A raíz del colapso del mercado de 2008, los activos alternativos han experimentado una importante transformación, explica Spencer Rodas, de Allianz Global Investors. Esta clase de activos, históricamente populares entre los High Net Worth Individuals (HNWI) y los distribuidores a través boutiques de pequeña escala, están cada vez más respaldados por las grandes firmas gestión de activos y han comenzado a llamar la atención de los inversores institucionales.
Un ejemplo es Allianz Global Investors. Sus activos alternativos bajo gestión han crecido desde los 2.100 millones de euros a los 5.400 millones en un año, hasta octubre de 2014. De estos, 3.400 millones de euros están invertidos en activos alternativos líquidos como opciones y futuros, mientras que el resto permanece en activos no líquidos como las infraestructuras, cuenta Spencer Rhodes, porfolio manager de Inversiones Alternativas globales en Allianz GI.
La gama de productos alternativos líquidos varían del mercado de renta variable con posiciones largas/cortas a estrategias de opciones estructuradas generadoras de alfa, a través de las primas de riesgo sistemáticas de las estrategias de retorno absoluto global.
Según el experto, el incentivo para invertir en activos alternativos ha cambiado desde la crisis de 2008, pasando de una generación de alfa hacia una protección a la baja, mientras los inversores lidian con el problema intangible del actual contexto macroeconómico.
«Los clientes necesitan sustituir su inversión en deuda porque los tipos de interés son muy bajos, pero con las bolsas en máximos históricos, muchos están nerviosos para aumentar la exposición a la renta variable. Esto conduce a una exploración de las inversiones alternativas», dice Rhodes.
Sin embargo, desde la crisis, la evolución de los hedge funds ha sido objeto de críticas, dado que índices como el Bloomberg Hedge Fund han ido de forma constante por detrás del S&P 500.
Con el cambio de objetivos, la rentabilidad de los activos alternativos también debe evaluarse de forma diferente, argumenta Rodas. «Criticar a un hedge fund porque ofrece un retorno menor que un índice de la bolsa es una equivocación. El éxito depende de lo que se espera que el hedge fund haga”, apunta Rhodes.
«Por ejemplo, nuestra estrategia Allianz Discovery Europe se caracteriza por tener posiciones largas/cortas en renta variable con un objetivo de rentabilidad anual entre el 5 y el 8% y un 9,5% de volatilidad. Si consigue esos objetivos, la estrategia es exitosa a los ojos de nuestros clientes, independientemente de cómo evolucione el FTSE 100 o el Euro Stoxx 50″.
«De cara al futuro, la protección bajista, la gestión de la volatilidad y la diversificación seguirán siendo los temas clave que contribuyan a la integración de los activos alternativos», explica el experto de Allianz Global Investors. «Como en cualquier industria, se puede contar con la innovación de las pequeñas boutiques en los primeros años, pero ahora es más grande, y los investment managers más consolidados están institucionalizando e incorporando los activos alternativos para ayudar a conseguir sus objetivos de rentabilidad», concluye.