Más de un centenar de economistas de los diecinueve países que integran el Comité de Integración Latino Europa – América (CILEA) se reunieron el pasado 27 de noviembre en Santiago, para evaluar el estado de las relaciones de cooperación entre la Unión Europea y América Latina.
El XXXI Seminario Internacional de Países Latinos Europa-América, organizado por el Comité de Integración Latino Europa – América (CILEA) tiene por objetivo favorecer una fluida comunicación entre las organizaciones profesionales de economistas de los países latinos.
Ramón Jáuregui, presidente de la asamblea parlamentaria euro-latinoamericana, explicó en detalle la situación actual de las relaciones económicas, sociales y políticas entre ambos continentes. “No vamos a engañarnos, Europa está muy mal y gravemente dañada”. En este sentido, Jáuregui señaló que la imprevisibilidad de los acontecimientos mundiales condiciona la política. Así, destacó que Europa afronta una grave crisis en diferentes ramas y de desconocidas consecuencias. “El terrorismo, el fenómeno migratorio, la estructura y organización de base de la Unión Europea, los problemas de gobernanza económica de la unión monetaria y los movimientos anti europeístas están afectando de manera peligrosa a Europa”.
El eurodiputado sostuvo además que la Unión Europea no ha estado a la altura en el mantenimiento de las relaciones históricas con América Latina, “Europa se mira demasiado el ombligo y descuida los problemas externos. La política europea no acompañó al marco histórico de cooperación con las regiones latinas y esto fue aprovechado por China para incursionar en esos países”. Como conclusión, Jáuregui manifestó que las relaciones entre Europa y América Latina deben caminar hacia el establecimiento de “una alianza estratégica que garantice la gobernabilidad mundial y favorezca una sociedad civil interrelacionada”.
Diversos retos
Para José María Casado, coordinador del encuentro y director de Relaciones Internacionales del Consejo General de Economistas, las actuales relaciones económicas entre Europa y América Latina “se debaten dentro de un marco de continua profundización”.
En este sentido, apuntó que la “Unión Europea y América Latina cuentan con una larga trayectoria de diálogo económico-político y de cooperación birregional en la que el desarrollo, en sentido amplio, ha ocupado un lugar central. La asociación estratégica birregional entre la Unión Europea y América Latina jugará un papel importante en la agenda global del desarrollo post-2015 en varias dimensiones que hacen referencia, en primer lugar, a su visión sobre la democracia y su contenido de cohesión e inclusión social; en segundo lugar, a la construcción de un marco político consensuado para la gobernanza mundial del desarrollo y, en tercer lugar, en un dialogo de cooperación birregional que puede impulsar la agenda de objetivos de desarrollo sostenible post-2015, a través de cinco ejes: democracia y cohesión social; regionalismo e integración; educación superior; ciencia, tecnología e Innovación y cambio climático”.