Dos son los principales motivos que están empujando a los inversores a mirar con más interés las estrategias alternativas líquidas: en primer lugar, el entorno de bajos tipos de interés (que también provoca apetito hacia socimis, fondos de deuda privada, productos de retorno absoluto…) y en segundo término, la búsqueda de una mayor descorrelación en las carteras en un entorno en el que esas correlaciones han aumentado.
“Con los tipos en niveles cercanos a cero, los inversores buscan estrategias que aporten más rentabilidad que el coste de oportunidad, que en algunos casos es negativo”, explica Rafael Hurtado, CIO de Allianz Popular Asset Management. Con respecto al a diversificación, señala que aumentarla mediante una mayor exposición internacional a activos tradicionales tiene menos sentido que hace unas décadas, debido a ese aumento de las correlaciones, y la salida está en “buscar alternativas o estrategias que realmente contribuyan a disminuir la correlación, como los alternativos líquidos, los fondos de retorno absoluto…”, que en algunos casos pueden tener incluso correlaciones negativas con los activos tradicionales.
Hurtado, que participó como ponente invitado en un evento organizado por Allianz Global Investors, defendió las ventajas de invertir en alternativos líquidos frente a los ilíquidos: además de contar con las ventajas de los alternativos (ofrecen más rentabilidad que los activos libres de riesgo, ayudan a diversificar el riesgo, mejoran la relación rentabilidad-riesgo de las carteras, ofrecen acceso a buenos gestores…), también “suavizan” las desventajas que tiene invertir en alternativos ilíquidos, porque ofrecen un riesgo legal más limitado, una mayor liquidez (aunque pierdan la prima de iliquidez a cambio, permiten tener liquidez cuando realmente se necesite), una mayor regulación, más transparencia y menores riesgos operacionales. Además, dice Hurtado, aunque el due diligence sigue siendo importante, cuentan con el doble control derivado de la regulación.
El precio que pagan a cambio, frente a los ilíquidos, son más restricciones a la hora de invertir y gestionar, de forma que su rentabilidad es menor… pero también su riesgo. Algo muy valorado para Hurtado: “Hay riesgos no cuantificables, más allá de la volatilidad y la beta, y de otra índole –riesgos operacionales, estafas…-, que son más peligrosos”, explica, razón por la que prefiere los alternativos en formato UCITS, llamados en sus inicios “Newcits” y que está demostrado que mejoran la relación entre rentabilidad y riesgo si se incorporan a una cartera.
El experto también presentó un estudio comparativo entre alternativos UCITS y hedge funds tradicionales, que concluye que los primeros ofrecen menos retornos pero también limitan la volatilidad y otros riesgos y deja claro también que no todas las estrategias funcionan bien en formato regulado: las mejores, las de long-short en renta variable de mercado neutral, multiestrategias o CTAs. La otra conclusión: es fundamental seleccionar bien al gestor porque solo hay una parte del universo de en torno a 600 “newcits” que funcionen bien y ofrezcan retornos consistentes. “El due diligence es esencial en ambos segmentos pero si en los hegde funds tracionales el enfoque debe estar en el riesgo, en los líquidos debe estar en el gestor”, apostilla.
Alternativa a la renta fija
Una de las gestoras expertas en estos productos alternativos líquidos es Allianz Global Investors, que presentó en su evento varias estrategias que encajan en un entorno de mercado de tipos cero y que camina hacia la regulación. La gestora enfoca esa oferta desde una perspectiva cauta y ofrece sus productos como alternativa a la renta fija y para ayudar a descorrelacionar y gestionar mejor el riesgo de las carteras. De hecho, es la tendencia que observan entre los inversores españoles: “La aproximación a los alternativos es más cauta. Los clientes tienen reticencias y por ello la transparencia, la consistencia y la relación con el gestor es más importante que nunca”, explica Marisa Aguilar, directora de Allianz Global Investors para España y Portugal.
De hecho, Spencer Rhodes, Global Business Manager de inversiones alternativas en la entidad, rompió un estereotipo al presentar una encuesta que muestra que la mayoría de inversores incluye alternativos en su cartera para diversificar (un 33%), obtener una menor correlación con otras estrategias y activos (18%), gestionar el riesgo (11%) o reducir la volatilidad (7%). “Solo un 13% busca impulsar los retornos. En total, un 81% busca objetivos relacionados con la diversificación y la limitación de riesgos”, explica. Y, según el estudio, un 23% de los inversores retiraría capital de los activos tradicionales de renta fija para invertir en alternativos líquidos, seguido por un 12% que emplearía su liquidez para entrar en estos vehículos. Por eso, en la gestora pretenden ofrecer estrategias sustitutivas de la renta fija, que minimicen la volatilidad y maximicen la relación entre rentabilidad y riesgo, con un objetivo de retornos en la parte media-baja de un solo dígito. Y con una correlación muy baja o incluso negativa frente a activos tradicionales.
En este sentido, la gestora presentó tres vehículos de inversión: Discovery Europe Opportunities, una estrategia long-short de mercado neutral en renta variable, que ofrece retornos similares a los bonos con una beta muy baja (del 0,13 a cinco años) y ha dado retonros positivos en años difíciles como 2007, 2008, 2011 o 2015; Structured Alpha, una estrategia con opciones de EE.UU. que superó su capacidad y llevó a la entidad a lanzar un nuevo fondo recientemente, pues ayuda a reducir la volatildad y aumentar los retornos frente a una cartera tradicional de acciones y bonos; y Allianz Volatility Strategy, que no ha perdido en ningún año desde su lanzamiento e invierte en volatilidad.
Stephen Bond Nelson, gestor de Structured Return; Harald Sporleder, cogestor y líder del equipo de estrategias de renta variable europea long-short; y Thiemo Krink, gestor y responsable de Structured Overlay, explicaron sendas estrategias. Allianz Global Investors ha gestionado alternativos durante más de 10 años y cuenta con 18.000 millones de euros de volumen, divididos casi a partes iguales entre sus vehículos de deuda privada y sus alternativos líquidos, dos áreas que han vivido un gran crecimiento dentro del universo alternativo en los últimos años y que dan muestra de la búsqueda de «algo más» por parte de los inversores.