La irrupción de la crisis sanitaria del COVID-19 a nivel mundial ha provocado que se acelere el desarrollo de diferentes soluciones tecnológicas que ayudan a mantener el ritmo de la economía. En este escenario, las denominadas wealthtech, startups que crean soluciones digitales para transformar la industria de la inversión y de la gestión del patrimonio, pueden jugar un fundamental y situarse como una alternativa de ahorro para pequeños ahorradores e inversores, por su cercanía, inmediatez y posibilidad de acceder desde pequeñas cantidades. El Libro Blanco de Wealthtech elaborado por AEFI (Asociación Española de Fintech e Insurtech) destaca los cinco grandes pilares sobre los que se sustentan estas compañías fintech y que les empujarán a convertirse en players fundamentales en la salida de la crisis.
1. La educación financiera
El fomento de la educación financiera, que los ciudadanos sean capaces de llevar a cabo una buena gestión de sus gastos e ingresos y de sacar el máximo rendimiento de su dinero, fijándose objetivos de ahorro e inversión en función de sus necesidades, es uno de los retos a que se enfrenta el sector wealthtech para potenciar su crecimiento, en un país como España donde todavía el nivel de educación financiera es muy bajo.
La educación financiera de la sociedad resulta indispensable para que este tipo de compañías pueden hacer entender a sus potenciales clientes cómo funcionan, de ahí que apuesten por incluir elementos pedagógicos en la prestación de sus servicios o sistemas de opiniones de otros clientes para generar confianza en otros potenciales clientes que no se atreven a utilizarlas por puro desconocimiento.
2. Democratización de los servicios financieros
La democratización del mercado financiero, que hace referencia a la potencial entrada de todo tipo de perfil de inversores y ahorradores al mercado financiero y al mundo de la inversión y gestión de patrimonios, ha permitido que todo tipo de ahorradores e inversores tengan acceso a determinados tipos de productos, mercados y servicios financieros a los que antes únicamente podían acceder grandes patrimonios.
En los últimos años han irrumpido una serie de aplicaciones móviles financieras muy innovadoras, que otorgan a los consumidores un mayor control sobre sus finanzas. La democratización financiera proporciona soluciones de manera más rápida y efectiva, además de asegurar unos costes más bajos; teniendo siempre en cuenta las necesidades de los clientes; el uso de la tecnología en el asesoramiento financiero da lugar a la adquisición y conocimiento de un mayor número de datos y, por lo tanto, incrementa el valor de la información proporcionada por los usuarios o clientes. Además, la tecnología permite, mediante la utilización de algoritmos, un mejor análisis comercial y, por ello, ofrecer un mejor asesoramiento y abanico de posibilidades a los clientes.
3. Ahorro accesible para todos
Una de las ventajas que trae consigo el sector wealthtech es el acceso al ahorro a la gran mayoría de los ciudadanos, incluidos aquellos que no cuentan con suficiente liquidez para invertir en productos financieros. Dentro del conocido ahorro tradicional, es destacable cómo emerge una nueva tendencia, el denominado ahorro sostenible que podría también denominarse como el ahorro «inconsciente». Por ejemplo, un particular puede realizar sus pagos cotidianos del día a día y ahorrar gracias al redondeo automático que realiza la correspondiente plataforma wealthtech. Esta nueva modalidad de ahorro emerge también como alternativa o complemento a los sistemas de previsión social, los sistemas privados de previsión social complementaria y los sistemas de ahorros a largo plazo, individuales y privados. Incluso las wealthtech permiten acudir a sistemas de previsión y ahorro basados en el consumo, donde los ciudadanos pueden utilizar todos sus gastos para generar ahorro a largo plazo; vinculando consumo a ahorro.
4. Blockchain e inteligencia artificial
El Blockchain constituye una tecnología disruptiva que obliga a modificar el modo tradicional en que interactuamos y gestionamos servicios y negocios, y que puede llegar a tener impacto en todos los sectores, especialmente en el sector financiero. De entrada, la gran novedad de blockchain es que supone la eliminación de intermediarios y permite la interacción peer to peer, lo que podría derivar en una simplificación de procesos, así como en la descentralización de la gestión y la reducción de costes. Algunas wealthtech ya han incorporado esta tecnología, por ejemplo, en sus sistemas de pagos admitiendo bitcoins u otros tipos de criptoactivos.
Por otro lado, la inteligencia artificial (IA) es considerada como el cambio tecnológico más disruptivo de los últimos años, tratando de crear sistemas capaces de aprender y razonar de forma similar a como lo haría un ser humano; aprendiendo de experiencias, solventando problemas ante unas determinadas condiciones dadas, contrastando información, etc. Muchas empresas del sector Wealth han incorporado estas herramientas tecnológicas a sus servicios y productos, lo que les ha permitido combinar la gestión de grandes volúmenes de datos con la automatización en la toma de determinadas decisiones.
5. Digitalización
Las entidades tradicionales están aprendiendo de las empresas fintech; implementando nuevos modelos de negocios y ajustándose a las necesidades del mercado, por lo que se multiplican los proyectos donde entidades financieras desarrollan proyectos de cooperación con empresas especializadas en digitalización, con el objetivo de ofrecer unos servicios financieros más accesibles y personalizados ajustados al perfil de cada cliente.
La tecnología ha permitido la creación de aplicaciones que cambian el modo en el que los clientes y las entidades se relacionan, ya que pueden interactuar digitalmente, en cualquier momento vía internet o mediante su teléfono, permitiendo la gestión de las finanzas personales de cada cliente, ofreciendo una mejor comprensión de los productos financieros ofertados en atención a la situación financiera personal de cada uno de ellos. En conclusión, la digitalización del sector financiero, capitaneada por compañías como las wealthtech, ofrece una mayor eficiencia de los servicios, un aumento de las funcionalidades ofertadas por el sector y una mejora de la calidad de la oferta. De la misma manera, propicia la automatización de los procesos financieros y aumenta la capacidad de personalización de los productos.