Se supone que los unicornios son raros, pero se están volviendo cada vez más comunes. Hasta 66 nuevos unicornios –startups con una valoración de más de 1.000 millones de dólares– aparecieron en 2017, según CB Insights, en comparación con los 36 de 2016, y los 30 de media al año desde 2013.
“En esta área de empresas, destacan los sectores de comercio electrónico, fintech, servicios de internet y salud, que representan 106 de los 224 unicornios vistos desde 2013, con la mayoría de ellos basados en Estados Unidos (115) y China (70)”, explica Kasper Wichmann, responsable de Private Equity APAC de UBS Asset Management.
Estas son para el gestor las cinco cosas que los inversores no deberían perder de vista sobre este tipo de empresas, casi siempre de corte tecnológico:
1.- Los unicornios están cambiando el mundo
Muchos unicornios están involucrados en negocios o conceptos que están impulsando rápidamente el cambio social. Internet (GitHub, Dropbox, Slack), el comercio electrónico (Wish, Flipkart, Houzz, Delivery Hero, Fanli, Kuodai), servicios bajo demanda (Didi, Grab, Uber, Ofo, Mobike). Son sectores que destacan, como como hardware (Xiaomi, Jawbone), fintech (u51.com, Klarna, Transferwise) o redes sociales (Pinterest, Pinduoduo, Snap).
La mayoría de estas compañías han surgido rápidamente y han tenido un impacto global masivo en la forma en que interactuamos con otros y gastamos nuestro tiempo y dinero, y en resumen, en cómo vivimos nuestras vidas.
2.- Los unicornios pueden ofrecer excelentes rendimientos
Pero para todo lo que los unicornios le están dando a la sociedad, también están generando excelentes rendimientos para los inversores. Como ejemplo, dice el gestor de UBS AM, veamos las cifras de Appdynamics, la compañía estadounidense de administración y análisis de aplicaciones.
A Appdynamics le llevó 10 años pasar de una valoración de 12 millones de dólares a una salida de 3.700 millones de dólares en 2017.
“Una inversión en la ronda A habría arrojado un rendimiento de 88x, mientras que una inversión en la ronda B habría arrojado un rendimiento de 20x y un rendimiento de 3,3x en una inversión en la ronda D”, dice Wichmann.
3.- Los unicornios son (realmente) difíciles de encontrar
Pero a pesar de que cada vez hay más unicornios, son realmente difíciles de encontrar en una etapa temprana, incluso para los inversores de capital de riesgo más experimentados.
Además, estima el responsable de Private Equity APAC de UBS Asset Management, las probabilidades de convertirse en unicornio pueden alargarse mucho en el tiempo. El análisis de CB Insights reveló que solo el 1% de las 1.098 empresas estadounidenses que comenzaron entre 2008 y 2010 pasaron a ser unicornios, es decir, consiguieron más de 1.000 millones de dólares en alguna de sus rondas de financiación. Entre ellos se encontraban Airbnb, Slack y Uber.
4.- Invertir en unicornios no es fácil
También se vuelve aún más difícil invertir en empresas que potencialmente podrían convertirse en un unicornio. “En primer lugar, porque los primeros inversores tienen derecho de seguimiento prorrateado que les da mayores opciones para la siguiente ronda y que representan un obstáculo para que los inversores externos”, explica Wichmann.
En segundo lugar, añade, los nuevos inversores deben ser aprobados, a menudo por el fundador, y a menudo se les pide que lleguen con otras fuentes de valor, por ejemplo, conocimiento de la industria y redes de conocimiento, además del capital.
“Muy pocos inversores puramente financieros, sin importar el dinero con el que cuenten, están bien posicionados para hacer esto”, sentencia el gestor.
5.- Los riesgos son considerables
La inversión en estas empresas tiene muchos atractivos, pero las desventajas son considerables, por lo que es increíblemente desafiante para un inversor hacerlo por su cuenta.
En las primeras rondas, donde la ventaja es de lejos la más importante, las tasas de fracaso de las empresas alcanzan el 65%.