Los activos alternativos están viviendo un época dorada, experimentando un crecimiento significativo y constante dentro de las carteras. Mientras que los activos tradicionales, desde 2003 a 2021, han multiplicado por 2,5 veces su capitalización bursátil, la de los alternativos se ha multiplicado por ocho, según ha explicado Antonio Hernández, responsable de Asset Allocation Institucional en BBVA AM, en un encuentro organizado por la entidad. De hecho, la entidad ha anunciado que en dos años pretenden tener más de 1.000 millones de euros comprometidos en los mercados privados.
Concretamente, en los planes de empleo ha habido una “constante” introducción de este tipo de activos. Sin embargo, Hernández alerta de que aun así mantenemos la distancia con otros países y queda camino que recorrer. “Las carteras españolas aún están sesgadas por los activos tradicionales”, señala, quien, además, defiende que los activos alternativos mejoran la rentabilidad.
A pesar de sus bondades advierte que no deja de ser un tipo de activo que no es adecuado para todos, y su introducción en la cartera debe ir precedida por un análisis riguroso. Según explica Hernández, también es importante tener en cuenta sus características: “Son productos ilíquidos, por lo que la principal idea sería comprar y mantener hasta su vencimiento. También hay otros requisititos como límites de entrada o la elevada dispersión de retornos. La selección es importante a la hora de entrar y el éxito radica en una selección previa”, apunta.
Entre los beneficios que aporta tener inversiones en mercados privados, el experto destaca la diversificación, la rentabilidad o la ampliación del universo de inversión. “En EE.UU., los últimos años las cotizadas han bajado a la mitad, mientras que las compañías privadas se encuentran en número superior al millón, por lo que multiplicamos por 23 nuestras posibilidades de inversión”, apunta el experto.
“Los mercados privados nos aportan primas alternativas, mejoran las métricas de las carteras y creemos que tiene sentido incluirlos dentro de las mismas”, añade.
Alejarse del ruido y poner las luces largas: las claves para invertir en alternativos
Según ha explicado Joaquín García Huerga, director de Estrategia Global, los mercados privados van de una visión a muy largo plazo, sobrevuelan el contexto de las noticias, y las perspectivas más cortoplacistas. “Hay que quitar el ruido cortoplacista y confiar en que la caracterización que hemos hecho de los activos dará fruto en el medio y largo plazo”, aconseja.
El experto también ha analizado los principales activos alternativos. Respecto al private equity, García ha explicado que, en términos históricos da más dinero que la bolsa a cambios de una prima de iliquidez. Sin embargo, advierte de que ahora tiene un cierto inconveniente y es la valoración: “Ha habido mucho dinero disponible y al final eso acaba encareciendo las operaciones. Pero las perspectivas a medio y largo plazo son tan buenas como las que podemos tener de la bolsa y a largo plazo la bolsa es el activo ganador e imbatible. La rentabilidad anual estimada es del 7% y 8%”.
En cuanto a la deuda privada, García destaca las dimensiones que está cogiendo, tomando como referencia el mercado estadounidense. “Consideramos que la combinación de rentabilidad riesgo es muy eficiente y el cálculo de rentabilidad estimada anual está en torno al 5%”, explica.
Con el inmobiliario, García explica que buscan ese “plus” que puede dar la inversión inmobiliaria directa. “Es muy consistente y es difícil que den rentabilidad negativa. Adicionalmente, es una gran cobertura de la inflación, algo a tener muy en cuenta”, apunta, y espera rentabilidades anualizadas aproximadas entre el 5% y 6%.
Por último, respecto a la inversión en infraestructuras, García admite que es más desconocida y que engloba desde infraestructuras energéticas, hasta la construcción de puentes o carreteras. “Nunca ha habido rentabilidad negativa, en cuanto uno está dispuesto a estar invertido algo de tiempo. Se crea valor, genera una renta, es cobertura con la inflación, la prima de iliquidez está bien retribuida y las rentabilidades son sorprendentes, en torno al 9% y 10%”, explica García.
Javier Velasco, responsable de Mercados Privados en asset allocation institucional, ha explicado cómo se implementan en las carteras de BBVA AM los activos alternativos, algo que comenzaron a hacer en 2016. El experto admite que el proceso de inversión es largo y pueden pasar entre 6 y 12 meses desde que se decide el fondo y se hace la firma. “Es muy complejo y hace falta contar con recursos especializados”.
Desde 2016, Quality Funds, área de BBVA especializada en fondos de gestoras internacionales, ha analizado más de 700 fondos, de los cuales han quedado 47. Las inversiones hasta ahora son de 360 millones en 24 fondos diferentes (13 private equity, tres de deuda privada, cinco de real state y tres de infraestructuras) y el 100% están con rentabilidad positiva.
Respecto a la inclusión de criterios extrafinancieros en estas inversiones, Velasco ha insistido en la importancia de contar con ellos: “Aún es más en los activos alternativos porque se puede tener un impacto más real en los fondos en los que se invierte, ya que muchos de los gestores pueden tener influencia directa”. Para localizar activos sostenibles, la entidad ha desarrollado su propio rating ESG, basado en cuatro pilares: que sean firmantes de los PRI u otras entidades que promuevan la ISR; que excluyan empresas con fuertes controversias en temas ESG; la integración y filosofía sostenible en su proceso de inversión y la transparencia en este proceso.