El impacto financiero y operativo del COVID-19 brinda una oportunidad a los gestores para reflexionar y evaluar el uso y distribución de activos alternativos líquidos, según indica el informe de Cerulli Associates, U.S. Alternative Investments 2020: The Path Forward. Si bien los productos alternativos líquidos son excepcionalmente importantes para los gestores, que reconocen su papel de diversificadores de cartera, su uso sigue siendo bajo.
Según el informe, los asesores asignan de media un 5,6% a activos alternativos (sin incluir commodities). Además, dentro de este porcentaje, la cifra de alternativos líquidos es aún menor. “Los gestores asignan mucho menos a las exposiciones alternativas de lo esperado, especialmente teniendo en cuenta la mayor disponibilidad de productos y la necesidad de diversificación y protección a la baja de los asesores”, señala Daniil Shapiro, director asociado de la entidad. Según el experto, la adopción limitada de ciertos factores, como los costes o la complejidad de las exposiciones justifican esta tendencia.
No obstante, para los gestores, los alternativos líquidos ofrecen nuevas oportunidades de generar tarifas superiores y diversificar las fuentes de ingreso, así como para ayudar a los gestores institucionales a aumentar los activos retail, según el informe. Sin embargo, dadas las dificultades a las que se enfrentan los asesores a la hora de asignar alternativos líquidos, la firma recomienda centrarse el desarrollo de futuros productos en activos con menor coste y exposiciones más coherentes que sean más sencillas de explicar y colocar para los asesores, evitando los segmentos de mayor riesgo. Shapiro sugiere a los gestores que presenten atención a las lecciones aprendidas por aquellos jugadores más pasivos: “Los fabricantes de productos alternativos deberían aprender de la gestión pasiva y competir en simplicidad y costes en lugar de una carrera armamentista de capacidades”, añade.
Además, desde Cerulli subrayan que los gestores pueden entrar al mercado con el lanzamiento de sus propios productos o a través de mandatos de subadministración. Cerulli estima que, aproximadamente, 41.000 millones de dólares en activos alternativos líquidos fuero subadministrados en el primer trimestre del año, un 15% del total. Como beneficio, permite contar con las habilidades y la experiencia de un gestor diferentes, factor altamente demandado según el informe dada la complejidad de las estrategias, sin la necesidad de desarrollar la experiencia internamente.
Más allá de los mandatos de subadministración, Cerulli cree que aún hay grandes oportunidades por desarrollar en los costes, a través del lanzamiento de ofertas más innovadoras, incluyendo la replicación de private equity. Si bien la mayoría de los activos alternativos líquidos están en el negocio de fondos mutuos, la accesibilidad de los fondos cotizados en bolsa y sus principios de exposiciones simples y económicas pueden convertirlo en un vehículo de distribución sólido para los alternativos líquidos, según la firma.
Dados los desafíos a los que los asesores se enfrentan a la hora de elegir productos alternativos líquidos, Cerulli recomienda que aquellas firmas que distribuyen estos activos pongan la máxima atención en la educación, ayudando a los asesores a ocupar posiciones mediante el retiro de capital. “No solo los asesores necesitan una asistencia significativa para seleccionar estos productos, también requieren estar lo suficientemente informados para evaluar estas estrategias de forma constante y asegurar que mantengan sus posiciones durante periodos de recesión”, concluye Shapiro.