Blackstone ha elevado desde los 5.100 millones de euros hasta los 6.600 millones el capital destinado por su fondo Blackstone Real Estate Partners Europe IV a invertir en el sector inmobiliario europeo. Si ya en marzo anunció que había levantado un fondo con más de 5.000 millones con ese propósito, de forma que se convertía en el mayor fondo con enfoque en real estate del Viejo Continente, ahora ha aumentado esa cifra.
Según publica Expansión, varios motivos han invitado a la gestora estadounidense a agrandar el fondo: el insaciable apetito de los inversores por el ladrillo en Europa y el rápido despliegue del fondo -en apenas un año este vehículo ha realizado inversiones por 2.410 millones, según los datos de la gestora recogidos en los resultados de enero a septiembre de 2014-. En resumen, el buen momento que vive el sector en Europa y el deseo del grupo estadounidense por explotar las oportunidades a bajos precios.
Sobre todo en países como España, Reino Unido, Portugal e Italia, con grandes posiciones.
Según Expansión, desde agosto de 2013, Blackstone ha efectuado inversiones vinculadas al ladrillo español por un valor aproximado de 4.000 millones de euros. Dentro de esas adquisiciones recientes o en proceso, están las 1.860 viviendas de alquiler social traspasadas por la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Madrid (EMVS), una cartera residencial dentro del Proyecto Dorian de la Sareb, varios edificios de FCC en Tres Cantos (Madrid); activos logísticos; la plataforma de gestión de Catalunya Caixa, CX; una cartera de créditos hipotecarios de la misma entidad financiera y cuatro edificios de oficinas (dos en Madrid y dos en Barcelona).
La apuesta por el ladrillo del Viejo Continente viene a replicar la estrategia que la gestora ya siguió en EE.UU., donde tomó posiciones durante una etapa de relativa incertidumbre y ha podido generar grandes rentabilidades. En Europa, el fondo ya ofrece retornos de entorno al 20%.
Citando a su consejero delegado, Schwarzman, el diario explica que a pesar de todo, la visión sobre la economía europea es conservadora; simplemente, observan un gran desequilibrio entre oferta y demanda en el sector inmobiliario.