El menor crecimiento económico en muchos países y los mayores precios de las viviendas, acrecentados por un dólar fuerte, han dado lugar a una ligera disminución en el volumen -en dólares- de ventas internacionales de real estate en Estados Unidos durante el año pasado, y a un retroceso significativo en las compras por parte de extranjeros no residentes.
Estas son algunas de las conclusiones de la encuesta anual sobre adquisiciones residenciales por parte de compradores internacionales publicada recientemente por la Asociación nacional de agentes inmobiliarios (NAR, por sus siglas en inglés). La encuesta también reveló que el volumen -en dólares- de las operaciones con compradores chinos superó el total combinado de las ventas de los siguientes cuatro países.
El documento “2016 Profile of International Activity in U.S. Residential Real Estate”, que abarca las ventas a clientes internacionales de propiedades inmobiliarias dentro del segmento residencial en Estados Unidos, entre abril de 2015 y de marzo de 2016, descubrió que los compradores extranjeros destinaron 102.600 millones de dólares a la adquisición de propiedades residenciales, un descenso del 1,3% desde los 103.900 millones de dólares del año pasado. En total, los extranjeros se hicieron con 214.885 propiedades residenciales en Estados Unidos -un 2,8 por ciento más que en el informe anterior-, y de mayor valor que la media de las casas de segunda mano vendidas en el país (277.380 dólares frente a la media de 223.058 dólares).
En base a los datos del estudio, Lawrence Yun, economista jefe de NAR, explica que el mercado inmobiliario estadounidenses sigue teniendo un tremendo atractivo sobre muchos extranjeros a pesar del cada vez menos asequible precio de la propiedad. «Un crecimiento económico más débil en todo el mundo, la devaluación de monedas extranjeras y las turbulencias financieras se unieron para suponer un gran desafío para los compradores extranjeros el año pasado”, señala. «A pesar de que estos obstáculos provocaron un enfriamiento en las ventas por parte de compradores extranjeros no residentes, las de extranjeros inmigrantes recientes aumentaron, lo que hizo que el volumen total de ventas en dólares siguiera siendo el segundo más alto desde 2009.»
«Los extranjeros – especialmente aquellos provenientes de China – siguen viendo los EE.UU. como una oportunidad de inversión sólida y un lugar atractivo para visitar y vivir«. Según el estudio, las ventas a compradores extranjeros no residentes se redujeron en aproximadamente 10.000 millones de dólares hasta colocarse en el volumen más bajo desde 2013 (35.000 millones).
Por cuarto año consecutivo, los compradores chinos encabezan el ranking de adquisiciones, con un volumen de 27.300 millones, algo menos que los 28.600 del año pasado, pero con el triple que los canadienses que con 8.900 millones son los segundos de la clasificación.
Por segundo año consecutivo los chinos compraron el mayor número de unidades (29.195; menos que las 34.327 de 2015), y también las más caras, con un precio medio de 542.084 dólares.
«A pesar de que la moneda china se debilitó modestamente frente al dólar en el último año, sigue mucho más fuerte que hace 5 a 10 años, por lo que las propiedades estadounidenses siguen siendo razonablemente asequibles a largo plazo”, dice Yun.