El cambio climático es uno de los más significativos e incomprendidos riesgos al que las empresas y las organizaciones financieras se enfrentan hoy día. Su potencial impacto a corto y largo plazo puede llegar a influir a nivel físico, regulatorio y tecnológico. Desde UBS AM advierten que los inversores deberán encontrar formas de adaptarse a los retos venideros.
Un evento clave para los inversores se produjo en abril de 2016, cuando 174 países y la Unión Europea firmaron oficialmente el Acuerdo de París de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, con el fin de reducir las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero, mantener una temperatura media mundial a un máximo de dos grados por encima de los niveles preindustriales de limitar y acelerar la transición hacia una economía menos dependiente del carbón. Muchos países han impuesto algunos requisitos a empresas y grandes inversores para alcanzar dichos objetivos.
Desde UBS AM destacan que en octubre de 2018, el Nobel de Economía fue otorgado a dos economistas por su investigación en la que trataron el cambio climático dentro de un análisis macroeconómico. William Nordhaus, de la Universidad de Yale, fue reconocido por su trabajo pionero en la investigación del cambio climático. Su investigación pretende explorar la relación entre el cambio climático provocado por el creciente nivel de concentración de dióxido de carbono en la atmósfera y el efecto que tiene sobre el crecimiento económico, la salud de la sociedad. También se refirió a la necesidad de tomar medidas fuertes para cumplir los objetivos de reducción del carbono.
Esta transición hacia un objetivo de dos grados generaría tanto riesgos como oportunidades y afectará a todos los sectores de negocio e industrias en todo el mundo. Esta tendencia tendrá un mayor protagonismo a partir de 2019. Los inversores que excluyan el sector del carbón será incapaces de ejercer cualquier influencia sobre el ‘timing’ de esta transición. UBS AM considera que una propuesta que se basa únicamente en emisiones de carbón tiene deficiencias y que sería necesario apostar por otras alternativas como invertir en energías renovables y apostar por avances tecnológicos que ayuden a la progresiva transición.
Desde la entidad apuntan que el coste social del carbono genera riesgo, ambigüedad y contradicciones. Intuitivamente, el riesgo se relaciona con la vulnerabilidad presente ante futuros eventos. La ambigüedad hace referencia a la incertidumbre asociada con el uso de alternativas y, finalmente, las contradicciones se relacionan con con los modelos imperfectos. El enfoque que de UBS pretende lidiar con estos conceptos para en pro de la meta que persigue.
Además, UBS incide en la necesidad de mantener un diálogo con las empresas. El cambio climático sigue siendo un proceso evolutivo y dinámico. Los inversores deben deben estar al tanto del problema gracias a los datos disponibles y las investigaciones realizadas. Para ello, UBS ha establecido un departamento de consultoría que pretende estar al corriente de las últimas novedades y desarrollos relacionados con este campo para mejorar así la metodología aplicada en su enfoque.