Con seis años de track record en el espejo retrovisor, el sexto fondo de deuda inmobiliaria de la gestora especializada Ameris Capital está pasando a una nueva etapa. Aprovechando las tendencias de mercado, y apuntando a ampliar su base de inversionistas, la boutique de inversiones chilena decidió reconvertir el vehículo en un fondo semilíquido.
El vehículo en cuestión, llamado Ameris Deuda Inmobiliaria VI –o ADI 6, como lo llaman en la gestora–, invierte en financiar inmobiliarias que requieres capital para poder desarrollar sus proyectos, bajo distintas estructuras. Esto incluye capital preferente, capital mezzanine, anticipo de flujos o cualquier otra estructura con garantías sólidas, según describe a Funds Society el socio de la firma, Martín Figueroa.
El fondo, explica el ejecutivo “estuvo con sus aportes limitados pues en el mercado no se estaban dando las condiciones necesarias para aumentar su patrimonio”. Esto llevó a la gestora a empezar a reinvertir los recursos en nuevos proyectos, a medida que iban venciendo los anteriores. “Al ser un fondo con un portfolio de 15 proyectos, en los que invierte con vencimientos en distintos tiempos y con generación de flujos periódicos, pudimos estructurarlo para poder dar liquidez a los inversionistas”, relata.
El momento clave para la reconversión del vehículo vino a fines de mayo de este año, cuando la gestora convocó a los inversionistas del fondo –a través de una asamblea extraordinaria de aportantes– a votar por ampliar el plazo de la estrategia en cuatro años y cambiar el reglamento, con el fin de darle liquidez. Con el visado de los aportantes, estos cambios entraron en vigencia el 1 de julio.
¿A qué se debió esta decisión? “Los productos demandados por los inversionistas han ido cambiando y nosotros como AGF debemos ir adaptándonos a lo que los inversionistas demandan. Hoy las tasas de interés están altas, por lo que el costo de oportunidad de los inversionistas es mayor. Si no nos adaptamos, preferirán otras alternativas que, aunque renten poco menos, entregan liquidez”, indica.
Tras sobre una década ofreciendo alternativas de inversión en deuda privada, inicialmente sólo a institucionales y contados inversionistas privados, en Ameris están buscando ampliar la base de inversionistas de estas estrategias.
La estrategia
El vehículo ADI 6 apunta a generar rentabilidad apoyando a una industria que se ha visto especialmente impactada en los últimos años: la inmobiliaria.
Su tesis de inversión, explica Figueroa, se basa en que el mercado inmobiliario y sus empresas están en una situación de estrés, que les complica el panorama para conseguir el capital necesario para desarrollar sus proyectos. “Nosotros queremos ayudarlas a seguir desarrollando su negocio a cambio de sólidas garantías”, agrega el socio de Ameris.
Actualmente, la cartera cuenta con 15 proyectos diversificados en distintas zonas geográficas de Chile. “Se trata de departamentos que creemos serán vendidos sin problema por ser proyectos simples en buenas ubicaciones”, explica.
Con todo, el telón de fondo de esta operación es un mayor apetito por los fondos de deuda privada, ahora que las tasas de interés –y, por consiguiente, el rendimiento de los depósitos a plazo– ha ido cayendo. “La deuda privada fue muy demandada hace unos años, dejó de serlo cuando los depósitos pagaban 1% mensual y, ahora que se ha ido normalizando, está siendo atractiva nuevamente”, relata Figueroa.
En esa línea, la deuda privada es un área que le interesa seguir desarrollando a Ameris Capital, no sólo por su rol en el desarrollo del mercado y el país, sino también porque “son un activo que debiera estar en todo portafolio de inversión, tal como está en los países más desarrollados”, según el ejecutivo.