Los activos digitales se encuentran en las primeras etapas de la curva de adopción. Muestra de ello es que, poco a poco, nos vamos familiarizando con las diferentes criptomonedas, NFTs y otros criptoactivos que han pasado a formar parte de nuestro vocabulario. También estamos empezando a comprender su comportamiento en el mercado, sobre tras las últimas caídas, y su correlación respecto a otros activos.
“Históricamente, el bitocoin, la criptomoneda más desarrollada, ha mostrado bajas correlaciones a medio plazo con activos tradicionales como la renta variable y el oro. Sin embargo, cuando el sentimiento negativo dicta las perspectivas del mercado, las correlaciones con los activos de riesgo tienden a aumentar a corto plazo”, explica el último informe sobre esta clase de activos elaborado por Global X.
Pese a su mayor adopción y falta de legislación, los profesionales de la industria consideran que para que los criptoactivos terminen de dar el salto el mundo de la industria aún queda comprender cómo integrarlos en las carteras. Eso sí, este no es activo para todos los inversores. “En nuestra opinión, las criptomonedas no encajan en una cartera conservadora tradicional debido a su exposición al riesgo de volatilidad y novedad. Las criptodivisas se encuentran todavía en sus primeras fases de desarrollo y su tecnología está evolucionando rápidamente. Por ejemplo, las principales criptodivisas actuales podrían quedar obsoletas con el tiempo. Los inversores que deseen reducir el riesgo de su cartera deberían evitar las criptomonedas hasta que estos activos tengan un historial más sólido o los regímenes reguladores ofrezcan una orientación más completa”, reconocen desde Global X.
En cambio, sí sostiene que una pequeña ponderación de entre el 1% y 5% en criptodivisas más desarrolladas, como bitcoin y ethereum, puede ser apropiado para ciertos inversores con un perfil moderado. Según sus conversaciones con asesores financieros, muchos inversores orientados al crecimiento están interesados en explorar pequeñas asignaciones a las criptodivisas más desarrolladas.
Una tendencia que, en su opinión, continuará: “El mercado ha ampliado su oferta para permitir a los inversores que buscan productos correlacionados y diversificados generar una exposición regulada. Estos productos financieros proporcionan una exposición indirecta a la clase de activos y pueden presentar una oportunidad alternativa y atractiva para los inversores que buscan crecimiento. Entre ellos se incluye la exposición a empresas públicas que se beneficiarán de la tecnología blockchain y productos sintéticos como los futuros de bitcoin. Los datos recientes, la creciente integración de las criptomonedas en el sistema financiero, el acceso a productos novedosos y la convicción en la tecnología permiten a los gestores de carteras y a los inversores argumentar a favor de la exposición a los activos digitales como parte de una estrategia de diversificación de las carteras de crecimiento”.
En el caso de los inversores con una alta tolerancia al riesgo, la gestora señala que están más interesados en las oportunidades de alto crecimiento podrían explorar criptomonedas nativas de plataformas de contratos inteligentes, como solana, avalanche, cosmos y polkadot. En un esfuerzo por maximizar el potencial de retorno, la gestora considera previsible que los inversores tiendan a aumentar su exposición.
“Para los inversores con una tolerancia al riesgo excepcional, las finanzas descentralizadas (DeFi) permiten a cualquier participante del mercado desempeñar funciones como como la creación de mercado y la concesión de préstamos/préstamos, que tradicionalmente eran exclusivos de instituciones centralizadas como los bancos”, destacan desde Global X.
Según defiende en su informe, para las carteras que buscan el crecimiento y la especulación y que son capaces de asumir el riesgo de estos activos incipientes, las criptomonedas, y sus activos de infraestructura asociados, pueden ser apropiados. “En el panorama actual del mercado, bitcoin y ethereum pueden actuar incluso como diversificadores de la renta variable, dada su menor correlación con los índices de renta variable más amplios en horizontes de duración media. En nuestra opinión, el hecho de que las criptodivisas puedan aportar beneficios potenciales de diversificación a una cartera demuestra lo lejos que han llegado, y hacia dónde podría ir la clase de activos digitales en los próximos años”, concluye la gestora.