseguran a los propietarios de los inmuebles la recuperación de la inversión por la vía de los ahorros energéticos conseguidos mediante distintas actuaciones. Entre ellas, la instalación de techos solares y baterías, la puesta en marcha de sistemas más eficientes de calefacción, aire acondicionado o calentamiento de agua y la mejora de la iluminación.
“Estos largos plazos permiten compartir parte de dichos ahorros con el propietario del edificio y mejorar con ello su posición de caja desde el momento inicial del proyecto. Desde el primer año se consiguen flujos positivos de caja”, dice De Roda.
Para los inversores a largo plazo, como fondos de pensiones o aseguradoras, la solución de Greenward ofrece una opción de renta fija, descorrelacionada de la situación económica y con rentabilidades atractivas, a la vez que cumple con los requisitos de inversión sostenible bajo los criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés).
Fondos de pensiones y gestoras
“Los fondos de pensiones y otras instituciones gestoras de ahorro a largo plazo son los mejores aliados de la financiación e inversión en eficiencia energética”, apunta De Roda. “Su perfil de inversor a largo plazo los hace más proclives a apoyar la inversión en lo que se denominan megatendencias, entre ellas la defensa medioambiental. Además, la escasa rentabilidad de los productos tradicionales de renta fija está llevando al capital privado a destinar una cuota cada vez mayor hacia lo que se conoce como inversión de impacto”, añade.
Como ejemplo de los resultados generados por estas renovaciones, el informe de Greenward desarrolla como caso de estudio la renovación realizada en 2009 en el Empire State Building, uno de los edificios más emblemáticos de Nueva York y con una superficie similar a la mitad del barrio de Salamanca de Madrid. Con una inversión de 20 millones de dólares se generaron ahorros por valor de 4,4 millones anuales y se logró una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero equivalente a la que se obtendría de sacar 20.000 vehículos de las carreteras en un plazo de 15 años.
Beneficios para la sociedad
Además de la abultada rebaja en las facturas de suministros de energía y agua, Greenward destaca las ventajas sociales y medioambientales de financiar la mejora de la eficiencia energética. “Con estas soluciones no solo se atienden las necesidades financieras de propietarios e inversores, sino que también se contribuye al interés público general y a la lucha contra el cambio climático y a la mejora de la calidad del aire”, afirman sus fundadores.
“Los beneficios de mayor alcance también incluyen la reducción de los costes relacionados con enfermedades por la contaminación, el aumento de la productividad laboral gracias a la mejora de las condiciones de trabajo y de vida en el interior de los edificios, y un aumento del número de empleos en el sector de la construcción e industrias afines”, explica Brunet.
En concreto, el informe recoge los resultados de estudios que proyectan la creación de dos millones de puestos de trabajo en el mercado europeo si se elevara un 27% la eficiencia media del parque inmobiliario en comparación con 2005. En el caso de España, la CEOE calcula que podrían generarse 135.000 empleos directos al realizar renovaciones en unas 250.000 viviendas al año, con un promedio de 20.000 euros por cada reforma. “En resumen, la inversión en eficiencia energética en edificios es una gran oportunidad de dinamizar la economía y generar empleo”, señala el informe.