La inversión en mercados privados ha crecido significativamente en las últimas décadas, atrayendo tanto a inversores institucionales como a particulares con apetito por retornos superiores a los obtenidos en mercados públicos. En este contexto, los fondos evergreen, también conocidos como fondos con ventanas de liquidez, han emergido como una alternativa atractiva frente a los tradicionales fondos cerrados. A continuación, exploraremos las principales ventajas de los fondos evergreen y por qué cada vez más inversores los eligen para maximizar sus retornos.
Totalmente invertidos desde el principio
Uno de los principales beneficios de los fondos evergreen es la posibilidad de estar totalmente invertido desde el inicio. A diferencia de los fondos cerrados, donde los inversores deben realizar múltiples llamadas de capital a medida que el gestor encuentra oportunidades de inversión, los fondos evergreen ponen el dinero a trabajar de inmediato. Esto elimina las ineficiencias administrativas, ya que no hay necesidad de realizar llamadas de capital ni distribuciones periódicas. En lugar de eso, los inversores permanecen completamente invertidos hasta que deciden reembolsar.
Adicionalmente, las suscripciones pueden realizarse de manera mensual o trimestral. Los reembolsos, por su parte, son trimestrales y están sujetos a un límite de hasta cierto porcentaje de la posición lo que garantiza una gestión adecuada del flujo de efectivo y evita problemas de liquidez.
Otro punto clave es que las gestoras de estos fondos solo aceptan un volumen de suscripciones acorde con su capacidad de inversión, lo que evita la dilución de los activos y asegura que cada inversor participe en las mismas oportunidades que en los fondos cerrados. Esto significa que las compañías en las que invierten y desinvierten son las mismas, gestionadas por el mismo equipo y al mismo tiempo, asegurando una alineación de intereses entre todos los participantes.
El poder del interés compuesto
La capacidad de estar completamente invertido desde el principio potencia de manera significativa el efecto del interés compuesto. Cuando el capital está en uso continuo, el rendimiento generado se reinvierte, lo que acelera el crecimiento de la cartera. En comparación con los fondos cerrados, esta estructura mitiga el impacto negativo de mantener parte del compromiso del capital en liquidez ociosamente. Asimismo, reduce el riesgo de tener que reinvertir distribuciones de capital en condiciones de mercado desfavorables.
Al permanecer invertidos desde el primer momento, los inversores pueden ahorrar los cuatro o cinco años que suelen ser necesarios para completar el período de inversión en un fondo cerrado. De esta manera, el horizonte de inversión se acorta a un esquema más eficiente de 5+1+1 años (5 años de inversión inicial con la posibilidad de dos extensiones anuales).
Esta combinación entre la inversión completa y el interés compuesto se traduce en una multiplicación de los retornos a lo largo del tiempo. Cuanto antes y durante más tiempo esté el capital en activo, mayor será el efecto acumulativo en los rendimientos.
Diversificación
Los fondos evergreen ofrecen una ventaja significativa en términos de diversificación. Los gestores seleccionan inversiones en una amplia gama de clases de activos, estrategias, sectores, geografías y añadas. Esto no solo permite mitigar los riesgos asociados a la concentración de inversiones, sino que también brinda a los inversores acceso a una mayor variedad de oportunidades.
Además, tienen la capacidad de ajustar su exposición de manera más dinámica, lo que permite a los gestores tomar decisiones de asignación de activos en función de las condiciones del mercado. Esta diversificación mejora el perfil de riesgo-retorno, proporcionando una mayor resiliencia frente a fluctuaciones del mercado.
Ventanas de liquidez
Una de las características más atractivas de los fondos evergreen es su estructura de ventanas de liquidez, que permite a los inversores solicitar reembolsos trimestrales hasta un determinado porcentaje del valor total del fondo.
La liquidez proviene, en gran parte, de la inversión en activos líquidos (alrededor del 10% de la cartera) y de la capacidad de los activos subyacentes para generar flujos de caja. Esta estructura no solo garantiza que el fondo pueda satisfacer las solicitudes de reembolso sin comprometer su gestión, sino que también proporciona una mayor estabilidad a los inversores que valoran la accesibilidad a su capital.
Gestión activa y ajuste dinámico
La gestión activa es otro pilar fundamental. Debido a su carácter continuo, los gestores pueden realizar ajustes dinámicos en la cartera, mejorando el rendimiento relativo de las inversiones. Este enfoque proactivo permite que el fondo se adapte a las condiciones cambiantes del mercado, optimizando la asignación de activos en función de las perspectivas económicas.
Conclusión
Los fondos evergreen con ventanas de liquidez ofrecen una alternativa convincente frente a los tradicionales fondos cerrados. Su capacidad para estar completamente invertidos desde el inicio, aprovechar los efectos del interés compuesto, proporcionar diversificación y mantener ventanas de liquidez trimestrales hace que sean una opción atractiva para los inversores que buscan flexibilidad, eficiencia y retornos consistentes. Esta combinación de ventajas, junto con una gestión activa y dinámica, lo convierte en una poderosa herramienta dentro del universo de la inversión en mercados privados.
Análisis realizado por Axel Cardin Poggi, especialista de Producto de BBVA AM.