Los rápidos cambios demográficos y de urbanización, especialmente en los mercados emergentes, conducirán a un crecimiento sustancial en la industria de inversión en bienes raíces en los próximos seis años, de acuerdo al informe «Real Estate 2020: Construyendo el futuro», de PwC.
Al mismo tiempo que las oportunidades en la industria crecen, también lo harán los activos invertidos en el sector. El informe prevé que las existencias globales de bienes raíces invertibles aumentarán más de un 55% hasta alrededor de 45,3 billones de dólares para 2020, frente a los 29 billones de 2012, y se espera que crezcan en proporciones similares para 2030.
La expansión será mayor en las economías emergentes, donde el desarrollo económico conducirá a una mejor calidad del arrendatario y, en algunos países, a unos derechos de la propiedad más claros, que repercutirán en el mercado residencial, comercial y de infraestructuras.
El informe también revela que el capital privado desempeñará un papel fundamental en la financiación de las necesidades del sector de bienes raíces, un sector cambiante y en aumento.
La intensa competencia por bienes raíces prime llevará probablemente a los gestores de real estate y a los inversores a buscar nuevas oportunidades de rendimiento. Sin embargo, el creciente y cambiante mundo inmobiliario mostrará a los gestores una gama mucho más amplia de riesgos, por lo que éstos deberán estar equipados para manejarlos.
“El sector de real estate está atravesando actualmente una serie de cambios fundamentales que esperamos que reconfiguren el paisaje en 2020”, subrayó Byron Carlock, responsable de Real Estate en PwC.
Asimismo, manifestó que “con 40-50 billones de dólares previstos en inversiones en infraestructuras, habrá nuevas e importantes oportunidades en bienes raíces, sobre todo para viviendas de densidad urbanas, desarrollos dirigidos al tránsito y espacios comerciales urbanos. Los gestores de real estate e inversores tienen que tener la visión de anticipar las tendencias emergentes en el medio plazo y prepararse para ello ahora con el objetivo de tener éxito en 2020”.
Otros cambios previstos para 2020
Se producirá una enorme expansión en las ciudades, con resultados mixtos. En 2020, la gran migración del siglo XXI a las ciudades estará en marcha. Las ciudades crecerán en todos los países de rápido crecimiento de Asia, África, Oriente Medio y América Latina. Incluso los países occidentales desarrollados se urbanizarán, aunque a un ritmo más lento y, para 2020, las ciudades estarán compitiendo ferozmente entre sí.
El crecimiento en los mercados emergentes llevará a una competencia por los activos inmobiliarios y entre las organizaciones de bienes raíces; la sostenibilidad transformará el diseño de edificios y desarrollos, presentando oportunidades y riesgos para los gestores del sector; la tecnología perturbará la economía inmobiliaria.
En este sentido, el estudio subraya que el crecimiento de las compras en línea seguirá reduciendo la necesidad de espacio para tiendas, pero los tiempos de entrega más cortos aumentarán la necesidad de espacio para almacenaje más cerca del cliente. Asimismo y a medida que aumenta el trabajo desde casa u oficinas satélite, la necesidad de espacio de oficinas caerá. Para los desarrolladores, los avances tecnológicos harán los edificios ecoeficientes más prácticos.
PwC apunta también que el capital inmobiliario ocupará el centro del escenario, mientras que el capital privado jugará un papel fundamental en la financiación de la creciente y cambiante necesidad del sector de bienes raíces y su infraestructura de apoyo. Los gestores del sector tendrán también que aprovechar toda la gama de posibilidades de financiación para asumir nuevos tipos de riesgos, a menudo con horizontes de inversión a largo plazo.
Los gestores tendrán que responder y adaptarse
Los gestores de real estate tendrán que pensar más globalmente en un momento en el que los bienes raíces invertibles en todo el mundo se expandirán sustancialmente, especialmente en las economías emergentes.
Asimismo, deberán entender la economía subyacente de las ciudades. Las ciudades de rápido crecimiento presentarán una gama más amplia de riegos y también de recompensas, que van desde low risk/low yield en el núcleo de bienes raíces en economías avanzadas a un high risk/high reward en las economías emergentes.
La mayor migración de todos los tiempos, sobre todo en las economías emergentes, impulsará la mayor oleada de construcción. También los factores tecnológicos y la sostenibilidad en la valoración de activos, lo que llevará a que algunos edificios sin ratings de sostenibilidad competitivos sufran descuentos.
Los gestores también tendrán que decidir dónde y cómo competir. La competencia por los activos prime se intensificará aún más en 2020. Se espera que la nueva riqueza de las economías emergentes intensifique la competencia por los activos prime. En este sentido, los profesionales tendrán que pensar lateralmente, mientras se concentran más que nunca en los fundamentos de los conocimientos locales y la demanda de los inquilinos.
A medida que la naturaleza de la inversión en bienes raíces cambia, haciéndose má global y especializada, surgirán más riesgos. Los riesgos estarán relacionados con la asociación con desarrolladores locales o gobiernos en economías emergentes, así como los riesgos asociados a la regulación y la fiscalidad en un sector cada vez más globalizado, entre otros.
Si quiere consultar el informe completo puede hacerlo en el siguiente link.